Una de las empresas de Bartolomé Viúdez participó en Huertos del Castillo SL para construir un bloque de 40 viviendas en Huércal Overa con financiación de la entidad, que por impago acabó embargando gran parte del edificio
Bartolomé Viúdez |
ACTUALIDAD ALMANZORA / 03·07·2015
Dos artículos publicados por este periódico en su sección de opinión daban las primeras pistas sobre las actividades privadas de altos cargos de Cajamar que estuvieron fuertemente ligados a la gran promotora surgida en el Levante Almeriense al abrigo de la burbuja inmobiliaria, nos referimos a la mercantil que dirigía el antense Diego Rodríguez Valero, DRV Expertos Inmobiliarios de Almería SL, que acabó en la quiebra dejando tras de sí una larga mancha de impagos que afectaron notablemente a sus acreedores. En los círculos empresariales de la comarca se sabe de sobra. En los juzgados de la zona, también.
La información que hoy traemos a estas páginas es sólo una muestra de esos vínculos entre significados miembros del poder financiero y DRV.
El 13 de agosto de 2004 se constituía en una notaría de la zona, bajo el número de protocolo 3.993, la sociedad limitada Huertos del Castillo de Huércal Overa. La formaban siete personas en representación propia, de terceros o de otras mercantiles. Junto al empresario Diego Rodríguez Valero firmaban la escritura pública el por entonces jefe territorial de Almería de Cajamar, Bartolomé Viúdez Zurano, “en representación de Matías Viúdez Zurano”; Antonio García Salcedo –director de una sucursal de Cajamar en Huércal Overa-, “en representación de su esposa”; y Francisco Alonso Guerrero, destacado empleado de Cajamar en la comarca y, paralelamente, administrador de una mercantil denominada Dopucasa SL –atención a este nombre-, cuyo domicilio social se encuentra en calle Era del Lugar 5 de Antas. Entre los accionistas de Dopucasa aparece, además de el entonces jefe de zona de Cajamar, Francisco Alonso, el propio Bartolomé Viúdez Zurano.
Zurano, bien entrado en la cincuentena y natural de la barriada huercalense de Santa María de Nieva, fue director de dos sucursales bancarias radicadas en este municipio allá por los 90. Primero en el Banco de Andalucía y más tarde fichado por Cajamar –entonces Caja Rural- para dirigir la sucursal de la Plaza de la Constitución. Con el nuevo siglo, Bartolomé Viúdez pasa a ocupar responsabilidades de mayor rango en Almería siendo primero Jefe Territorial de Cajamar en la provincia, después ‘territorial’ en la región de Murcia abarcando Pulpí, Huércal Overa y Los Vélez, y más tarde ascendido a director nacional de sucursales de la entidad. Bajo su mando se encuentran las más de 1.300 oficinas que tiene Cajamar repartidas por Almería y otras 40 provincias españolas. Ahí es nada. Se encuentra por tanto en la parte alta de la jerarquía directiva de la primera entidad de crédito almeriense.
Pero sus actividades no se limitan, al menos durante la pasada década, a ‘La Caja’. Viúdez aparece como accionista en un conjunto de sociedades, todas dedicadas al ladrillo y siempre muy cerca de Diego Rodríguez Valero y sus empresas. Huertos del Castillo de Huércal Overa SL es una de ellas. A través de Dopucasa SL tenía ciento veinte mil participaciones con un valor de 120.000 euros. Él junto a sus otros socios, también señalados nombres de Cajamar.
Huertos del Castillo tenía como objeto social la realización de “toda clase de inversiones Inmobiliarias así como la compraventa de toda clase de bienes e inmuebles, incluso en régimen de multipropiedad, administración y explotación de fincas rústicas y urbanas, su conservación y reparación, la construcción de toda clase de edificaciones y obras tanto libres como de protección oficial, incluso obras civiles”, etc, etc.
La vinculación con la sociedad DRV de Diego Rodríguez Valero llegaba a los términos de compartir el domicilio social, es decir, tanto DRV como Huertos del Castillo tenían su sede la Calle del Mar 3 de Vera.
