El grupo municipal de la formación de izquierdas se ha partido en dos y abre más la herida en el equipo de gobierno que sustenta a Martín Morales a dos meses del relevo en la alcaldía
María Luisa Cervantes, concejal de Somos Turre |
El grupo municipal de la formación de izquierdas se ha partido en dos y abre más la herida en el equipo de gobierno que sustenta a Martín Morales. El proyecto de acera en la Avenida de Almería ha sido el detonante, pero el divorcio entre el alcalde y su compañera de filas, María Luisa Cervantes, era un secreto a voces. Dormían en camas políticas separadas desde hace tiempo. Morales acusa a la edil de “deslealtad”, mientras que ésta le inculpa de haber instaurado en Turre “la dictadura del proletariado”. Como telón de fondo, un traspaso de poderes que debe cumplirse en febrero y convertir en alcaldesa a la socialista María Isabel López.
La visible soledad de Martín Morales al frente del Ayuntamiento se hizo más patente aún el pasado 20 de noviembre. Ese día, la asamblea de la formación de izquierdas Somos Turre (IU + independientes) acordó, según la versión del propio regidor, “la expulsión de la número dos de la candidatura y edil de Hacienda y Desarrollo Económico y Rural, María Luisa Cervantes, la retirada de competencias en el equipo de gobierno y la petición de que renuncie a su acta de concejal”.
Dos días antes había tenido lugar una reunión de la Junta de Gobierno que incluía la aprobación una acera para la Avenida de Almería. “Es un proyecto de Somos Turre (ST) fruto de la participación ciudadana, que fue quien lo pidió; como el albergue de la Sierra, un parque periurbano o la renovación de la red de tuberías de abastecimiento de aguas”, explica el alcalde. Pero además del voto en contra de los ediles socialistas, la propuesta recibió la oposición de su compañera de lista.
No era la primera vez que ocurría, pues Morales no obtuvo el apoyo de María Luisa Cervantes en decisiones tan importantes como el acuerdo de prestación del servicio integral de abastecimiento de agua con Galasa o el cambio de modelo de gestión urbanística de Sierra Cabrera, pero la acera ha sido el detonante que ha partido en dos el Grupo Municipal del alcalde que, no olvidemos, gobierna gracias al pacto suscrito entre su formación, que aporta dos ediles, y el PSOE, con cuatro.
Los matrimonios suelen deshacerse en un mar de reproches en la vida real, y en la política suele ocurrir lo mismo. Así, Morales acusa a su ya excompañera de “deslealtad” y, además, de “falta de compromiso”. Aclara que “no asiste a las asambleas del partido, no desempeña sus tareas en el Ayuntamiento, “por donde casi no aparece”, tampoco “acata el mandato de la formación en asuntos como el del cambio de modelo de gestión en Cabrera” y “ni siquiera ha elaborado los presupuestos siendo la titular de Hacienda”.
Por todo ello, el primer edil de Turre compartió la decisión de la asamblea de ST de expulsar a la concejala y asumió el encargo de comunicárselo.
“ACTITUD PUERIL”
“No fue una tarea sencilla –explica Morales- porque mostró una actitud pueril intentando no darse por enterada pero, finalmente, nos vimos el día 22 de noviembre en Garrucha, en una reunión a la que asistió junto a su marido. Allí me dijo que no pensaba renunciar y eso me parece indignante, porque se está apropiando de unos votos que no son suyos, sino fruto del trabajo de mucha gente. María Luisa se ha quedado representándose sólo a sí misma al quedarse con un acta que la asamblea le ha pedido que devuelva”.
Sin embargo, María Luisa Cervantes ve las cosas de otra manera. “Yo creí que Somos Turre iba a suponer otra forma de hacer política –admite la concejala-, pero después de las elecciones he comprobado que no era más que una herramienta de Izquierda Unida (IU) para mejorar sus resultados”.
Cervantes revela que las reuniones se celebran en la sede de IU “a pesar de que hay una sede en el Ayuntamiento a disposición del Grupo”. Además, añade, “de los veinte que nos solíamos reunir antes de las elecciones, ahora sólo acuden cuatro o cinco y todos del partido de Martín (IU). Los demás se han ido desilusionando al ver que no se contaba con ellos”.
“Conmigo tampoco ha contado el alcalde para nada –denuncia-. Me llama para hablar de los diferentes asuntos que lleva a los plenos después de que he recibido la notificación con toda la documentación, es decir, cuando ya ha adoptado una decisión”.
La concejal de Hacienda, que aún lo es mientras se escriben estas líneas al no haber recibido la notificación de retirada de competencias anunciada por el alcalde Martín Morales, justifica su voto en contra del proyecto de acera para la Avenida de Almería “porque está mal hecho y no contempla los servicios que necesita Turre. Se trata de echar cemento y colocar baldosas encima sin reponer ni tan siquiera las tuberías que hay debajo y que se averían todos los meses. Acometer ese proyecto es como tirar los 100.000 euros de los planes provinciales a la basura, pero Martín ve que se le acaban sus 20 meses de alcalde sin hacer nada y quiere dejar un legado”.
“Decidió –prosigue- el acuerdo con Galasa en el peor momento y contra el criterio de toda la Corporación, con la empresa pública provincial endeudada hasta las cejas y a punto de echar el cierre”.
Y, en cuanto al cambio de sistema de gestión urbanístico en Cabrera, la edil asegura “que el alcalde ha obrado contra el sentido común, creando a los trescientos propietarios afectados un problema que los técnicos cifran en tres millones de euros, que es lo que costarían los trabajos de urbanización pendientes”.
Como conclusión, María Luisa Cervantes es tajante a la hora de describir la forma de actuar de Martín Morales al frente de la alcaldía de Turre: “Todo a golpe de dictadura. Es la vieja política. Ha implantado la dictadura del proletariado”.
¿María Isabel López alcaldesa?
A mediados de febrero se cumplirán los 20 meses de Martín Morales al frente de la alcaldía de Turre y, según lo acordado con sus socios de gobierno, deberá entregar la vara de mando a la socialista María Isabel López.
Para ello, según la excompañera de grupo de Morales no debería existir ningún problema “el pacto sigue vigente para mí”.
No obstante, el ahora primer regidor advierte que “el PSOE debe tener presente que el pacto lo suscribieron con Somos Turre y no incluye a ninguna concejal que no obedezca a la disciplina de ambos grupos. Mis compañeros podrían decidir no secundar la candidatura de María Isabel si para seguir como concejal del gobierno opta por apoyarse en María Luisa –que parece dar ‘calor’ a la expulsada-. De momento hemos querido reunirnos para tratar el asunto con la líder socialista, pero nos ha respondido que no tiene nada que hablar con nosotros al respecto”.
Mientras tanto, el popular Arturo Grima afirma que el equipo de gobierno “tiene un problema”. Recuerda el exalcalde del PP, hoy portavoz de la oposición, que el relevo en la Alcaldía “depende únicamente de Martín, que tendría que dimitir necesariamente para que se pueda votar a otro para el puesto. Es muy posible que haya elegido continuar como primer edil gobernando a golpe de decretos. En fin, todo esto le está pasando porque no supo elegir socios. Él sabe que podría haber sido alcalde durante cuatro años con el apoyo del Partido Popular”.
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