“Mojácar no es Magaluf y la alcaldesa se empeña en que ésa sea la imagen del pueblo”

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Mojácar acusa a la alcaldesa, la popular Rosa María Cano, de "crear problemas en lugar de solucionarlos"al regular la convivencia mediante ordenanzas hasta rozar "lo absurdo".

Manuel Zamora (izda) junto a Pedro Sánchez

Javier Irigaray / 21·06·2016

“Ésta mujer crea problemas en lugar de solucionarlos”. Eso es, dice Zamora, lo único que va a conseguir con la nueva ordenanza reguladora de la convivencia y ciudadanía que prohíbe, entre otras cosas, pasear con muñecas hinchables, penes en la cabeza o ir por la acera, junto a la playa, en bañador, además de impedir a los comerciantes exhibir sus mercancías en la puerta de los establecimientos y a los niños jugar a la pelota o ir en monopatín. Zamora, que defiende el civismo frente a los excesos, opina que “el comportamiento vándalo ya está suficientemente regulado; ir más allá roza lo absurdo”.  

- Otra vez una ordenanza que coloca a Mojácar en la prensa nacional.

- Esta ordenanza se nos va a volver en contra. La visión que ha quedado es que Mojácar es como Magaluf y, con este tipo de acciones, se está intentando que deje de serlo, con lo que muchas personas que están planificando sus vacaciones descartan nuestro pueblo aterradas ante el falso panorama de supuesto desorden que la alcaldesa está dibujando de la localidad, porque esa es la imagen del pueblo que se empeña en que trascienda. La máxima autoridad no puede decir delante de un micrófono que adopta estas medidas porque Mojácar se puede convertir en Magaluf en cualquier momento. Cualquier comportamiento vándalo, incívico, como parar el tráfico, romper el mobiliario urbano o andar formando escándalo por la noche, ya está suficientemente regulado, no podemos ordenar a las personas cómo deben ir vestidas. Roza el absurdo y deja cierta inquietud sobre si va a haber todavía otro paso aún más allá. Es algo incompatible con la democracia. Es crear problemas que no existen en vez de solucionar los que hay.

La ordenanza se ha centrado en las despedidas de soltero, pero aborda más cuestiones. Por ejemplo, que nuestros niños no puedan jugar en las plazas con una pelota y que puedan multar a los padres me parece pasarse mucho.

Se están regulando hechos aislados. Que algún joven haya molestado a un viandante con su monopatín no puede convertirse en algo general y en un motivo para criminalizarlos, y prohibir que los comerciantes cuelguen en la puerta de su establecimiento las camisetas que venden dentro raya el esperpento.

- Eso es algo habitual desde siempre en las tiendas de Mojácar. 

- Pues a partir de la publicación de esta ordenanza en el Boletín Oficial de la Provincia, el Ayuntamiento tendrá la potestad para multar a las tiendas que lo hagan. Es sólo el primer paso y después vendrá un segundo, cuando los turistas que lleguen aquí empiecen a ser multados. Imagínese una persona que ha venido a pasar sus vacaciones, camina sin camiseta por la acera entre Pueblo Indalo y los chiringuitos, el lugar que la alcaldesa calificó como ‘zona cero’ de aplicación de la ordenanza, y la Policía Local le impone la sanción establecida. Yo le aseguro que ese señor no vuelve, ni nadie de su familia y allegados pero, además, dejarán de venir aquéllos que lean los periódicos que publiquen la noticia, o vean los telediarios y escuchen los informativos que la están divulgando en todo el mundo. En Almería capital no se permite ir sin camiseta por el centro, pero no en el Paseo Marítimo ni en las zonas de playa. Algo razonable y fácil de entender. La ordenanza sólo está sirviendo para que Mojácar haga una vez más el ridículo en todo el mundo. Rosmari nos quiere vender que apuesta por un turismo de más calidad y lo que está haciendo es destruir el futuro. Si de verdad creyera lo que dice, habría hecho un plan para emprender acciones comerciales, algo de lo que no tiene ni idea. La alcaldesa debe saber que el pueblo vive exclusivamente del turismo y no puede jugar con el pan de la gente. Ya empiezan a tener menos reservas muchos negocios, sobre todos los pequeñitos, que son los que acogen a los visitantes que mueven la economía de la hostelería del municipio. El turismo familiar es necesario, pero no la solución a la estacionalidad, porque en la mayoría de los casos vienen a los grandes hoteles con ‘todo incluido’ y no dejan un céntimo en los establecimientos que permanecen abiertos durante todo el año.

- Además del sol, la playa y el ocio nocturno ¿qué más puede ofrecer Mojácar al turista?

- El problema es que nadie se ha preocupado de elaborar un plan estratégico. Sí un montón de planes generales de ordenación urbana, como si la única preocupación de quien entra ahí fuera el ‘pelotazo’ urbanístico, pero lo que hace falta es otra clase de proyecto. Falta poner en valor muchos recursos que tiene el pueblo, como los arqueológicos. ¿Por qué cualquier localidad tiene una oferta museística histórica o etnológica? En otros sitios hay otras ofertas ¿por qué aquí no? ¿Por qué no se han aprovechado los arreglos de las calles para soterrar los cables que las siguen afeando? Hay que saber qué se quiere, y lo que necesita Mojácar es afianzarse en el turismo extranjero, el del norte de Europa, y tener muy claro que si no salimos a buscar a nuestros clientes, ellos no van a venir solos.

- ¿Dónde puede gastar su dinero un turista de alto poder adquisitivo? si es que se pretende atraer ese segmento.

- Es una buena pregunta. ¿Queremos tiendas de souvenirs o boutiques? Habrá que hacer una campaña para concienciar a los comerciantes de que igual es preferible cambiar los productos que venden.

- ¿Qué le parece que en el último pleno se derivara el debate al origen y al número de votos de los partidos?

- Ella sola se contestó. Yo estoy satisfecho. Algo estaremos haciendo bien cuando después de haberme encontrado en 2010 un Partido Socialista que estaba hecho un solar, hemos conseguido, honestamente, 440 votos en las pasadas elecciones municipales, como le dije en el Pleno. Todos sabemos en Mojácar cómo los consigue ella, tanto en las últimas como en las de 2011. Desde nuestro punto de vista, ha habido prácticas irregulares, y confiamos en que algún día un juez ponga nombre y apellidos a esos hechos. La táctica de la alcaldesa en los Plenos es intentar desgastar a la oposición, pero se está encontrando con que estamos repletos de energía y no va conseguir que callemos lo que tenemos que decir sobre su gestión, si es que a lo suyo se puede llamar gestión.

- ¿Ha habido algún tipo de reacción por parte de la alcaldesa a la denuncia que formularon ustedes sobre la adjudicación reiterada y directa de obras a una misma empresa?

- Ese asunto está en manos de nuestros servicios jurídicos, que están valorando si presentamos denuncia directamente o ponemos los hechos y la documentación a disposición de la fiscalía. No podemos permitir que se sigan produciendo este tipo de irregularidades.

- También sabe todo el mundo cómo se llega a castigar la discrepancia en Mojácar. Proyectando en una plaza pública un video a cámara lenta para señalar a quienes se manifestaban contra una obra municipal.

- Hay que recordar también que todas las obras realizadas se han pagado con un dinero que ella no ha gestionado, que se encontró cuando llegó a la Alcaldía, que es el de la venta de la parcela de Macenas, siete millones de euros. No ha pedido ni un duro a ninguna otra administración. Aquí, por falta de gestión, se hace todo a pulmón cueste lo que cueste.