El concejal cuevano de Ciudadanos, siguiendo las directrices de su partido, cerró 15 horas antes de la asamblea un pacto con los socialistas que no cumplió a la hora de la votación
Semblante del alcalde de Cuevas y del concejal de C's dos días después de la votación en el Consorcio. |
Miguel Ángel Sánchez/06·02·2017
El
control del Consorcio de Basuras de toda la zona norte provincial ha generado
uno de los más interesantes episodios políticos comarcales de los últimos
tiempos. Una batalla silenciosa que se ha librado en despachos y reuniones en
bares de carretera que sólo RADIO ACTUALIDAD ha contado a sus oyentes en
términos muy ajustados a la realidad.
El
deseo de controlar un órgano público que maneja más de 20 millones de euros al
año bien merecía un intenso pulso entre los populares que lo dirigen y quieren
seguir haciéndolo, los socialistas que a punto han estado de desalojar a su
principal adversario, y Ciudadanos que exige una porción de poder en el ente.
La importancia de Ciudadanos radica en las ajustadas fuerzas que tienen unos y
otros.
La
oportunidad de abordar la presidencia se presentaba a raíz de una sentencia
conocida a finales de noviembre de 2016, en la que el Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía admitía la impugnación hecha por los 21 ayuntamientos
socialistas y ordenaba que se realizara una nueva votación para elegir al
presidente. El contencioso presentado por el PSOE argumentaba que el 22 de
septiembre de 2015 se celebró junta general del Consorcio para la designación
de su máximo representante a través de una fórmula muy apartada de lo que
establecen los estatutos.
El
PP defendió que cada municipio dispusiese de un solo voto, extremo que le
favorecía al gobernar en más consistorios, en lugar de que cada representante
municipal llevase en la cartera el número de votos ponderado en relación al
conjunto de vecinos que gobernaba. Dicho de otra manera, el PP gobierna en más
municipios pero el PSOE lo hace sobre más ciudadanos. Es la segunda fórmula y
no la primera, la que marca los estatutos y la que se ha empleado desde la
constitución del Consorcio en 1998.
TALON
DE AQUILES
Abierta
la posibilidad de volver a decidir, el PP, consciente de que perderá la
presidencia, se fija en el talón de Aquiles del PSOE: Cuevas del Almanzora. En
Cuevas el gobierno del socialista Antonio Fernández se apoya en el concejal de
C’s Indalecio Modesto.
El
27 de diciembre de 2016, el pleno cuevano vota una moción del Partido Popular
que propone cambiar al representante municipal en el Consorcio, que era el
alcalde, por Indalecio, que decide aceptar y fuerza al PSOE a sumarse a la
iniciativa para maquillar su debilidad. El resultado es que Indalecio Modesto
sale elegido por unanimidad. El PP consigue su primer objetivo.
El
siguiente era procurar que Indalo se abstuviese en el Consorcio porque de esta
forma el PSOE perdería su mayoría y no conseguiría alzarse con la presidencia.
De
inmediato, las fichas del tablero comienzan a moverse con gran celeridad. La
fecha fijada para la designación del presidente -27 de enero- se acerca y no
hay tiempo que perder.
Los
populares lo hacen con discreción, sin luces, aparentando que esperan el apoyo
de Indalecio por iniciativa propia y sin concesiones de por medio. El PSOE
trata también de hacerlo con reserva, pero se filtra que en Sevilla, las
direcciones socialista y de C’s han llegado a un acuerdo –en fecha
indeterminada- que el importante concejal de Cuevas dice conocer “cuando llego
de Fitur, el 21 de enero”. Ese acuerdo, que Indalecio no llega a firmar,
contemplaba la vicepresidencia para él. Sin embargo, el edil no parece muy
contento con la imposición y decide recurrir a sus compañeros de partido en la
comarca. No obstante, fuentes de todo crédito aseguran a ACTUALIDAD ALMANZORA
que el PSOE y C’s en la comarca estaban manteniendo contactos desde antes de la
fecha que Indalecio cita. De hecho concretan que las actividades arrancan poco
después de la festividad de Reyes.
Las
presiones de la dirección de C’s sobre su hombre en Cuevas son fuertes para que
asuma el acuerdo de Sevilla, pero éste se resiste. Comunica a los suyos de aquí
–representantes de Tíjola, Zurgena, Vélez Rubio y Huércal Overa- que tiene
dudas sobre lo que más conviene al partido, pero no muestra el documento de
Sevilla que tanto le inquieta, sólo lo menciona. Sus camaradas entienden que un
asunto comarcal no debería ser ajustado por la dirección regional y deciden
arropar a Indalecio.
