Estefanía Ponce era hasta el pasado 25 de octubre secretaria de Organización y concejal del Grupo Socialista en Pulpí. La decisión adoptada por el Comité Federal de permitir la investidura de Mariano Rajoy por medio de la abstención, le hizo perder “la fe” en su partido
Estefanía Ponce, en el centro de la imagen, durante un Pleno en el Ayuntamiento de Pulpí |
Estefanía Ponce era hasta el pasado 25 de octubre secretaria de Organización de la agrupación local y concejal del Grupo Socialista en el Ayuntamiento. La decisión adoptada por el Comité Federal el domingo 23 de permitir la investidura del actual presidente en funciones por medio de la abstención, le hizo perder “la fe” en su partido: “el PSOE no está para hacer presidente a Rajoy”, especialmente si ocurre “contra el criterio de la mayoría de los militantes”.
Se trata, que se sepa, de la única baja que se ha producido de momento en el Partido Socialista almeriense como consecuencia de la decisión adoptada por el Comité Federal el pasado 23 de octubre de permitir la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España, que fue posible gracias a la abstención de 68 diputados del PSOE durante el Pleno del Congreso del sábado 29. Todo parece indicar, dado el tiempo trascurrido desde entonces, que será la única.
Su nombre es Estefanía Ponce García y hasta el domingo 23 de octubre ocupaba la secretaría de Organización del comité local del PSOE de Pulpí, también un puesto en la ejecutiva provincial y un acta de concejal en la oposición en el Ayuntamiento –a la que renunció oficialmente el martes, 25 de octubre- al haber concurrido como número dos de su partido a las últimas elecciones municipales.
“Estoy en total desacuerdo con la decisión del Comité Federal de propiciar la investidura de Rajoy como presidente de España por medio de la abstención y en contra del criterio de la mayoría de los militantes, expresado en un documento que han firmado más de 93.000 de los 180.000 afiliados del partido. Y, aún así, decidieron abstenerse”, argumenta Ponce.
“Mi certeza –añade- es que el PSOE no está para hacer presidente a Rajoy, y por eso renuncio a ser secretaria de Organización de la agrupación local, a mi cargo en el comité provincial y al acta de concejal, que considero pertenece al partido y no tiene sentido que me la quede cuando renuncio a la militancia. Cuando una pierde la ilusión y la convicción, lo mejor que puede hacer es retirarse”.
Aunque el Comité Federal alega que permitir la formación de un gobierno y poner fin a una situación provisional, aunque sea auspiciando un ejecutivo del Partido Popular, es una cuestión de Estado y se hace “por el bien del país”, Estefanía Ponce no comparte ese criterio. Más aún, afirma que “poco bien se le hace a España consintiendo un nuevo mandato a Mariano Rajoy”.
Respecto a otro de los argumentos esgrimidos por la Gestora socialista, el de la supervivencia del partido, puesto que unas nuevas elecciones depararían un resultado más que incierto para el PSOE, la ya exedil pulpileña asegura estar “convencida de que el partido sólo puede salir de su crisis manteniendo los ideales y la fidelidad a los valores que defiende, y eso es incompatible con facilitar un gobierno de la derecha. Atenta contra 137 años de historia del Partido Socialista”.
“Es cierto que desde el Congreso de los Diputados se puede trabajar por las ideas que siempre ha defendido el PSOE –admite Estefanía-, pero yo miro el hemiciclo, veo una mayoría de izquierdas y no entiendo por qué no se ha hecho un esfuerzo para que exista igualmente un gobierno de izquierdas”.
Sobre la ‘razonable’ línea roja que había fijado el Comité Federal impidiendo a Pedro Sánchez pactar con formaciones independentistas, Estefanía opina que “en esta vida se puede dialogar y negociar todo. Yo no estoy a favor de la independencia de Cataluña ni de ninguna otra región de España, y hasta donde sé, Pedro Sánchez estaba intentando construir un acuerdo de gobierno con PODEMOS facilitado por la abstención de Ciudadanos. Esa posibilidad estaba abierta y lo triste es que no ha sido truncada por fuerzas externas al Partido Socialista, sino dinamitada desde dentro”.
