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Abrirá sus puertas el 27 de junio en el antiguo edificio que albergaba las bombas de elevación
ACTUALIDAD ALMANZORA / 22·06·2014
La Comunidad de Regantes de El Saltador rendirá un merecido homenaje al agua y a quienes, a lo largo de los siglos, han contribuido a la evolución de una tecnología de aprovechamiento que ha cambiado el paisaje y la economía de toda una comarca.
Ese reconocimiento será permanente y tomará cuerpo el próximo día 27 de junio en el Museo del Agua. Es el agradecimiento, 53 años después de la inauguración de los primeros pozos y 35 desde la fundación de la Comunidad de Regantes, a un elemento que, en palabras de su presidente, Fernando Rubio, “ha posibilitado un progreso extraordinario; que hoy existan 1.500 hectáreas en producción y creando muchos empleos donde antes había un desierto que obligaba a sus hijos a emigrar a Argentina, en los años 40 y 50, y a Francia, Alemania o Suiza en los 60 y 70”.
Rubio recordó como hitos en ese largo recorrido andado, el alumbramiento de los primeros pozos, la llegada del agua del trasvase Tajo-Segura en 1985 y la del Negratín en 2003.
“El Museo –dice el presidente de los regantes de El Saltador- es un paseo por la historia del agua y de su tecnología aplicada; desde las cimbras, norias y aljibes construidos por romanos y árabes, los riegos a pie que aplicaban nuestros padres, hasta los más actuales, por goteo, hidropónicos y sin tierra; una historia visual de todas las técnicas hidrológicas a lo largo de la historia, desde los más antiguos medios de sacar agua hasta los trasvases y la desalación. En definitiva, un homenaje al agua que ha transformado nuestra comarca”.
El museo ocupará el antiguo edificio que albergaba las bombas de elevación al canal alto de las aguas del trasvase Tajo-Segura, al embalse regulador de la Comunidad. Se han adecuado espacios para exposición al aire libre en el que podrán contemplarse cimbras, una noria y un pozo funcionando, y, en el interior, se exhibirán otros útiles, mecanismos y paneles informativos didácticos.
“Yo sólo anhelo –pidió finalmente el representante de los regantes- que nos permita seguir cumpliendo nuestro trabajo, que es procurar que nunca falte agua. Debemos ser capaces de trasmitir a las nuevas generaciones su importancia. Nuestro lema es ‘El agua que da la vida’”.
Ese reconocimiento será permanente y tomará cuerpo el próximo día 27 de junio en el Museo del Agua. Es el agradecimiento, 53 años después de la inauguración de los primeros pozos y 35 desde la fundación de la Comunidad de Regantes, a un elemento que, en palabras de su presidente, Fernando Rubio, “ha posibilitado un progreso extraordinario; que hoy existan 1.500 hectáreas en producción y creando muchos empleos donde antes había un desierto que obligaba a sus hijos a emigrar a Argentina, en los años 40 y 50, y a Francia, Alemania o Suiza en los 60 y 70”.
Rubio recordó como hitos en ese largo recorrido andado, el alumbramiento de los primeros pozos, la llegada del agua del trasvase Tajo-Segura en 1985 y la del Negratín en 2003.
“El Museo –dice el presidente de los regantes de El Saltador- es un paseo por la historia del agua y de su tecnología aplicada; desde las cimbras, norias y aljibes construidos por romanos y árabes, los riegos a pie que aplicaban nuestros padres, hasta los más actuales, por goteo, hidropónicos y sin tierra; una historia visual de todas las técnicas hidrológicas a lo largo de la historia, desde los más antiguos medios de sacar agua hasta los trasvases y la desalación. En definitiva, un homenaje al agua que ha transformado nuestra comarca”.
El museo ocupará el antiguo edificio que albergaba las bombas de elevación al canal alto de las aguas del trasvase Tajo-Segura, al embalse regulador de la Comunidad. Se han adecuado espacios para exposición al aire libre en el que podrán contemplarse cimbras, una noria y un pozo funcionando, y, en el interior, se exhibirán otros útiles, mecanismos y paneles informativos didácticos.
“Yo sólo anhelo –pidió finalmente el representante de los regantes- que nos permita seguir cumpliendo nuestro trabajo, que es procurar que nunca falte agua. Debemos ser capaces de trasmitir a las nuevas generaciones su importancia. Nuestro lema es ‘El agua que da la vida’”.
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