El pasado viernes, 23 de septiembre, dos policías locales de Garrucha llegaban a las manos en la armería de la Comisaría. Para el exalcalde Juan Francisco Fernández, el nuevo y a la vez antiguo jefe del cuerpo, José Antonio Oller lo ha convertido en un instrumento prescindible
El jefe de la Policía Local de Garrucha, José Antonio Oller |
Miguel Ángel Sánchez / Javier Irigaray / 07·10·2016
El pasado viernes, 23 de septiembre, dos policías locales de
Garrucha llegaban a las manos en la armería de la Comisaría. “A mí no me roces”,
dijo el agente con número de placa 2.288 a un compañero que se identifica con
el 2.290. Nada más se escuchó excepto un fuerte golpe que alertó a los
compañeros. Eran las 15 horas, el momento del cambio de turno.
El policía 2.288 salió en silencio y se dirigió al centro de
salud. Su cuello estaba muy colorado. Todo indica que uno cogió al otro y lo
empotró contra la pared mientras estaban de servicio y armados.
Con el parte de lesiones en la mano, se dirigió al cuartel
de la Guardias Civil e interpuso una denuncia que retiró días después.
Para el exalcalde de la localidad, el suceso saca a la luz
una trama de intereses, aspiraciones y frustraciones orquestada por el jefe
José Antonio Oller, que ha reducido a la Policía Local a un instrumento inhábil
del que Garrucha podría prescindir. “Si hubiera podido, a algunos los hubiera puesto más allá de
Perpignan”.
- Usted opina que la tensión que se vive en el Cuerpo de
la Policía Local viene auspiciada por el jefe José Antonio Oller.
El exalcalde Juan Fco. Fernández |
- No me cabe la menor duda de que es así. Ese malestar es
fruto de la gestión que está llevando a cabo el jefe de la Policía Local.
Reconozco que bajo mi mandato no existían ningún tipo de simpatías, pero ahora,
la gestión de Oller está haciendo visibles entre los afines y fieles a su mando
hechos como el que se ha producido, agresiones entre ellos con denuncias ante
la Guardia Civil. Es una prueba del estado en que se encuentran esos agentes y
la situación de desamparo en que está Garrucha. En el pasado pleno, las
modificaciones presupuestarias que se aprobaron eran para pagar productividad,
gratificaciones, retribuciones complementarias y básicas a los policías
locales, pero todo les parece poco. Y encima, dan el ejemplo que están dando.
Así es imposible trabajar. Recuerdo que el altercado se ha dado entre miembros
del mismo clan, los más cercanos a Oller. En Garrucha hay que decirlo así para
que la gente lo tenga claro. Todo se debe a las falsas promesas o el
incumplimiento de las expectativas que les había ofrecido el señor Oller.
- ¿Cuestión de galones y dinero?
- Sí, galones y dinero. Lo importante no es lo que cobran,
sino lo que trabajan.
- Según el informe del jefe de policía que trajeron
ustedes en 2009, Javier del Pino, los agentes no llegaban a cumplir el horario
laboral y sin embargo se destinaban más de cien mil euros al año para pagar
horas extras. ¿Se repite la situación?
- Es el modo con el que Oller consigue adeptos y compra
voluntades. Mientras la alcaldesa se lo consienta... Sé que las relaciones
entre ellos no andan muy allá. Tal vez sea por la plaza de subinspector o algún
otro compromiso no satisfecho.
- Usted siempre ha mantenido que el señor Oller es una
persona muy politizada.
- Sí, sí. Al cien por cien. Incluso ha pretendido imponerse
a la propia alcaldesa en el partido. Él ha trabajado mucho por el PSOE de
Garrucha y le está echando en cara a la alcaldesa no recibir lo que cree
merecer. En cierto modo creo que quiere intimidar y hacerse notar a nivel
político a través del cargo que ocupa. Allá él con los problemas que está
teniendo con sus propios agentes afines, que ahora parece que ya no lo son
tanto, pero han sido sus afines y empiezan a ver la realidad, porque aunque hay
gente con sentido común, han sido abducidos por las promesas que señor Oller ha
pactado con cada uno de ellos.
