Parlamentarias populares anuncian que exigirán este servicio mientras la Delegación de Salud asegura que ya se presta en La Inmaculada
Javier Irigaray / 11·09·2015
Todo empezó el pasado 30 de
julio. Aquel miércoles, el consejero de Salud de la Junta de Andalucía,
Aquilino Alonso, afirmó en la comisión de Salud del Parlamento andaluz que “en
todos los hospitales comarcales del SAS están implantadas las unidades de
tratamiento quimioterápico, con el objetivo de acercar el tratamiento al lugar
donde viven los pacientes” y que “todos los andaluces disfrutamos de una
igualdad de acceso a la tecnología”.
Tres semanas más tarde, el 19 de
agosto, Carmen Crespo y Aránzazu Martín, parlamentarias almerienses del Partido
Popular, anunciaron en rueda de prensa que su grupo va a presentar una
Proposición No de Ley en la Cámara andaluza exigiendo a la Consejería de Salud
“la implantación de las unidades de oncología y quimioterapia en los hospitales
comarcales de Poniente y La Inmaculada”, ya que, según explicó Espinosa, “en Almería
tenemos dos hospitales comarcales [los del Poniente y Huércal Overa] y no hay
unidad de tratamiento quimioterápico en ninguno de los dos, lo que quiere decir
que el Consejero de Salud no sabe cuáles son los medios que hay en Almería ni
las necesidades que tenemos, y nosotros, desde el PP, le exigimos una
rectificación, que se tomen medidas desde la Consejería, y esperamos que todos
los grupos políticos apoyen nuestra iniciativa porque entendemos que es de
justicia para los almerienses”.
La parlamentaria del PP ha
explicado que “uno o dos especialistas en Oncología” se desplazan una vez a la
semana a Huércal Overa para atender a pacientes de este distrito sanitario.
Sólo un día después, la
delegación de Salud en Almería salía al quite desmintiendo las acusaciones
vertidas desde el Partido Popular y afirmaba, en un comunicado, con total
rotundidad, que “los pacientes oncológicos tienen garantizada su asistencia” y
que “el Hospital de Huércal Overa cuenta con unidades de tratamiento quimioterápico”.
Salud afirma, además, que “la
Inmaculada ha doblado el número de sesiones de quimioterapia en los últimos
cinco años. En el año 2010, se realizaron 701 sesiones de quimioterapia
oncológica y, en 2014, las sesiones realizadas se elevaron a 1.506. En este
centro, se ofertan además otro tipo de tratamientos oncológicos como son la
hormonoterapia y la Bio-Inmunoterapia. El número total de pacientes atendidos
en consultas de Oncología del Hospital La Inmaculada en 2014 fue de 1.064
pacientes, de los que un 7% fueron primeras consultas”.
En lo concerniente al servicio
de Oncología en Huércal Overa, añadían desde la Delegación que “el Hospital de
La Inmaculada cuenta con una sala de once sillones y una cama, así como otras
dependencias propias de este tipo de unidades, y con un equipo de seis
profesionales que garantizan la atención. Este dispositivo funciona de lunes a
viernes, de 8 de la mañana a 8 de la tarde. Los principales procesos oncológicos
que se tratan en este Hospital de Día son cáncer de mama, algunos pacientes con
cáncer colorrectal y procesos oncológicos hematológicos”.
UGT aclara
Ante panoramas tan diferentes
como el mostrado por las parlamentarias populares y el descrito por la
Delegación de la Consejería de Salud, preguntamos a un portavoz de los trabajadores,
en concreto al médico y responsable de sanidad de UGT para el área sanitaria
norte de Almería, Jacinto Lizarán.
“En Huércal Overa –afirmaba el
sindicalista- se operan muchos tipos de tumores, como los de mama o la mayoría
de los de colon siguiendo los mismos protocolos que en cualquier otro hospital.
Los martes hay una consulta de Oncología que en ningún momento se ha cerrado,
ni siquiera en verano, y se administra quimioterapia, también hematológica a
pacientes afectados por leucemia. Esa es la realidad. Como tal, no existe un
servicio de Oncología completo, pero sí atención en consulta y se operan
tumores, no todos, como tampoco se operan todos los tipos de tumores en
Torrecárdenas, en el Carlos Haya de Málaga ni en el Gregorio Marañón de Madrid.
Lo que no tenemos en Huércal Overa es radioterapia, pero la ‘quimio’ que aquí
se prescribe, también se administra. Ahora bien, pacientes con tumores que
tienen metástasis muy avanzadas, que requieren de un tratamiento muy selectivo
o que afectan a determinadas partes del organismo, hay que derivarlos a otros
hospitales con recursos específicos. No todos los cánceres se tratan en
España”.
“No se puede decir –matizaba
Lizarán- que no existe atención, pero hay que reivindicar que se vaya
avanzando. Tal vez habría que pedir la incorporación de dos oncólogos y que la
consulta, en vez de abrir un día a la semana, lo hiciera dos. La política a
seguir no puede ser como la que ha habido en este país, de construir
aeropuertos o autopistas que luego no usa nadie. Los afectados son enfermos que
se atienden de inmediato. No se deja nunca en espera a un paciente con un
cáncer”.
Para el médico “en nuestra área
hay otras urgencias en materia de sanidad, como el que en verano se cierren
consultas y plantas en el Hospital cuando somos una zona turística que
incrementa su población precisamente en estas fechas. Ya puestos a ir a una
‘guerra’ para conquistar votos, podían empezar por asuntos como éste”.
“Errores como el de negar la
existencia de atención oncológica y quimioterapia en La Inmaculada es un
síntoma de que la oposición, como el gobierno, no consulta a los profesionales,
porque si le hubieran preguntado a alguno, le habría contado la realidad, como
yo estoy haciendo ahora. Como servicio, no existe, pero sí que se presta la
atención médica especializada”, concluía Lizarán.
“Lo que no hay en Huércal Overa
–aclaraba el de UGT- es servicio de Medicina Nuclear, que requiere un aparataje
caro y necesita los especialistas correspondientes para implantar una unidad de
Oncología completa con tres doctores más el resto de personal adjunto
necesario. No hace tanto tiempo que se instauró ese servicio en Almería, así
que podemos hacernos una idea de lo que tardará en llegar aquí. Ahí sí que los
políticos tienen mucho que decir”.
“Ahora se avecinan unas
elecciones y todos van a prometer nuevos servicios en el Hospital de La
Inmaculada pero, una vez que transcurran, la realidad siempre es que vendrán
más recortes. Ya está anunciándolos el Consejo Europeo, aunque aquí no parezca
darse nadie por enterado. El cierre de plantas en verano es ya un hecho
generalizado y asumido con naturalidad por la población. Ese cierre, que empezó
siendo de un mes, ya se extendió el año pasado hasta finales de noviembre.
Servicios como el de Mojácar Playa debería reforzarse más en temporada
turística alta, cuando la afluencia de usuarios crece disparatadamente. No es
sólo una cuestión del ámbito sanitario, es que afecta a un pilar básico de
nuestra economía. Si el turista no ve una atención en condiciones, elegirá otro
destino que le ofrezca más garantías”, sostenía el sindicalista.
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