Nadie sabe cómo se despilfarraron 92.000 euros en consumibles para servicios de Garrucha

El anterior alcalde responsabiliza a su concejal Alonso Soler. Soler pide disculpas al pueblo y desconoce cómo pudieron hacerse pedidos de productos a precios muy por encima de mercado

La alcaldesa, María López, muestra una de las toallitas en cuestión

ACTUALIDAD ALMANZORA / 10·12·2015

El anterior alcalde responsabiliza a su concejal Alonso Soler. Soler pide disculpas al pueblo y desconoce cómo pudieron hacerse pedidos de productos a precios muy por encima de mercado. El gobierno socialista, que aprovecha el asunto para tomarse la revancha por el tema de las papeleras, considera que el excesivo coste por el que se compraron toallitas desengrasantes, pastillas para el wc y bombillas, es “una tomadura de pelo para los ciudadanos”. 

El punto de dar cuenta al pleno, recogido en el orden del día de la sesión celebrada el pasado 12 de noviembre en Garrucha, contenía un tema que ya conocían los dos grupos de la oposición –un PP dividido y desalojado del gobierno en las últimas elecciones-, y que sin duda les inquietaba por las consecuencias que sobre la opinión pública tendría, dado que cuestionaba el buen uso de los dineros públicos durante su pasada gestión. 

El exalcalde, Juan Francisco Fernández, llegó a llamar antes del pleno a su exconcejal Alonso Soler, que fue encargado de Obras y Servicios, para preguntarle sobre el particular. Terminada la conversación entre ambos, Fernández no logró reunir argumentos con los que contrarrestar lo que se le venía encima en su condición de haber sido el máximo responsable municipal hasta que perdió los comicios en mayo de 2015. 

Y es que la actual alcaldesa, la socialista María Antonia López, se había preparado bien la exposición del delicado asunto aprovechando una ocasión de oro para abocar sobre sus antecesores, los populares, una cascada de reproches. 

La primera edil sacó a la luz una relación “escandalosa” de facturas, “todas ellas sin albarán”, correspondientes a los años 2013 y 2014 y giradas por cinco empresas de Madrid a las que el Ayuntamiento les adquirió diverso material y productos para limpieza y mantenimiento. El importe de las facturas asciende a 92.405,94 y, según explicó María Antonia López, los proveedores han dado al Consistorio “10 días hábiles” para que se pague, advirtiendo que “pasado ese tiempo tomarán acciones legales pertinentes contra el Ayuntamiento”. 

De acuerdo a lo expuesto por la alcaldesa, “se han encontrado cantidades desorbitadas de materiales” compradas por el gobierno de Juan Francisco Fernández cuya relación sería la siguiente: 

“29.000 toallitas de mano individuales desengrasantes, con un coste total de 15.498,79 euros, es decir, 0.53 euros/unidad, cuando a coste real no superan los 0.10 euros/unidad”. 

“760 unidades de pastillas para wc por un importe de 8.954,00 euros. Cada unidad costó 9,10 euros, cuando a precio de mercado no supera el euro”. 

“560 bombillas con un importe de 24.750,00 euros. El precio medio a 44 euros/unidad, cuando el precio de mercado es de 2,90 euros/unidad”. Subrayó la regidora que “este tipo concreto de bombillas solamente pueden ser utilizadas por una decena de farolas en Garrucha”. 

“625 fluorescentes con un importe total de 9.409,00 euros. Precio medio de cada tubo 15.05 euros/unidad, cuando en el mercado lo podemos encontrar a 3.50 euros/unidad”. 

Y “480 litros de desengrasante con un importe total de 13.320,00 euros. El litro sale a 13,70 euros, cuando en el mercado lo encontramos a 2,30 euros”. 

Aclaró la María Antonia López que “todo este material, a excepción de los fluorescentes, permanecen en el almacén municipal desde hace años sin uso alguno”, y tras exigir respuestas a su antecesor Juan Francisco Fernández, advirtió que “se llegará donde sea necesario, para esclarecer este asunto”. Para la primera edil es “una tomadura de pelo para los ciudadanos de Garrucha”. 

Sin posibilidad de réplica en el pleno, la oposición aprovecha la ocasión que le brinda este medio de comunicación para expresar su punto de vista. 