Múltiples
contactos con el PSOE se suceden. El candidato socialista a la presidencia del
Consorcio, el alcalde Arboleas, Cristóbal García, habla varias veces
telefónicamente con el cuevano y con el resto del grupo de C’s en la zona. La
dirección provincial socialista, que creía cerrado el trato, se da cuenta de
que no las tiene todas consigo y opta por abrir negociaciones con los líderes
comarcales de la formación que lidera Alberto Rivera. En el PP no se aprecian
movimientos, pero conocedores de lo que está ocurriendo recurren a los
compromisos cerrados en Almería con miembros de Ciudadanos, que prefieren a los
populares en lugar de a los socialistas. Los observadores empiezan a darse
cuenta de que la operación de cambiar al representante de Cuevas en el
Consorcio no es una moneda tirada al aire, sino una primera parte de un plan
preestablecido que busca a toda costa conservar el control sobre el órgano que
gestiona las basuras.
Los
apretones no cesan por parte de uno y otro lado. Indalo se muestra dubitativo
ante sus compañeros en la zona aunque ahora, conocido el desenlace, no son
pocos los que le acusan de tener el tema cerrado con el PP desde el principio,
si bien procuró disimularlo aparentando vacilación.
Indalecio
sigue recibiendo presiones de la dirección regional a través de sus órganos
provinciales para que asuma el acuerdo de Sevilla, pero sigue sin ceder
apoyándose en sus correligionarios de aquí.
EL
ACUERDO
Finalmente,
pasadas las nueve de la noche del 26 de enero, un día antes de la fecha fijada
para la votación, PSOE y C’s de la comarca alcanzan un acuerdo. “El presidente recaerá en la persona que
designe el PSOE. Se constituirá el órgano de la gerencia, con el nombramiento
de 4 personas”, Ciudadanos controlará el Levante –dividido en dos zonas- y el
PSOE el Almanzora y Los Vélez. Ciudadanos tendrá dos representantes en el
Consejo de Administración y tres en el órgano de seguimiento compuesto por seis
personas. El acuerdo tendrá validez hasta las municipales de 2019. La
vicepresidencia se aborda pero se aparca al quedar sustituida por el reparto de
las gerencias.
En
el espacio reservado para las firmas aparecen los nombres del secretario
general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, Indalecio Modesto y la
subdelegada de C’s en Almería Eva García.
Sólo
Modesto, tras serias dudas, semblante serio y ante la insistencia de sus
compañeros, estampa su firma en cada una de las tres copias que se hacen del
acuerdo, siendo Adela Segura, de la dirección provincial socialista, la que lo
hace bajo el nombre de Teruel por orden telefónica de éste.
Indalo
y el alcalde Arboleas se estrechan las manos en un bar de la comarca entre los
aplausos de los integrantes de los dos grupos negociadores. Con moderado
entusiasmo acogen todos el pacto mientras Indalecio permanece con gesto adusto.
Minutos
después se acerca al regidor de Arboleas –virtual nuevo presidente del
Consorcio- y le pide que le dé la copia del acuerdo porque falta la firma de la
subdelegada provincial Eva García. El socialista cede y el cuevano se lleva las
tres copias del documento. Ante su lamento de que Sánchez Teruel no haya
estampado su rúbrica, se consigue que el número uno del PSOE almeriense, que
estaba en su pueblo, Chirivel, se comprometa a reunirse a primera hora del día
siguiente, antes de la celebración de la Junta General del Consorcio, “en
cualquier cruce de carretera” para satisfacer al concejal de Cuevas.
EN
OVERA
El
encuentro se produce en Overa. Allí, Indalecio Modesto, junto a dos de sus
compañeros en la comarca, abraza efusivamente una y otra vez al secretario
general y le dice con insistencia que votará al candidato del PSOE, el
arboleano Cristóbal García.
En
un solo coche, los de C’s se desplazan hasta Albox y entran en el salón de
Juntas. Está concurrido y, como marca la costumbre, los del PP se sientan
delante y los socialistas detrás. Indalecio busca acomodo en la primera fila,
entre los populares. Los socialistas se miran y presagian que el pacto del día
anterior es papel mojado. No se equivocan.
Amparándose
en que no se le propone como vicepresidente y en que no le convence el discurso
del PSOE, Indalecio se abstiene. Antonio Martínez Pascual, alcalde Olula,
candidato del PP, consigue mantenerse en la presidencia y le nombra
vicepresidente.
Los de C’s que
acompañaban al de Cuevas abandonan la sala y se vuelven sin él. El gobierno
cuevano teme que el siguiente movimiento del PP sea la presentación de una
moción de censura con la ayuda de un Indalo cuyo partido le ha expedientado por
desobediencia.
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