La nueva oficina de recaudación inscribe cerca de 2.500 viviendas, cuya tributación reportará al ayuntamiento unos 800.000 euros anuales
En las barriadas de Los Carrascos y Los Garcías se han encontrado más de 500 casas que no tributaban |
ACTUALIDAD ALMANZORA / 04·08·2014
Dieciocho después de su puesta en funcionamiento, la cifra de casas registradas por la oficina municipal de recaudación y catastro de Arboleas asciende ya a 2.500, posibilitando un incremento de la recaudación municipal de 800.000 euros al año.
Los datos los avanzó en RADIO ACTUALIDAD el primer edil del municipio, Cristóbal García (PA), quien denunció que, a su llegada a la alcaldía, únicamente 1.200 viendas, el 30% del total de las unidades urbanas, estaban inscritas en el catastro. “Las viviendas recibían todos los servicios, pero no pagaban IBI, por lo que unos pocos hemos estado sosteniendo las prestaciones que disfrutaban todos los ciudadanos”, lamentó García, que responsabiliza del hecho a Diputación, encargada hasta finales de 2012 del servicio de recaudación.
“Los propietarios sí entregaban su declaración catastral - aclara el edil-; de hecho, se juntaron 2.000 expedientes, pero no llegaron a ser dados de alta. Hemos perdido unos 2 millones de euros. Por más explicaciones que pedimos en la Diputación, no obtuvimos ninguna respuesta convincente”.
Además de 2.500 unidades urbanas sin catastrar, asegura el alcalde, tras ganar las elecciones de 2011 encontró en el ayuntamiento más de 9.500 recibos sin cobrar, correspondientes a vados, IBI e IVTM (Impuestos sobre Vehículos de Tracción Mecánica). “Ha sido un abuso desproporcionado que no podemos entender de la Diputación, una administración que considerábamos nuestro aliada”.
Fue ese hallazgo el que provocó la desvinculación del consistorio arboleano con la institución provincial, y la puesta en marcha de una oficiona municipal de recaudación que, a juicio de García, está dando "unos resultados magníficos", a la vez que facilita un "trato cercano" con los ciudadanos.
El auge del ladrillo
El ‘boom’ inmobiliario fue especialmente perceptible en Arboleas, donde la presencia de algunas antiguas cortijadas dispersas facilitó la formación de pequeños núcleos urbanos, en ocasiones, de centenares de viviendas, enfocadas al turismo residencial británico.
Las nuevas construcciones no sólo no han tributado durante años, sino que han requerido un importante desembolso municipal para dotarlas de unos servicios básicos de los que, amparados por la permisibidad de la administración local, no las proveyeron sus promotores.
Con las nuevas inscripciones, el Ayuntamiento arboleano, que maneja un presupuesto de 2,5 millones de euros al año, espera incrementar sus ingresos un 25% para el próximo ejercicio. Tan solo han quedado sin catastrar las viviendas consideradas irregulares, que se estiman en 200.
Los datos los avanzó en RADIO ACTUALIDAD el primer edil del municipio, Cristóbal García (PA), quien denunció que, a su llegada a la alcaldía, únicamente 1.200 viendas, el 30% del total de las unidades urbanas, estaban inscritas en el catastro. “Las viviendas recibían todos los servicios, pero no pagaban IBI, por lo que unos pocos hemos estado sosteniendo las prestaciones que disfrutaban todos los ciudadanos”, lamentó García, que responsabiliza del hecho a Diputación, encargada hasta finales de 2012 del servicio de recaudación.
“Los propietarios sí entregaban su declaración catastral - aclara el edil-; de hecho, se juntaron 2.000 expedientes, pero no llegaron a ser dados de alta. Hemos perdido unos 2 millones de euros. Por más explicaciones que pedimos en la Diputación, no obtuvimos ninguna respuesta convincente”.
Además de 2.500 unidades urbanas sin catastrar, asegura el alcalde, tras ganar las elecciones de 2011 encontró en el ayuntamiento más de 9.500 recibos sin cobrar, correspondientes a vados, IBI e IVTM (Impuestos sobre Vehículos de Tracción Mecánica). “Ha sido un abuso desproporcionado que no podemos entender de la Diputación, una administración que considerábamos nuestro aliada”.
Fue ese hallazgo el que provocó la desvinculación del consistorio arboleano con la institución provincial, y la puesta en marcha de una oficiona municipal de recaudación que, a juicio de García, está dando "unos resultados magníficos", a la vez que facilita un "trato cercano" con los ciudadanos.
El auge del ladrillo
El ‘boom’ inmobiliario fue especialmente perceptible en Arboleas, donde la presencia de algunas antiguas cortijadas dispersas facilitó la formación de pequeños núcleos urbanos, en ocasiones, de centenares de viviendas, enfocadas al turismo residencial británico.
Las nuevas construcciones no sólo no han tributado durante años, sino que han requerido un importante desembolso municipal para dotarlas de unos servicios básicos de los que, amparados por la permisibidad de la administración local, no las proveyeron sus promotores.
Con las nuevas inscripciones, el Ayuntamiento arboleano, que maneja un presupuesto de 2,5 millones de euros al año, espera incrementar sus ingresos un 25% para el próximo ejercicio. Tan solo han quedado sin catastrar las viviendas consideradas irregulares, que se estiman en 200.
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