“Que se explique Fernández” 

El único representante del Grupo Independiente de Garrucha (GIGA), Bernardo Simón, que fue uno de los tenientes de alcalde del Partido Popular durante el pasado mandato, y como tal miembro de la Comisión de Gobierno que debía de aprobar el pago de las facturas, tiene claro que “tendría que ser el exalcalde Fernández el que explique lo que ha pasado, porque además llevaba personalmente el área de Hacienda”. 

“Tengo que reconocer –prosigue Simón- que no había mucho control sobre el gasto corriente. “Lo de las toallitas, las lámparas, etc. ha ocurrido por dejadez. Hasta donde sé, esto es una colada de la empresa, se le hicieron unos pedidos y metió más cosas por dejadez de quien tenía que darse cuenta, que era el concejal de Hacienda, es decir, el propio exalcalde. Él tenía que haber preguntado que para qué tanto producto y por qué se pagaba tan caro, pero no lo hizo”. 

“Nosotros no estábamos de acuerdo con la forma de actuar de Juan Francisco. El error fue que lo teníamos que haber manifestado antes; teníamos que haber exigido en las comisiones de gobierno ver las facturas pero ¿quién se pone a revisar el trabajo de su jefe, en este caso del alcalde?” 

Para concejal independiente “el lamentable ejemplo que nos ocupa ratifica una vez más que la decisión que tomamos de abandonar el equipo de gobierno y presentar una lista alternativa en las pasadas elecciones fue la correcta”. 

Que pregunten a Soler 

Distinta versión tiene el exalcalde y actual portavoz del PP, Juan Francisco Fernández. Arranca señalando que, a diferencia del caso de las papeleras, asunto que destaparon los populares al poco de llegar al poder en 2007, y consistente en la adquisición de 200 papeleras por parte del entonces concejal socialista del gobierno Nicolás Piñero al precio de casi 1.000 euros la unidad, y adquiridas sin concurso público y sin la correspondiente consignación presupuestaria de 200.000 euros, “las ‘facturas de las toallitas’ están reconocidas, no están escondidas en los cajones, así que aquí no se ha tratado de engañar a nadie”. Así mismo recordó que no fue él quien compró el material para Obras y Servicios, limitándose su papel como alcalde “ha reconocer una factura a instancias de alguien, en este caso del concejal Alonso Soler, que tenía sus competencias y hacía pedidos para su área”. 

“Lo que no entiendo –añadió Juan Francisco- es que mis excompañeros que están en la oposición, hagan oposición a la oposición, que soy yo también”. 

Coincidiendo con Bernardo Simón, el exalcalde cree que estas empresas “nos han colado un pedido que a mí me resultaba muy difícil de controlar”, pero insiste en que el pedido “lo formalizó otro compañero de gobierno [el responsable de Obras y Servicios Alonso Soler] y entiendo, porque confiaba en él, que su intención fue la de comprar lo mejor al mejor precio”. 

Aún así, admite que “ahora, a la vista de esto, me doy cuenta de que los precios de compra fueron desorbitados y que a él se lo colaron y a mí también”. 

En un intento de obtener respuestas ante lo que preveía que iba a ocurrir en el pleno, el exalcalde reconoce que antes de la sesión “llamé a Alonso Soler y le pregunté. Le llamé porque a pesar de todo lo que ha ocurrido, a pesar de que por culpa de ellos se han perdido las elecciones y que me dejaron siendo desleales al Partido Popular y a sus electores, a mí no me da urticaria hablar con nadie y no tengo nada personal contra él, y me dijo que las toallitas eran gratis. Yo le contesté que no, que habría algunas gratuitas pero otras no lo eran porque había factura. Entiendo que es él quien debe dar explicaciones, yo no hice el pedido”. 

Para Fernández no hay duda, Soler “hizo una gestión pésima porque compró a precios que no son de mercado salvo que justifique otra cosa y me convenza”. En este sentido coincide con el PSOE al calificar de “tomadura de pelo a la ciudadanía” lo que ha pasado, si bien señala con el dedo “a quienes se inventaron el GIGA” renunciando a seguir en el Partido Popular. “Ahora tratan de echar un velo sobre su propia gestión cuando eran concejales del PP conmigo, y lo hacen cuestionándonos a nosotros, que nos dejaron tirados”. 

Cuando Alonso Soler le acusa de aparecer poco y tarde por el Ayuntamiento, el exregidor responde que siempre cumplió con sus obligaciones: “aquí nadie se preocupaba de cómo se llegaba a final de mes y se podían pagar las nóminas. Yo sí”.