El total de lo desembolsado por los siete accionistas de Huertos del Castillo SL fue de 800.000 euros. Dopucasa SL, cuyo administrador solidario era por entonces Bartolomé Viúdez Zurano en su calidad de persona física y nunca en representación de Cajamar, había acordado tres días antes de constituirse Huertos del Castillo SL participar en la fundación de esta nueva mercantil. Lo hizo por decisión de la Junta Universal de Dopucasa SL reunida de forma extraordinaria el 10 de agosto de 2004, dando facultades al administrador Francisco Alonso Guerrero a firmar ante notario la constitución de Huertos del Castillo SL. Alonso, conocido popularmente en el pueblo de Antas como ‘el forroga’, compatibilizaba por aquellos días –al igual que Bartolomé Viúdez- sus tareas profesionales en Cajamar como jefe de la Zona Levante, con actividades privadas ligadas al ladrillo. De hecho, la sede de Dopucasa SL coincide con la dirección donde Diego Rodríguez Valero y el propio Francisco Alonso tenían su vivienda, la calle Era del Lugar de Antas –Valero la vendió tiempo después-. El hecho de que Docupasa SL y la DRV de Rodríguez Valero formaran tándem en los negocios no era fortuito, no en vano, tanto uno como otro se conocían por ser vecinos y todo apunta que también por las relaciones de DRV con la entidad Cajamar que pasaban, evidentemente, por el visto bueno de Francisco Alonso como jefe de la Zona Levante, y muy probablemente por su superior Bartolomé Viúdez.
Encontramos por tanto a conocidos miembros de la entidad Cajamar en la comarca relacionados con los negocios de la construcción guiados por el antense Rodríguez Valero (DRV). A saber, Antonio García Salcedo, director de sucursal en Huércal Overa; Francisco Alonso, jefe de Zona Levante; y Bartolomé Viúdez, el superior de los dos anteriores.
Pese a la presupuesta disposición a ganar dinero, el resultado de las actividades de Huertos del Castillo SL no fue muy boyante. El ejemplo del gran bloque de viviendas levantado en la entrada de Huércal Overa con plazas de garaje y bajos comerciales no concluyó en éxito a tenor de su situación actual. Localizado frente a la antigua plaza de abastos, hoy, transcurridos aproximadamente 7 años desde su terminación, los apartamentos están en manos de Cajamar, que al menos prestó a la sociedad para la compra del solar 1,6 millones de euros. Posteriormente, Huertos del Castillo SL suscribió nuevos créditos de mayor cuantía para la construcción del edificio.
En la actualidad, la obra forma parte de los activos de ‘La Caja’ a través de su empresa Cimenta2, que se ocupa de vender todas aquellas promociones fallidas que Cajamar hubo de quedarse, por lo general, debido a la imposibilidad de los prestatarios para hacer frente al pago de los créditos.
La obra levantada en Huércal Overa por Huertos del Castillo SL, llegó a contabilizar en sus balances 14.930.609,64 euros en 2008. ¡15 millones de euros!
Como conclusión de lo expuesto cabe preguntarse si Cajamar, que tiene 1,3 millones de socios –cooperativistas, y en definitiva depositantes o clientes de todos los niveles económicos-, respaldó financieramente a Huertos del Castillo SL respondiendo a sus principios de “desarrollo de actividades en un entorno ético, socialmente responsable y orientado a la acción social”, o si por en contrario los fondos que prestó a esta mercantil obedecían al simple hecho de que participaban en ella nombres destacados de la dirección. En más, el interrogante se extiende a la posibilidad de si, siendo como eran algunos de sus accionistas personas influyentes de Cajamar y con capacidad de decisión sobre la otorgación de créditos, la entidad era consciente de estas operaciones que acabaron fallidas y si tomó las debidas garantías o avales para garantizarse el cobro en caso de que fracasaran.
La negativa de varios de los citados a responder a nuestras llamadas –Bartolomé Viúdez llegó a colgar el teléfono tras identificarnos- no ayuda a esclarecer las cosas.
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ENLACES A OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS:
Hasta tres sociedades inmobiliarias fundaron el director y el subdirector General de Cajamar con Diego Rodríguez
Y a mi me deniegan una tarjeta de crédito de 1.000 euros, me pensaba que todos los chorizos estaban en politica pero veo que no
ResponderEliminarSi necesitas una tarjeta de 1000€ igual te unes al club
ResponderEliminarVaya individuo, el Bartolome Viudez. Como cliente muy cercano a esta entidad y los "movimientos que realiza" soy conocedor del último ERE que "echaron a la calle" acerca de 600 empleados, el haberse empleado con total saña y maldad, con algunos padres de familia que no estaban en condiciones -ni podian- marcharse, por cargas familiares y demás circunstancias, y se empleo con toda la crudeza para que abandonaran la empresa, vencidos por las amenazas y coacciones, cuando habían hecho por ella, desde Caja Rural de ALmería, mucho más que este individuo. Pero atención, la vida da muchas vueltas......... y todo se sabrá.
ResponderEliminarY...¿cual es la noticia?
ResponderEliminarEspaña es un Estado de Derecho y por eso, todo lo que no está prohibido por Ley puede ser ejercido por los ciudadanos.
