“La alcaldesa de Mojácar culpó a un funcionario de los presuntos empadronamientos fraudulentos”

Rosa María Cano (PP) compareció ante el juzgado para declarar por el censo masivo de ciudadanos en vísperas de las elecciones municipales. La regidora descargó toda responsabilidad en el trabajador que tramita esos expedientes

Rosa María Cano (izda) sale de los juzgados de Vera tras declarar como investigada en un caso de prevaricación el pasado 3 de abril

Miguel Ángel Sánchez / 11·04·2017

Rosa María Cano (PP), primera edil de la ciudad, compareció el pasado 2 de marzo ante el juzgado para declarar por el censo masivo de ciudadanos en vísperas de las elecciones municipales. La regidora “tiró balones fuera” durante su comparecencia y descargó toda responsabilidad en el trabajador que tramita esos expedientes, asegurando que ella “se limita a firmar lo que le pasan”. Tras la vista, salió por la puerta de atrás, el mismo lugar por el que había entrado, e insultó a un periodista de esta casa que cubría la noticia.

Manuel Zamora, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, asegura que la alcaldesa de su pueblo no deja de sorprenderle. Esta vez ha sido durante su comparecencia ante la titular del juzgado número 1 de Vera durante la vista que tuvo lugar el 2 de marzo a las 11 de la mañana sobre el extraño caso “de las masivas altas que se producen en el censo justo antes de las elecciones municipales”. 

El edil socialista representa a su partido, una de las partes personadas en el proceso, y asegura que, durante su declaración, Rosa María Cano “no tuvo el más mínimo reparo en abdicar su responsabilidad” en el funcionario. Así, a preguntas de la jueza, la alcaldesa “tiró balones fuera afirmando que ella no prepara los expedientes, que sólo se limita a firmarlos, y culpó a un trabajador, el único que se dedica a ese cometido, de ser el autor de los presuntos empadronamientos fraudulentos”. 

“Me parece muy grave –abunda Zamora- que en el momento en que la están señalando y acorralando por unos hechos tan execrables en un país democrático, eche las culpas a un empleado, cuando quien firma es ella y, por tanto, es la máxima responsable. Los funcionarios se limitan a tramitar. El empadronamiento es un acto administrativo que se resuelve por decreto y, por tanto, la responsabilidad es de quien lo firma. En este caso, de la alcaldesa Rosa María Cano Montoya. Si alguien llega hasta el Ayuntamiento con un contrato de alquiler, el DNI y toda la documentación requerida, el trabajador está obligado a cursar el expediente, porque de no hacerlo estaría prevaricando”. 

El proceso que nos ocupa tiene su origen en la denuncia que interpuso Ciudadanos el 21 de abril de 2015, un mes antes de las elecciones municipales, ante sus sospechas por el excesivo número de altas que habían observado en el censo. Recuerde el lector que cuatro años atrás, el alcaldable por la formación naranja, Diego García, no obtuvo acta de concejal por un sólo voto cuando lideraba la candidatura de Movimiento Progresista Mojaquero, lo que habría supuesto la pérdida de la mayoría absoluta, y quién sabe si también la alcaldía, al Partido Popular de Rosa María Cano, en unos comicios que vieron cómo el 18% de los votos llegaron por correo, y cómo, también, 198 de los 200 rumanos empadronados en el pueblo ‘eligieron’ ésta modalidad de sufragio, muchos de ellos domiciliados para el censo en viviendas semiderruidas y deshabitadas. 

A la demanda se unieron Somos Mojácar y PSOE. La titular del Juzgado nº 1 de Vera decidió archivarla el 18 de diciembre de 2015, pero los socialistas, que se habían personado apenas dos semanas antes, recurrieron esa decisión el 5 de enero de 2016 ante la Audiencia Provincial, que ordenó reabrirlo el 26 de octubre pasado. 

“Nuestra intención es que se investigue –afirma Zamora-. Hay muchos antecedentes. Ya se escapó Rosmari en 2011 con un tirón de orejas de la Junta Electoral Central a la de Zona, a la que acusó de haber tramitado incorrectamente el recurso que presentamos entonces todos los partidos solicitando un nuevo escrutinio ante la descomunal avalancha de voto por correo. Ahora estamos indagando plenamente convencidos de que los empadronamientos que denunciamos son fraudulentos y están firmados por Rosa María Cano, que no se puede inhibir ni irse de rositas en esta ocasión”. 

Afirma el concejal que “ella conoce el padrón de memoria, desde la ‘A hasta la ‘Z’ y no puede argumentar que ignora que su cuñada y su sobrina viven en Garrucha y, sin embargo, aparecen censadas en Mojácar”. 

“Conocemos muchos más ejemplos que hemos aportado a la jueza –añade-, además de otros que ha podido descubrir la Guardia Civil, que también está investigando el asunto. Son casos flagrantes. La alcaldesa no podía olvidar que obtuvo en 2011 la mayoría absoluta por tan solo un voto y, ¡qué casualidad!, en 2014, el año antes de las elecciones municipales de 2015, se empadronaron 200 personas más que los anteriores y justo esa es la diferencia de sufragios que obtuvo el PP con respecto a las anteriores”. 