La exdirigente socialista niega estar adscrita a alguna de las facciones del partido: “No es una cuestión de bandos. Yo no me considero sanchista ni susanista. De hecho, en las primarias di mi apoyo a Fernández Tapias. Mi repulsa es contra la manera en que han actuado los dirigentes de la gestora”.
“Es cierto que el PSOE no es un partido asambleario –afirma-, pero la dirección era consciente de la opinión de la gente, respaldada con la firma de la mayoría de los afiliados”.
Ponce asegura que su decisión es “estrictamente personal” y no tiene conocimiento de que vaya a ser secundada por otros compañeros. Desconoce, por tanto, si se van a producir más dimisiones en Pulpí o en cualquier otra agrupación de la comarca, no obstante, aclara, “hay personas que entienden mi actitud aunque no la comparten”. Y por contra a éstos, “otros que ni la entienden ni la comparten”.
“Que únicamente yo haya abandonado la disciplina del partido en Pulpí se debe a que el resto de mis compañeros, aún estando en desacuerdo con lo que está ocurriendo en el partido, mantienen la esperanza de poder cambiar las cosas en el próximo congreso y en las primarias que vienen. Yo he perdido la fe y estoy convencida de que los mismos que han auspiciado esta situación, seguirán haciendo con el partido lo que quieran por encima de la voluntad de los militantes”.
“El día 22, cuando el alcalde del municipio de Jun entregó las firmas de más de la mitad de los afiliados contrarias a la abstención, demostrando que hay un apoyo descomunal a esa tesis, yo estaba convencida de que el Comité Federal iba a cambiar su apreciación, por eso decidí esperar. Aún tenía esperanza. Pero ya sabemos qué pasó después. Nadie de los que debían tuvieron en cuenta el deseo mayoritario de las bases. Y ahí fue cuando me planteé renunciar y renuncié”.
“Por eso –añade-, en mi escrito afirmo que soy socialista y de izquierdas hoy y siempre, y que prefiero perder unas terceras elecciones honradamente, defendiendo mis valores morales, que evitarlas traicionando esos mismos ideales. No voy a juzgar los actos de mis demás compañeros. Yo creo que soy fiel a lo que siempre ha sido y defendido mi partido”.
“Relaciones muy distantes”
Estefanía Ponce no ha recibido ninguna llamada desde la ejecutiva almeriense interesándose por su decisión. “Tampoco la esperaba –afirma categórica-. Desde hace muchos años, la relación entre Pulpí y la dirección provincial es muy distante”.
“Las discrepancias se remontan a épocas en que yo no estaba aún. Eran diferencias entre personas, valores y formas de entender la política”.
Ponce niega conocer si esas diferencias tienen que ver con una posible incompatibilidad entre la anterior dirección del PSOE pulpileño, dirigido por María Dolores Muñoz, y el actual secretario provincial. “María Dolores es una gran política. No sé si esta situación tiene que ver con Sánchez Teruel o no, pero sí puedo asegurar que toda la agrupación de Pulpí está en el mismo barco, como demuestran los escritos cruzados con la dirección provincial”.
“Llevo siete años en el partido. Al igual que Ramón [Pérez, secretario general de la agrupación de Pulpí], cuando llegué a la dirección del partido en Pulpí, intenté reconducir las relaciones con la dirección provincial, pero ha sido imposible por el carácter crítico e independiente de nuestra agrupación. En el seno del partido, la libertad de expresión es plena, pero las consecuencias son las que son en la práctica y todos podemos ver”.
Aunque distante de los dirigentes provinciales, la dimisionaria afirma que “tampoco hemos estado solos en el PSOE, y animo a la agrupación de Pulpí a que nunca pierda su independencia y su espíritu crítico. Siempre ha sido independiente y, como yo, profundamente socialista, con ideas y valores que defiende cueste lo que cueste. Fielmente”.
No hay comentarios :
Publicar un comentario