Los problemas de la residencia de Huércal Overa caducarán el Día de los Inocentes

Al frente de la misma quedará un grupo solvente que ya se ha reunido con las trabajadoras para explicar sus planes

Trabajadores de la Residencia de Huércal en una de las protestas en que exigían el cobro de sus nóminas

Javier Irigaray / 24·12·2015

A finales de mes, el 28 según el alcalde, se firmará ante notario la compra del total de las acciones de la empresa concesionaria del centro de atención de mayores. Al frente de la misma quedará un grupo solvente que ya se ha reunido con las trabajadoras para explicar sus planes. El Ayuntamiento se muestra esperanzado, pero no levantará la intervención hasta que la deuda con las empleadas sea liquidada. 

Como adelantaba ACTUALIDAD ALMANZORA en su número anterior, el Grupo Gadea, recientemente adquirido por la multinacional norteamericana AMRI, firmará la compra del total del accionariado de Indalo Artevida, compañía concesionaria del servicio de la Residencia de Mayores Ángeles Parra, de Huércal Overa, que pasará a ser gestionada por Visama restauración SL, una filial del grupo comprador. 

La sociedad que será nueva titular goza de la liquidez que no disfrutaba Gerial –matriz de Artevida-, y eso abre nuevas esperanzas al Ayuntamiento que preside Domingo Fernández, quien, en cualquier caso, ha manifestado que no hará dejación de las responsabilidades inherentes al Ayuntamiento, por tratarse de un servicio de índole municipal, y, por consiguiente, no levantará la intervención de la gestión del centro hasta que los nuevos administradores se pongan al día con los salarios adeudados a las trabajadoras. 

Fue el alcalde de Huércal Overa quien confirmó a RADIO ACTUALIDAD que la firma ante notario del contrato de compra-venta de acciones está prevista para el día 28 de diciembre próximo y que el pasado 15 de diciembre tuvo lugar una reunión entre las trabajadoras y representantes de las empresas saliente y entrante, encuentro celebrado para transmitir a la plantilla pormenores acerca de la nueva situación y sobre los planes de los nuevos gestores, así como para responder a las dudas e interrogantes suscitados entre las empleadas, como la forma en que iban a cobrar los salarios adeudados. 

“Los responsables del Grupo Gadea-Visama manifestaron que su intención es la de poner a cero el cuentakilómetros de la Residencia”, explicó el regidor. Para tal fin, expresaron su voluntad de pagar todas las deudas pendientes con las trabajadoras y proveedores, así como cancelar la hipoteca firmada con Cajasur que actualmente pesa sobre la Residencia. 

Sobre ese particular, Domingo Fernández expresó que “es la clave y el gran problema que arrastra la gestión de Indalo Artevida, debido al alto interés que está pagando por la hipoteca de 2,6 millones que, si la refinancian en las mejores condiciones 

que ofertan los bancos hoy, supondrá un ahorro importantísimo, puesto que los intereses que se aplicaron en el momento en que se firmó eran mucho más elevados”. 

De esa forma, los próximos gestores piensan hacer del centro de Huércal Overa “una Residencia modelo”, en palabras de Fernández. 

Con el Ángeles Parra ya serán dos los centros de mayores que gestione Visama en Andalucía, comunidad en la que el grupo tiene previsto ampliar su volumen de negocio en el sector con la incorporación a su gestión de más residencias de ancianos. 

En cualquier caso, lo que está ocurriendo en Huércal Overa no es, en absoluto, extrapolable a Pulpí. Aunque las residencias de ambas localidades tienen en común a Gerial como parte del accionariado de las sociedades que las gestionan, el resto de la composición de los respectivos consejos de administración es diferente. 

“Nuestra esperanza –explicaba el alcalde huercalense- es que ahora que va a estar gestionada por una empresa con liquidez, la Residencia de Huércal Overa deje de acaparar la publicidad negativa que arrastra, que se deje de hablar de lo malo y que con la nueva gestión de Visama las trabajadoras cobren por su trabajo en tiempo y forma, un derecho que nadie les tenía que haber quitado nunca y que el Ayuntamiento que presido ha amparado y protegido en la medida de sus posibilidades, hasta llegar a intervenir el servicio a la vista de que el problema se hacía día a día más grande”. 

Sobre la rentabilidad de la Residencia, el alcalde no alberga ninguna duda: “De las 120 camas que tiene, ahora mismo hay ocupadas 114. Puede decirse que está prácticamente al completo. Así y una vez salvado el lastre de la hipoteca, se defenderá económicamente muy bien”. 

