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Almódovar and Company: la izquierda caviar

JOSE MARIA MARTINEZ DE HARO

26·04·2016

Francia acapara una gran tradición en democracia y los franceses han desarrollado un especial olfato para detectar toda clase de impostores o aprendices de brujo que hacen presencia en la sociedad o en la política francesa. Tras aquellas jornadas memorables de Mayo del 68, una izquierda nueva irrumpía en Francia con postulados novedosos que atrajeron buena parte de la juventud. El rancio comunismo de la post guerra parecía postergado por esta nueva ola de jóvenes ilustrados que propiciaban un modelo político y social diferente. Algunos se quedaron alimentándose de la nostalgia y envejecieron sin aportar nada memorable a su tiempo. Recodamos aquellos Daniel Cohn Bendit, Alain Gaismar o Jacques Savaugeot, y como se disolvieron en sus contradicciones. 

El gran desarrollo económico en la Europa democrática fue una feliz realidad propiciada por la decidida apuesta de EE.UU por asentar en suelo europeo una economía de mercado. El capitalismo de la post guerra se adueñó sin demasiados problemas de este incipiente mercado europeo y la dinámica de esta economía propició décadas de prosperidad y estabilidad política con importantes avances sociales en la Europa democrática. Comenzaba el llamado Estado del Bienestar que restó argumentos a la vieja izquierda revolucionaria. Puede que por estas razones y otras, la izquierda se refugió en algunos tópicos. Y surgió otra izquierda que aprovechó a fondo las oportunidades de una economía libre y adoptó sin rubor el lujo y el confort, dando vida a lo que ahora llamamos "beutifoll people". Esta izquierda se asentó en figuras del arte escénico, periodistas y escritores y penetró en la cultura francesa y europea con un toque “chic”. Los franceses comenzaron a calificarlos como la "gauche caviar" (la izquierda caviar). Y así, sin complejos, esta izquierda no encontró empacho en convivir con Marx y Louis Vouitton, Lenin y Moet Chandón, Mao y Pierrre Cardin y todos los iconos del lujo y las marcas exclusivas: una forma sugerente de snobismo. La "gauche caviar" en Francia no ha organizado barreras ideológicas más allá de opiniones personales. En realidad, el toque de izquierdas resultaba una simpática contradicción que ilustraba un sentido lúdico sin excesivo calado político. 

En España surge una mala copia de la "gauche caviar" a comienzos de la transición política. Aquí esa izquierda ejerce constante presencia en todos los foros públicos y medios de comunicación tratando de presionar e influir en la política española de manera determinante. Como nuevos profetas, desde hace años aparecen aglomerados tras una pancarta o firmando manifiestos con rutilantes eslóganes. Los de la ceja, aplaudidores de Zapatero y bien engrasados de subvenciones del Estado, de las Autonomías, de las Diputaciones y de los Ayuntamientos no parecen acomplejados por sus contradicciones. Cantantes, actores, directores, titiriteros y saltimbanquis han adoptado el tono solemne de catedráticos, filósofos o investigadores de talla universal. Y en ese tono se dirigen a los españoles con su irreductible monserga para situarse siempre en el tendido de sombra de la ventaja política y económica. Les falta ilustración y glamour pero cada año estrenan esmoquin y trajes de lentejuelas en la gala de los Premios Goya imitando malamente a los actores y actrices de Hollywood. 

Y ahora, más allá de su sainete sobre el "compromiso social", el nombre de Pedro Almodóvar ha aparecido en los Papeles de Panamá que tanto escándalo están produciendo en el mundo entero. En dichos papeles hay una larga lista de personas que de algún modo están relacionadas con sociedades opacas llamadas "offshore" sobre las que recae la duda en relación a los impuestos que habrían de cotizar en sus respectivos países, y que en algunos casos podría ser constitutiva de delito. 

Ratas del capitalismo les llaman en inglés. Sobre las presuntas responsabilidades fiscales o penales, la Agencia Tributaria habrá de pronunciarse al respecto. Pero entretanto, el hermano de Pedro Almodóvar, sin rubor alguno, ha hecho público un comunicado en el que se declara responsable único de esta operación, lo cual que a los tertulianos y humoristas, también compadres de la zeja, les podría resultar incómodo por cuanto hace unos días se mofaban públicamente de la autoinculpación de Iñaqui Undargarín en relación a la imputación de su esposa la Infanta Cristina, declarándose responsable único en el caso Noos al igual que ahora hace el hermano de Almodóvar respecto a los papeles de Panamá y sus posibles consecuencias en el caso Almodóvar. ¿Les quedará algún chiste de reserva para este caso? ¿Alguna imitación? ¿Dónde está el ingenio de esas cadenas de televisión? 

Los Almodóvar ya traían aprendido un cursillo intenso de cómo eludir impuestos en España. La sociedad panameña, creada en 1991 y mantenida hasta 1994, podría haber servido de cauce para sacar fuera de España los beneficios de sus films más taquilleros: Átame y Tacones Lejanos, y esquivar el fisco español. Y en consecuencia a su férreo compromiso con la izquierda solidaria e igualitaria organizaron un entramado de sociedades y empresas participadas, entre las que cabe destacar una SICAV (¡horror! gritarían Pablo Iglesias, Errejón y Monedero, que consideran a estas sociedades como una forma de evitar en España los impuestos que corresponden al común de los ciudadanos, y pretenden acabar con sus privilegios fiscales si llegaran a gobernar). 

Pues bien, en la gestión de su SICAV (Macri Inversiones) los Almodóvar se dejaron llevar por la codicia y vieron la ocasión de multiplicar fácilmente sus beneficios e invirtieron en uno de los Fondos (Lux Invest) del estafador número uno, Bernard Madoff, y ahí palmaron, como simples manchegos víctimas del engaño de un judío neoyorkino, una cifra escandalosa en dólares que podría superar los cuatro ceros. Así que en Izquierda Unida no estarán para bromas y habrán quitado el cartel de uno de sus portavoces más contumaces, hundido ahora en el descrédito social. 

Cosas del destino, Pedro Almódovar, el gran paladín de lecciones sobre ética, moral y democracia, el terror de la derecha avariciosa, se codea en esta lista con personajes de talla universal adeptos a prácticas del capitalismo más rastrero: el testaferro de Vladimir Putin, dirigentes del régimen Chavista de Venezuela, el Clan de los Pujol, un primo del dictador de Siria, una hermana del Rey Emérito, dirigentes de China y Corea, dictadores, tiranos y mafiosos, así como dos bisnietos de Franco y otros nombres que están en la lista de EE.UU sobre tráfico de armas, narcotráfico y terrorismo. 

Puro sarcasmo. Aquí clamando contra la desigualdad social elevando su voz por la solidaridad, etc. Y al otro lado del Atlántico en esa lista que dejará huella y aclara el verdadero compromiso social de tanto falso profeta. La izquierda caviar.

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