La alcaldesa de Mojácar salió por la puerta trasera de los juzgados dtras prestar declaración en el caso de los empadronamientos masivos. Allí la esperaba un periodista de esta casa al que, tras intentar impedir su labor, acabó espetándole, impotente, la imprecación que señala el titular
Rosa María Cano (PP), alcaldesa de Mojácar, graba con su móvil a un periodista de esta casa tras salir por la puerta de atrás de declarar en el juzgado de Vera |
Miguel Ángel Sánchez / 12·04·2017
La regidora salió por la puerta trasera de los juzgados de Vera tras prestar declaración en el caso de los empadronamientos masivos. Allí la esperaba un periodista de esta casa para obtener el documento gráfico de la noticia. Tras intentar impedir su labor, acabó espetándole, impotente, la imprecación que señala el titular. No fue el único incidente que protagonizó la primera edil esa mañana con la prensa.
Rosa María Cano no fue capaz de asimilar su derrota en el intento de que su desfile por los juzgados pasara inadvertido y descargó su ira, o quizás su nerviosismo, contra el reportero de ACTUALIDAD ALMANZORA que la inmortalizó saliendo por la puerta de atrás de la sede judicial.
La vista tuvo lugar a las 11:00 del pasado 2 de marzo en el juzgado de Vera. La alcaldesa había sido llamada para prestar declaración en el caso de los empadronamientos masivos bajo sospecha que ocurrieron a escasos meses de la celebración de las últimas elecciones municipales, muchos de ellos en domicilios en ruinas o pertenecientes a ediles del Partido Popular.
La oposición los vincula con el exagerado porcentaje de voto por correo -18%- registrado, y el representante de Ciudadanos lo puso en conocimiento de la justicia, que instruye un procedimiento en el que se personó, además, el Partido Socialista.
El día señalado concitó la presencia de corresponsales de prensa, como suele ocurrir en los asuntos de interés público, y nuestro medio estuvo presente con dos periodistas para cubrir la noticia, tras haber vivido la experiencia en ocasiones anteriores de esperar en la puerta principal del juzgado mientras la alcaldesa salía del edificio por la trasera.
La previsión estuvo más que justificada, pues la regidora no abandonó la sede judicial por su acceso normal, sino que a las doce del mediodía salió por el de servicio. Sin embargo, esta vez se encontró con el fotógrafo de nuestro periódico, que comenzó a disparar su cámara mientras Rosa María Cano, sorprendida, intentaba ocultar su rostro al objetivo.
Cada vez que el reportero se situaba frente a ella, la alcaldesa se giraba, cambiaba de dirección o agachaba la cabeza para evitar que se le viera la cara. En un momento dado, la primera autoridad de Mojácar empuñó su móvil y empezó, con actitud desafiante, a grabar al redactor gráfico, que continuaba fotografiándola.
Al acabar el reportaje, cuando el periodista se disponía a marcharse, la primera edil se encaró con él, un joven natural y vecino de Mojácar, al que conoce desde siempre, y le espetó mientras reía pretenciosamente: “Niño, tú te drogas”, una imprecación que sólo es posible entender desde la impotencia de quien fue ‘cazada’ en una situación que quería, por todos los medios, evitar que trascendiera. Pero no fue éste el único incidente con la prensa protagonizado ese día por Rosa María Cano en los juzgados de Vera. Poco antes, en el interior del edificio, el redactor del periódico en inglés Costa News, Richard Torné, se dirigió a la alcaldesa solicitándole unas declaraciones. La regidora le emplazó a que esperara un momento para, a continuación, pedir a un agente de la Guardia Civil que echara de allí al periodista, a lo que el miembro de la Benemérita le respondió que no había ningún motivo para expulsar al informador. Le dijo que ella era libre de responder o no a sus preguntas, del mismo modo que lo era el reportero a permanecer en donde estaba.
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