- Oller estuvo en el centro del sentido caso vivido por
los agentes Antonio y Ramón, a quienes supuestamente se les quiso impedir
acceder al grado de policía en la escuela de Pulpí; peleó en plena calle, de
paisano, con el hijo de 20 años de uno de ellos que le increpó defendiendo a su
padre; permitía, según informe del exjefe Javier del Pino, que los agentes no patrullaran
las calles o dejasen habitualmente inconclusos los expedientes por sanciones de
tráfico; usted lo destituyó dos años después de llegar a la Alcaldía y le abrió
dos expedientes. Sion embargo, la actual alcaldesa lo ha restituyó nada más
ganar las elecciones del pasado año.
- Él ya tenía bagaje con la alcaldesa. Ha estado trabajando
en la sombra para ella a nivel de padrón, de mercado... Es un hombre que está
en la calle, es dicharachero, se hace el interesante y ha ido recabando muchos
votos para el Partido Socialista. Mari Toñi le tenía que recompensar. Oller no
entró por méritos propios ni mérito alguno a la Policía Local, lo metieron los
suyos, los socialistas, por arte de birlibirloque. Supo trepar y, de haber
podido, sería capitán general.
- Nos cuentan agentes de Garrucha que ahora busca el
grado de subinspector, al que no podría acceder por cuestión de edad.
- No se preocupe usted, que si tiene que cambiar la ley, la
cambiará. Es capaz.
- ¿Qué augura que va a ocurrir en la Policía?
- Voy a ser muy claro. No soy muy partidario de la Policía
Local que tenemos en Garrucha. Lamento que paguen justos por pecadores, pero es
preferible tener el 80% menos y estar más tranquilos. Un día estuve en Almería
declarando en un asunto relacionado con un menor y le dije a un Guardia Civil
que ese era el día que más seguridad había en Garrucha porque los cinco
policías que me acompañaban no estaban en Garrucha. Cuanto más lejos estén de
los problemas, menos problemas habrá. Si un pueblo no puede confiar en su
policía, ya me dirá usted el crédito que puede tener ese cuerpo.
- Para ver sido usted alcalde y su máximo superior…
- Es que en Garrucha la policía está politizada. Cuando
gobernábamos tratamos de tratarnos con respeto. La Policía Local tiene que
aceptar que el alcalde es el jefe supremo, sea del PP, del PSOE o del partido
que sea, es lo que dice la ley. Pero aquí no se acataba el mandato de la ley.
Si no eres socialista no puedes ser su jefe. Así lo mamó tanto Oller como su
compañía. Si yo hubiera podido, a determinados policías los hubiera puesta de
Perpignan para fuera, pero al ser funcionarios, ya sabemos como funciona la
cosa. Y no les puedes exigir productividad porque son funcionarios intocables y
te los tienes que comer o pasar olímpicamente de ellos, y decirles ‘mire ‘usté’,
si quiere venir a trabajar viene, y si no yo le mando el sueldo a casa, pero no
me moleste más a mí ni al municipio’. Es duro lo que estoy diciendo, pero lo digo
de corazón.
Cuatro euros y diez céntimos
Cuenta el exalcalde que “Oller siempre pensó que la Policía
Local era su reino particular. Como socialista, nunca admitió que el Partido
Popular pudiera llegar a gobernar Garrucha y, por tanto, que la máxima
jerarquía del Cuerpo recayera en alguien ajeno a él.
Yo pensé que su actitud podía tener una motivación personal
y delegué las competencias sobre la Policía en Mari Paz Bonet, pero la cosa
seguía igual y era un constante judicializar las relaciones entre el equipo de
gobierno y él.
El último episodio, una vez destituido, fue acerca de unos
pantalones del uniforme. Él estimó que necesitaba un par nuevo y lo solicitó al
nuevo jefe de la Policía, pero, al parecer, su necesidad debía ser imperiosa o
quería demostrar a alguien que él seguía estando por encima de todo el mundo.
