Clemente Flores, un ‘cerebro’, ha destripado en 22 entregas los lances más brillantes y oscuros de la política mojaquera, a través de un largo viaje por la evolución urbanística del municipio.
Clemente Flores |
Lleva media docena de años ocupando la página de cierre
de ACTUALIDAD ALMANZORA. Inquieto, hablador, inteligente, curioso,
investigador, afable, justo, generoso, culto, leal, crítico, lúcido,
independiente y valiente. Tan amador de su pueblo y su comarca como desairado
por la clase cateta que dirige el ayuntamiento. Clemente Flores, un ‘cerebro’,
ha destripado en 22 entregas los lances más brillantes y oscuros de la política
mojaquera, a través de un largo viaje por la evolución urbanística del
municipio. Los futuros investigadores le darán el aplauso que hoy se le niega.
- Ha contado usted los últimos cincuenta años de
urbanismo en Mojácar ¡vaya tarea!
- Algunos más de cincuenta, que uno ya es muy viejo.
- Pero la cuestión cobra mayor interés a partir de la
apuesta por el turismo.
- Las ciudades son un libro escrito por las historias y las
vidas que transitan por ellas. De las más remotas quedan los huecos. Su aspecto
actual refleja a quienes la habitan ahora. Yo he sido testigo de cómo se ha
desarrollado mi pueblo y, durante la mitad de mi vida, vi una sociedad antigua
que me permite, en el momento presente, comparar el hoy con su ayer, que no son
tan diferentes, porque siempre hay una continuidad en la forma de hacer las
cosas. Es cierto que he estado fuera durante el inicio de su expansión urbana,
pero yo vivía el urbanismo de cerca y ya había publicado en 1972 un libro sobre
esa disciplina para la Universidad. Ha sido uno de los asuntos a los que he
dedicado mi vida.
- Habla de continuidad en la manera de hacer ¿cuál sería
su común denominador y cuáles esos ‘pájaros’ que no pían a que alude en sus
artículos?
- No se trata de una historia de personas. Hubo un cambio de
rumbo y un señor como Jacinto Alarcón que es necesario nombrar por su
protagonismo en el principio de todo. Cuando uno escribe, ordena sus ideas para
poder situar y construir el discurso de lo que pretende contar. La constante en
el desarrollo urbanístico de Mojácar ha sido el incumplimiento sistemático de
la legislación vigente en cada momento. Me ha sorprendido constatarlo, pero es
el elemento que aparece a lo largo de todo el tiempo.
- ¿Es una seña de identidad de su pueblo o algo que
ocurre en todas partes?
- No sé si se trata de un fenómeno generalizado, sin
embargo, en Mojácar y parte de la comarca, sí. Y, en esto, mi pueblo lleva 20
años de delantera a los de alrededor.
- ¿Arranca esa forma de obrar con los planes generales?
- Arranca con preocupaciones generales primero y luego con
los planes. Todo daba igual. Hay que recordar que en Mojácar continúan vigentes
las Normas Subsidiarias de 1987. No las ha sustituido nada y ya han pasado
muchos años. Demasiados. Al menos, a mí me lo parece.
- ¿Qué ha ocurrido para que no se respete la legalidad
urbanística en su pueblo? Porque es necesaria la concurrencia de alguien que
actúe, pero también de otro que le deje hacer.
- Para incumplir la Ley de Costas se unieron los intereses
de algunos por ocupar la playa con quienes cedieron las parcelas en nombre de
otros. Los ingleses jamás quisieron establecerse ahí porque siempre pensaron
que la justicia acabaría actuando algún día, pero los españoles nunca dudaron
en ocupar la primerísima línea de la costa. Sobre todo algunos que se supone
duchos en la disciplina urbanística por haber sido concejales y alcaldes. De
todos modos, he sido muy cuidadoso en poner sólo la mitad de lo que he sabido.
- ¿Se ha guardado lo mejor?
- Me he callado lo que creo que no aporta nada nuevo. Lo que
estimo redundante.
- De lo que ha trascendido, se sabe que ha habido
mociones de censura muy sospechosas y convenios urbanísticos en los que el
Ayuntamiento ha cedido mucho a cambio de nada pero ¿cuánto se ha manejado sin
que nos enteremos?