¿Hay alguna Ley que diga que estas personas no pueden ser empresarios y actuar como tales?
No veo irregularidad alguna en lo que dice la noticia.
Deisculpen mi simpleza, pero no veo ninguna irregularidad en la actuación de estas personas.
ResponderEliminar¿Qué delito han cometido?
Así va España!, después de chorizadas como estas y sigue habiendo gente que piensa que no pasa nada, que esto no es noticia...... Os parece poco que se haya aprovechado de su puesto en una Cooperativa para que entre todos financiemos sus actividades privadas para lucrarse en sus negocios paralelos (prevaricación)?, cuando a cualquier empleado que entra en Cajamar es bien advertido y amenazado para que no ejerza ninguna actividad que no sea la propia bancaria.
ResponderEliminarDe todas formas no es un caso aislado en Cajamar, ya que tiene otros altos directivos como Diego Gonzalez, que intentó hacer un poco más grande su pueblo, Palomares, siguiendo esos mismos pasos, y tras su inclusión en el sector inmobiliario ha tenido que salir por patas dejando quebradas a las empresas, y lo único que ha conseguido es engordar la base de datos de Cimenta, esa que después tienen que colocar sus empleados de la Caja, volviendo a Cajamar, su casa, donde siempre tiene las puertas abiertas y está protegido por sus socios y compinches.
Se trata de directivos que no son capaces de dirigir una empresa y sin embargo ostentan altos cargos presionando sin compasión a sus empleados, cesándolos cuando no han obtenido unos resultados deseados, a todas luces, desproporcionados y que intentan que ahora estos vendan esas mismas construcciones que ellos no han sido capaces de hacerlo.
Contadnos mas... no nos dejes a medias... la historia promete....
ResponderEliminarEn nuestra zona de Poniente, no salimos del asombro, al leer todo lo que están publicando y que de forma casual hemos conocido. Lo primero que suponemos es que estará suficientemente probado, pues se esta señalando a personas muy influyentes con actos que, cuando menos a mi forma de ver, éticamente dejan mucho que desear.
ResponderEliminarTodas nosotras debemos mucho a Caja Rural nos ha ayudado mucho y es será siempre nuestra caja, pero si tienen ahora algunos ejecutivos así, deben de sea investigados y apartados de sus puestos de inmediato.
Sabemos que tienen publicado un código ético y normas internas muy estrictas para los empleados normales, y observo entre otras muchas cosas que en sus normas dicen lo siguiente:
"El Código de Conducta del Grupo Cooperativo Cajamar regula el desempeño diario de la labor de los empleados, directivos y miembros de los órganos de administración, recogiendo una serie de normas, principios éticos y valores de obligado conocimiento y cumplimiento."
Su código de Código de Conducta (Marzo 2014) regula lo que no deben de hacer las personas que prestan sus servicios en el Banco, citándose lo siguiente, entre otras cosas:
"c) A no utilizar información del Grupo en beneficio propio, absteniéndose de asumir funciones profesionales en el seno del Grupo que puedan verse afectadas, directa o indirectamente, por sus intereses personales o familiares, o que no puedan desempeñar con objetividad.
d) A abstenerse de aprovecharse de información privilegiada.
e) A no ejercer su influencia sobre el Grupo con objeto de obtener para sí o para terceros, con los que tengan algún vínculo, productos y servicios en situaciones inusualmente ventajosas.
f) A abstenerse de realizar directa o indirectamente acciones competitivas con las actividades empresariales que desarrolla el Grupo.
g) A abstenerse de dar o recibir regalos, prebendas o comisiones, así como cualquier tipo de compensación económica derivada de su actividad en el Grupo o su pertenencia al mismo. Además, se comprometen a difundir entre proveedores y clientes este principio cuando sea oportuno.
h) Como excepción a lo establecido en el artículo anterior, a aceptar sólo regalos de carácter promocional o de cortesía, siempre que su valor no sea económicamente relevante.
i) A no utilizar estrategias personales de cobertura o seguros para contrarrestar los efectos de alineación del riesgo incluidos en el sistema de remuneración.
j) En el caso de desempeñar actividades profesionales distintas a las realizadas en el Grupo, a no dejar que este hecho suponga una merma en su rendimiento laboral"
Y así en varios documentos que se insertan en la Web se habla de la ética, buena conducta, etc.,...
Yo como mujer humilde económica y socialmente que soy me pregunto ¿Se estarán vulnerando alguna de estas u otras normas o buenas practicas bancarias por parte de los directivos señalados?
Estos son los Rodrigo Rato de Almería! El Acebuche os espera...buena suerte!!
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