Todo lo expuesto hace que el edil de la oposición esté “profundamente convencido de que se ha trucado el resultado de las elecciones municipales. Uno se puede empadronar en cualquier momento, pero lo que no es normal es que haya repuntes en el censo coincidiendo con un año electoral. Y más sospechoso resulta que esos nuevos ciudadanos de Mojácar sean personas cercanas a miembros del Equipo de Gobierno que se inscriben en los domicilios de esos mismos ediles”. 

Para ilustrar los “repuntes” mencionados, el concejal aporta datos que califica como “realmente curiosos”. Así, en 2011 hubo 503 altas en el censo, 459 en 2012, 431 en 2013 y en 2014, el año anterior a las municipales, se disparan los nuevos empadronamientos hasta los 622. “Es normal que existan altas –comenta-. Todos los años nacen niños y vienen personas de fuera por cuestiones laborales o a vivir su jubilación, pero no deja de llamar la atención que justo antes de las elecciones se dispare la cifra”. 

“En 2015 –concluye Manuel Zamora- nos votaron más mojaqueros que cuatro años antes precisamente para luchar contra la corrupción. Haremos una oposición contundente para cumplir con su mandato”. 

“Le sale la bilis que lleva dentro” 

Al portavoz socialista le parece un “trato de favor inmerecido” que la alcaldesa de Mojácar entre y salga de los juzgados por la puerta de atrás. “Todos los días vemos a personas como Rodrigo Rato o la hermana del Rey entrar por la principal. No entiendo por qué el de Vera tiene esa deferencia con Rosa María Cano y vamos a elevar una queja al respecto”. 

En cuanto al altercado que protagonizó contra un reportero de esta casa, al que la regidora llegó a espetarle, visiblemente airada, “oye, ¿tú te drogas?” cuando estaba cubriendo la noticia, Manuel Zamora sostiene que “es un síntoma. Le sale lo que es, la bilis que lleva dentro. Es denigrante que la representante de un pueblo insulte a un periodista, y más cuando, como en este caso, lo conoce desde que nació porque es un ciudadano de su pueblo. Me parece muy fuerte. A ella no se le escapa nada de lo que pasa y sabe perfectamente que ese periodista no hace eso. Los mojaqueros no se merecen una alcaldesa así”. 

¿Intención de confundir? 

Pocos días más tarde de la comparecencia de Cano en el caso de los empadronamientos masivos, la prensa se hacía eco el lunes 6 de una noticia filtrada que daba cuenta del archivo de “la causa abierta contra la alcaldesa de Mojácar por prevaricación y malversación”, un asunto diferente al que se había visto cuatro días antes, y que podría ocasionar confusión en el lector que relacionara ambos procedimientos. 

En este caso se trataba de la contratación del equipo redactor del proyecto de aparcamiento público en la Plaza del Arbollón en contra del criterio de la secretaria municipal, que había objetado que la empresa adjudicataria había concurrido fuera de plazo y, por tanto, fuera, también, de concurso. Además, la funcionaria se había opuesto igualmente al pago del trabajo, pues Y es que a doña Rosa María Cano se le amontonan las causas pendientes en el ejercicio de su gobierno. 

Contra el archivo de esta otra querella, interpuesta por el portavoz del Grupo Socialista, Manuel Zamora, el demandante presentó las oportunas alegaciones, al no haber sido citado a la vista oral pese a ser parte interesada en el procedimiento. 

Rosmari vuelve a declarar por presunta prevaricación 

El pasado lunes 3 de abril, la justicia obligó a Rosa María Cano a presentarse en las dependencias de Vera para declarar en calidad de imputada por no resolver un expediente urbanístico municipal de acuerdo a las conclusiones de sus técnicos instructores. Un residente en el municipio la acusa de prevaricación. 

El asunto tiene que ver con la vivienda del exconcejal de Garrucha, el socialista Nicolás Piñero. Piñero posee un inmueble en Mojácar, justo en la subida al pueblo frente a Correos. La casa de Piñero lleva años salpicada por circunstancias que han desembocado en sentencias judiciales declarando ilegal una ampliación que hizo en la piso superior hace más de diez años. 

El vecino de Piñero es quien ha ido presentando una tras otra acciones administrativas y judiciales que hasta ahora le han dado la razón. Es éste vecino el que ha vuelto a recurrir a los tribunales como parte de las acciones emprendidas para que se reponga la legalidad urbanística en relación a una piscina que el exconcejal pretendió construir dentro de su parcela sin los preceptivos permisos. 

No respetando el retranqueo de al menos metro y medio, levantó un enorme muro junto a la casa colindante de tres metros en forma de U. Los propios servicios municipales abrieron un expediente en 2002 concluyendo que debía derribarse el muro. La alcaldesa, que debía haber ordenado la demolición, no ha dictado resolución alguna pese a las múltiples llamadas de atención que por escrito ha registrado en el Ayuntamiento el vecino de Piñero. 

Ante la inacción de la regidora pese a las advertencias recibidas, este residente, que lleva años llamando la atención de los mojaqueros y visitantes con un gran cartel señalando la casa de Piñero, en el que se puede leer “Obra Ilegal”, ha optado finalmente por promover el procesamiento de la alcaldesa, contra la que se ha querellado por prevaricación. De ahí la declaración de Rosmari el pasado 3 de abril. 

Esta vez, pensando que el asunto no había trascendido a la prensa, la regidora bajó la guardia y salió por la puerta principal del juzgado, donde varios periodistas fotógrafos la estaban esperando.