- En España es mucho más lo malgastado que lo robado, y eso
que hay personas que me aseguran haber visto a gente con sacos llenos de dinero
negro. Sin embargo, abundan más los casos como Marina de la Torre, que era una
finca que los Chávarri y los Garrigues quisieron llenar de cepas y ponerla en
producción agrícola, para lo que llegaron a pedir permiso para sondear en busca
de agua y legalizar pozos. Ahora es un esqueleto de cemento recostado sobre la
montaña ¿quién puede vivir ahí? O miremos ese espectro en que han convertido
Macenas. Teníamos una comarca con muchas posibilidades para hacer maravillas,
pero nos la hemos cargado.
- ¿Ha habido, al menos, un reparto equitativo de los
dividendos generados por las tropelías urbanísticas?
- Eso ha supuesto un beneficio para un grupúsculo. Siempre
hay listillos. Una cacicada no es una decisión política. En Mojácar hay un
grupo determinado de gente que se ha apoderado del poder y se ha vuelto al
sistema caciquil que existía en el siglo XIX. Parece que la mitad del pueblo
gobierna contra la otra mitad. Yo no me opongo al progreso, pero no veo ningún
avance en que Marina de la Torre sean 200 coches entre la carretera y la playa
y mil individuos en bañador como en cualquier playa de África hoy. ¿Eso es lo
que se podía hacer en esa finca?
- ¿Ha mediatizado el urbanismo la política mojaquera?
- Mi amigo Bernard Vincent me dijo que un alto dirigente del
Partido Socialista Francés le aseguró que el 80% de quienes se dedicaban a la
política lo hacían por dinero. Yo no conozco a nadie que en Mojácar no haya
llegado movido por intereses urbanísticos, de construcción o de otros sectores
relacionados. Los jóvenes mojaqueros viven en Turre o en Garrucha mientras su
pueblo envejece y los expulsa ¿Cómo calificar a los políticos que permiten el
éxodo de sus hijos porque no se han preocupado de que existan viviendas que
puedan pagar? La Junta legisla para que se construyan esas viviendas que llama
de protección oficial. Pero, ¿dónde se van a levantar? ¿en Macenas? ¿en Marina
de la Torre? No, para eso se inventó un negocio al que se llamó Llano Central.
No van a hacer nada. Con el urbanismo del futuro pasa lo que dijo don Juan
Tenorio: “La ha dejado imposible para vos y para mí”.
- ¿Cuántos cambios de normativa ha habido desde que empezó
la cosa?
- Llegada la crisis, ya sólo llegan por el sueldo. Es lo que
preocupa a los concejales de los dos últimos mandatos. Antes se preocupaban por
los terrenos propios o de los amigos, pero ya no. El urbanismo es el reflejo de
la sociedad.
- Entonces Mojácar, la principal marca turística de la
comarca, sigue sin PGOU.
- Hay uno provisional, pero se las tiene que ver con el
POTLA. Si la Junta lo aprueba, sería cargándose su POTLA, porque el
Ayuntamiento no puede hacer uno que lo cumpla.
- Cuénteme algún caso llamativo o escandaloso.
- El colmo de todos ellos es mirar en el proyecto original
cuántas viviendas se aprobaron en Marina de la Torre y contar las que hay. O
cómo se sacó a Macenas del área de protección del medio físico en que estaba
situada según la primera ley importante que aprobó la Junta. Algo muy fácil de
entender cuando sabemos que fue el presidente Rafael Escudero quien se ocupó de
negociar ese cambio. La propia administración autorizó la construcción de
viviendas ilegales ahí al contemplar la existencia de una sola rambla cuando
existen tres.
- ¿Y la participación ciudadana? ¿qué papel cree que
juega o ha jugado?
- ¿Piensa usted que puedo tener una buena idea de mi pueblo?
Hace unos años presenté un libro mío en Mojácar (‘Nacer en los 40’). El salón
estaba lleno, usted estaba allí, ¿vio a alguna autoridad municipal? No ha
habido participación ciudadana alguna en todo este proceso de urbanización.
Dicen que la cultura de un pueblo se mide precisamente por su participación en
los asuntos de su interés. Cuando los abandona y elige a desalmados para que
los gestione, es tan culpable como ellos. Se tiene que aguantar. Recuerdo la
presentación de un plan de urbanización. La hacía un prestigioso urbanista,
Francisco Pol. Todo el mundo fue a preguntar por su parcela, pero yo le pedí
que me explicara por qué decía que se ajustaba a lo estipulado por la ley
cuando no era así. En lugar de contestarme, se fue a consultar con los que
estaban detrás y no volvió a aparecer. Con eso ya me respondió bastante.
EN EL PRÓXIMO NÚMERO SEGUIRÁ LA SERIE DE CLEMENTE
FLORES ‘LA CRISIS’.
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