Los agricultores de Níjar podrán utilizar agua residuales depuradas para el riego

Más de 2.000 hectáreas se beneficiarían de esta medida, permitiéndoles rebajar el grado de salinidad del agua de los pozos

Miembros de FERAL, su presidente: José Antonio Fdez. (en el centro), y el alcalde de Níjar, Antonio Jesús Rguez. (a la derecha del anterior)

ACTUALIDAD ALMANZORA / 07·07·2014

En una reunión mantenida con los responsables de la Federación de Regantes de Almería (FERAL), el alcalde de Níjar, Antonio Jesús Rodríguez, ha manifestado su compromiso de llevar a cabo cuantas gestiones sean necesarias para lograr el aprovechamiento agrícola de las aguas residuales depuradas del municipio. La petición de FERAL surge a raíz de la próxima construcción de una nueva planta depuradora en la pedanía de El Viso, que tratará las aguas residuales generadas en los principales núcleos de población del campo nijareño, y que prevé subsanar los problemas de depuración y vertidos ocasionados por el estado de la actual depuradora.

El acuerdo resulta especialmente importante para los regantes del municipio, por cuanto el uso de estas aguas, mediante su mezcla, permitirá rebajar el alto contenido salino de las de los pozos locales, sustituyendo en esa función a la muy onerosa agua desalada.

“Hay que defender la supervivencia de los pequeños agricultores, porque a los grandes inversores que están ampliando la superficie de invernadero en la zona de Níjar no les preocupa el precio del agua”, ha declarado José Antonio Fernández Maldonado, presidente de FERAL.


Ciclo del agua

Por su parte, Antonio Jesús Rodríguez ha explicado que ahora corresponde a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía adjudicar cuanto antes el proyecto de construcción de la nueva depuradora.

La reunión se produce tras la denuncia de FERAL por la, a su juicio, lamentable situación por la que atraviesa la depuradora de lagunaje de El Viso, que habría sido proyectada sin tener en cuenta las expectativas de crecimiento de la población. De hecho, asegura la federación, cuando finalizó su construcción, el número de habitantes ya duplicaba su capacidad de servicio, prevista para 10.000 usuarios.

El error cometido en la depuradora de El Viso, añaden, también ha provocado que no haya podido llegar a entrar en funcionamiento la planta de reutilización de aguas depuradas construida por la Consejería de Medio Ambiente en 1999, y cuyo coste superó entonces los 139 millones de pesetas (840.000 euros).