No quiso esperar más y los encargó personalmente. Como no podía ser de otra
forma, le desconté los ochenta euros que costaba la prenda que no había pedido
el Ayuntamiento. Se enfadó, me denunció y tuvimos que pagarle los ochenta euros
que le costó el pantalón. Pero no contento con eso, volvió a demandarme
exigiendo los intereses devengados por ese capital. El juez Jesús Rivera, que
se ocupó del caso, no podía dar crédito y se partía de risa. Nos dijo “pero
hombres de Dios, ¿para estas cosas venís a los juzgados?”, sin embargo le dio
la razón y condenó al Ayuntamiento a pagarle 4,10 euros por ese concepto. Yo se
los pagué delante de dos policías y del tesorero del Ayuntamiento. Se los aboné
con 410 monedas de 1 céntimo. Todas las monedas eran legales, las cogió y se
marchó enfurecido sin pararse a contarlas. A lo mejor, en el fondo –remarca con
ironía Fernández-, se fiaba de mí”.
José Antonio es un padre de familia.
ResponderEliminarJosé Antonio no ha participado en éste asunto.
José Antonio no ha vulnerado ninguna ley.
Entonces ¿porqué lo acusa Juan Francisco?
Es posible que a Juan Francisco le haya cambiado el carácter al perder la alcaldía.Y también puede ser que Juan Francisco no haya sido nunca la buena persona que nos quisieron hacer creer.
Por lo visto Custodio cree que José Antonio Oller es un alma cándida de la que se beneficia Garrucha como si fuera un mirlo blanco que nos ha caído. En el ayuntamiento están callados ante las gravísimas acusaciones de Juan Francisco sobre la policía local, ¿por qué se callan? ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que se puede inventar todo lo que dice? Es imposible inventarse eso.
EliminarEspecialmente grave se me antoja que diga que Garrucha está más segura cuando no hay policías.
ResponderEliminarLo chocante es que lo diga Juan Francisco, después de haber sido el "jefe supremo" durante los últimos ocho años.
En fin, cosas del Cuqui que es capaz de estar mucho tiempo hablando sin decir absolutamente nada, como Cantinflas.
OLLER OTRA VEZ EL SR. OLLER
ResponderEliminarOLLER NO ES HIJO DE ESTE PUEBLO, ES DE ADOPCION. EL PUEBLO DE GARRUCHA SE HA PORTADO MEJOR CON ESTE SR. QUE EL CON EL PUEBLO DE GARRUCHA.
OLLER HA PARTICIPADO Y PROPICIADO EN ESTE Y EN TODOS LOS ASUNTOS, ES LA MANO QUE MECE LA CUNA.
TODO EL MUNDO ES PADRE DE FAMILIA O TIENE FAMILIA
QUE PASA, QUE CUANDO ESTE SR. ESTA AL MANDO SURGEN LOS PROBLEMAS NUEVAMENTE
ESO SI SIEMPRE DE VICTIMA, TODO EL MUNDO CONTRA OLLER , ES VICTIMA DE SU BOQUITA
Señores del PSOE de Garrucha "atenle los machos" al Sr.Oller, si no lo hacen continuara el camino de perdicion comenzado. La seguridad y
ResponderEliminartranquilidad del pueblo están en juego.
Un hecho lamentable el acontecido, que nunca tendría que haber pasado. También el Sr. Fernández creo que dice muchas incoherencia, aunque alguna relacionada con el Sr. Oller tiene mucha razón. Señores del PSOE de garrucha como dicen en comentarios atrás frenen al Sr.Oller que va por el pueblo que parece el sherif, de este que no es su pueblo, este señor es de adopción y de hecho nunca lo he visto con nadie de este pueblo en ningún bar, ni paseando con gentes de este pueblo, él no se relaciona con nadie de este pueblo al no ser que sea por su interés personal y para sacar un rédito de esa relación como hizo en su día con la familia socialista de Garrucha, que mira como llego ha este pueblo y donde esta y no por méritos propios. Señores del Ayuntamiento en su legislatura anterior ya le costo perder la elecciones por este señor y lleva camino de ello otra vez.
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