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El SAS cierra un 33% más de camas en el hospital de Huércal con respecto al verano pasado

Lo comunicó la gerente a la Junta de Personal el viernes 12 de junio. El cierre programado para esta campaña estival afectará a las 38 camas de la sección 6ª de Medicina Interna, cuando en 2014 dejaron de estar en servicio 24, según la administración


Imagen del Área de Observación de Urgencias del Hospital de Huércal Overa con los enfermos hacinados a finales de noviembre del año pasado

Javier Irigaray / 09·07·2015


El jueves 11 de junio se constituyó la nueva Junta de Personal sanitario del área norte de Almería y sólo un día después, el viernes 12, fue convocada por la gerencia que dirige los centros de la sanidad pública en la zona. El objeto era comunicar los planes de la dirección para la gestión del servicio durante el verano que iba a comenzar.

Según ha manifestado a ACTUALIDAD ALMANZORA Rafael Álvarez, presidente de la Junta de Personal, los planes de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para el Hospital de la Inmaculada consisten en el cierre de una parte del área de Medicina Interna, concretamente la sección 6ª, que tiene un total de 38 camas.

Hay que tener presente que la “reserva” estival de 2014 afectaba a 30 camas, según señalaban los trabajadores, o 24, según la delegación de Salud. Ahora, el cierre anunciado afectará a 38, o sea, entre un 27% y un 33% más que el año anterior, dependiendo de la fuente.

Este cierre, o “reserva”, según la terminología empleada por la Junta, tendría lugar durante los meses de julio, agosto y septiembre. “Nos comentaron que eso era para empezar, lo que hace pensar que podría ser por más tiempo”, declaró el sindicalista.

Y es que el representante de los trabajadores puntualizó que les comunicaron “que no se trataba de fechas cerradas”. Es decir, que el cierre “se irá haciendo a medida que las camas se desocupen y que las habitaciones volverán a ponerse en servicio en función de la demanda”.

Recordará el lector que al amparo de ese concepto de “demanda”, durante el pasado año el cierre, o “reserva de camas”, que es el eufemismo con el que la administración andaluza prefiere denominar que las habitaciones del centro hospitalario permanezcan sin utilizarse, se prolongó hasta el 20 de noviembre, justo dos días después de que este periódico saliera a la calle mostrando en portada el hacinamiento existente en el área de Observación de Urgencias.

Como publicamos entonces, esa zona del hospital y los profesionales que la atienden se habían visto literalmente desbordados porque la falta de disponibilidad de habitaciones y camas en el centro, debido al cierre del área de Cirugía, no permitía el ingreso en las debidas condiciones de enfermos ya diagnosticados que debían estar siendo atendidos en el servicio [o planta] que les correspondía.
Cuando se construyó La Inmaculada, el área de Urgencias estaba dimensionada para atender a 7 pacientes. Posteriormente fue ampliada hasta 14, pero durante la campaña del verano pasado ese espacio concebido inicialmente para atender a 7 enfermos llegó a estar ocupado por 31.

La experiencia del año anterior y que el cierre de camas sea sensiblemente mayor en éste, ha puesto en guardia a los responsables de la Junta de Personal, que no pueden olvidar las imágenes de los enfermos amontonados en Urgencias. “Estaremos vigilantes –advirtió Rafael Álvarez- para que las camas que ellos dicen ‘en reserva’, se abran cuando hagan falta y, de no ser así, adoptaremos las medidas necesarias para que así sea”.

Según Álvarez, en lo que concierne al personal sanitario, habrá entre 12 y 13 enfermeros y 8 auxiliares menos cada mes, además de un número indeterminado de trabajadores de limpieza y celadores de apoyo. Esto no se puede interpretar a priori como despidos, pero sí parece que el SAS no sustituirá con nuevas contrataciones a las personas que tomen vacaciones.

A los médicos estos recortes les afectan a la hora de atender a los pacientes que, en vez de estar situados en su planta de especialización, estarán diseminados por todo el hospital y las citas quirúrgicas del verano disminuirán. Sólo habrá sustituciones para el personal de urgencias y el de atención primaria.

Explicaba Álvarez que “la programación de intervenciones pasaría de contar con 5 ó 6 quirófanos diarios a una media de entre 3 y 4 durante el periodo estival, lo que significa que se dejan de programar 2 quirófanos; y lo mismo ocurre con las consultas externas, que disminuyen en función de los facultativos que estén de vacaciones”.

Según el representante de los trabajadores, en esta época del año la demora de consultas de quirófano se prolonga unos cuantos días más, pasando la lista de espera de los 40 ó 50 días, hasta los 55 ó 60.

En lo concerniente a los centros de salud, según Álvarez, “se intenta cubrir las ausencias, pero nunca se consigue al cien por cien. Sí se refuerza la zona del litoral con cuatro puestos de médicos que quitan del interior, aduciendo que la gente se desplaza a la costa esos meses, como si todo el mundo veraneara en la costa y los pueblos quedaran vacíos”.

Por su parte, la delegación de Salud insiste en “que las camas en reserva siempre están a disposición para poder ser usadas y se habilitan de inmediato en caso de necesidad”, y su planificación y cierre se debe a criterios de “demanda asistencial”. Asegura, además, la inclusión de “refuerzo de los centros de salud de las zonas costeras de mayor afluencia turística”.

El PP olvida en sus reivindicaciones a la costa comarcal

Rosalía Espinosa, parlamentaria almeriense del Partido Popular, manifestó que en el hospital de La Inmaculada “se cerrarán 38 camas durante el verano. Los quirófanos también se cerrarán por la tarde y solo funcionarán en casos de urgencias, y por la mañana se disminuirán en dos los que hay abiertos”.
La parlamentaria popular exigió “explicaciones sobre el Plan Verano en Almería, sobre datos reales de cierre de camas, sustituciones y refuerzos en hospitales y centros de salud de la provincia”. Pero Espinosa parece haber olvidado que aquí, en el Levante, también hay playa, pues confesó haber “pedido que se refuercen adecuadamente los centros de salud de Almerimar, Roquetas de Mar y Adra, y por supuesto, hemos vuelto a presentar una Proposición no de Ley para que se debata en el Parlamento la reanudación de las obras del Hospital Materno Infantil, vital para la sanidad de Almería”. Ninguna reivindicación para nuestra comarca. Ni siquiera un mísero refuerzo, como solicita para las localidades costeras del Poniente.

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