En cuanto la cuestión de la recuperación de las aportaciones económicas del Ayuntamiento, Domingo Fernández detalló que “la Junta de Andalucía ha transferido ahora mismo 741.000 euros y nosotros habíamos puesto 973.000. Existe una diferencia de 232.000 euros que ha llegado a ser de hasta 350.000 en algunos momentos”. 

Sobre los gestores salientes, el regidor dejó claro que “jamás pidieron al Ayuntamiento ningún tipo de aval, sí un confirming al que nos negamos, entre otras cosas, por el informe negativo del interventor, aunque tampoco lo hubiéramos aceptado viendo la gestión que estaba desarrollando la empresa, porque no teníamos garantías sobre en qué iban a emplear el dinero y, cuando tienes ese tipo de dudas, no puedes firmar algo así que, a fin de cuentas, supone avalar un préstamo a una empresa privada”. 

No es el caso del Ayuntamiento de Pulpí, del que recordó Fernández que “sí ha firmado un confirming a Gerial, la empresa que gestiona su residencia, pero, claro, es que, como socio, es parte de la mercantil”. Efectivamente, una decisión polémica adoptada por el anterior gobierno pulpileño presidido por la socialista María Dolores Muñoz, supuso que el Ayuntamiento avalara un préstamo de 1,2 millones Gerial aceptando el ‘envenenado’ regalo del 20% de las acciones. 

“Nosotros –admitía el alcalde de Huércal Overa- nunca hemos renunciado a nuestra responsabilidad como titulares de un servicio que es municipal, pero no hemos avalado ni entrado en el accionariado de la concesionaria. Eso es inconcebible para este equipo de gobierno. Otra cosa es que, a la vista de lo mal que iban las cosas, decidimos intervenir la gestión de la Residencia y ocuparnos nosotros directamente. Ahora vamos a abrir un periodo de confianza en los nuevos gestores y levantaremos la intervención en el momento en que se paguen las deudas con las trabajadoras. Seremos prudentes. De momento, los próximos propietarios ya han dado la cara y esperamos que el año que viene sea realmente nuevo y bueno para la Residencia y que se abra un futuro mejor para todos”. 

Respecto a las dudas sobre la cuantía de las aportaciones municipales a la Residencia, dudas expuestas por el representante de UGT en el área sanitaria comarcal, Jacinto Lizarán –“no creo que el Ayuntamiento haya aportado tanto como dice, ni que la Junta se retrase en los términos que viene contando el equipo de gobierno municipal-, Domingo Fernández ha vuelto a referirse a ello invitando a Lizarán a ver el expediente municipal. “Este equipo de gobierno no engaña. La Junta se ha retrasado mucho en los pagos mensuales de las camas concertadas y ha sido el Ayuntamiento, echando mano de su Tesorería, el que ha tenido que salir al rescate”. 

“Olía a orines” 

El pasado mes de marzo, ACTUALIDAD ALMANZORA publicaba unas declaraciones de la trabajadora y miembro de UGT Mari Carmen Marquínez, que llegó a presidir el comité de empresa de la Residencia de Ancianos Ángeles Parra, en las que denunciaba que Arte Vida había aplicado serios recortes económicos que afectaban a la compra de material de limpieza y artículos y productos para el aseo personal de los residentes: “Antes lavábamos a los abuelos dos veces en semana, ahora sólo una, y han reducido los pañales diarios a 4 por abuelo cuando existen muchos que requieren bastantes más”. 

Marquínez contaba por aquellos días que “se usa jabón casero sin desinfectante para limpiar” y que “la lejía la rebajan con agua para gastar menos”. Añadió que “ponen a las chicas de rodillas a limpiar los rincones por no utilizar otros productos que evitarían tener que trabajar en esas condiciones”. 

No sólo eso. “Han cambiado la frecuencia de la limpieza de las sillas de ruedas, que veníamos haciendo todas las noches a todas las sillas y ahora se ha reducido a tres sillas por día, con lo que cada una se limpia una vez al mes. El resultado es que se huele a orines”. 

El pésimo ambiente laboral supuso que “este año -2014- no ha habido Navidad en la Residencia porque no estábamos para villancicos”, a la falta del cobro de salarios se sumaban las “exigencias de la dirección a las auxiliares para que nos ocupáramos de tareas propias de una enfermera”. 

Por último subrayó que “sólo hay un médico, pero no en el centro, sino localizable por si hiciera falta”.