José Manuel Ortiz, delegado de Medio Ambiente en Almería, se sincera y dice que la Junta sabe que es su obligación y que no eludirá responsabilidades, pero advierte que no hay dinero
José Manuel Ortiz |
Inmaculada G. Mellado / 22·07·2015
- En septiembre se cumplen tres años de las inundaciones de San
Wenceslao y la desembocadura del río Antas, donde hubo dos muertos y miles de
viviendas se vieron afectadas, sigue igual. ¿Hay alguna novedad?
- Hace unos meses que realizamos una actuación de limpieza en la
desembocadura, aunque esa no es la solución definitiva. Es cierto que antes la
Administración podía disponer de más dinero para la adecuación de los ríos,
pero ahora, por las circunstancias, tenemos menos presupuesto. Son muchos los
ríos que existen en Almería y el esfuerzo se hizo en el río Antas, porque en la
mente de todos está lo que pasó en 2012. Nosotros quisimos hacer esa actuación
de limpieza, aunque lo que de verdad se necesita es una actuación genérica implicando
a todas las administraciones.
- Habría que empezar reconociendo que no se ha hecho nada y
analizar qué es lo que se puede hacer a partir de ahora.
- Sí, estoy de acuerdo. Hay que hacer eso y no echarnos las culpas los
unos a los otros.
- ¿Podría comprometerse ante los lectores de este periódico? ¿Hasta
dónde tiene competencias la Junta de Andalucía para hacer algo en una zona que
quedó destrozada y donde se perdieron vidas humanas?
- Claro que hay compromiso. Desde la Administración autonómica sabemos
cuáles son nuestras obligaciones. No es echarle la culpa al presupuesto o a la
situación económica. Somos conscientes de que hay que hacer actuaciones y no
vamos a eludir nuestra responsabilidad. Se está trabajando en ese asunto conjuntamente con el Gobierno
municipal, pero la Administración central tiene que implicarse en la obra
definitiva, la que le quitará el miedo a los ciudadanos. Lo que ocurrió en 2012
se puede repetir y sabemos que las personas están inquietas. Tenemos que seguir
trabajando entre todos en la actuación definitiva.
- Pero, ¿puede llegar a algún compromiso?
- Para mí es una situación muy preocupante. El delegado de Medio
Ambiente, sea yo u otra persona, sabe que tiene que situar el río Antas como
una de las preocupaciones más importantes de la provincia. Mientras no se
solucione el tema de la defensa de avenidas, con la limpieza no se hace nada.
Ahí tenemos que ir de la mano con la Administración central.
- ¿A qué se compromete?
- Con el Gobierno central lo hemos hablado y sabemos que ésa es la
actuación que hay que acometer. No se puede decir que no estamos trabajando.
Nos preocupa y al Gobierno central también. Lo primero es terminar el proyecto
de defensa del río para poder intervenir.
- Ya hay un proyecto que encargó el Ayuntamiento. Lo que falta es
el dinero para ejecutarlo.
- Sí, y realmente las cosas se demoran. Lo sé.
- Hay vidas en juego.
- Las circunstancias de esa desembocadura son complicadas, lo sé.
- ¿Vamos a dar lugar a que se produzcan nuevas muertes?
- Lo entiendo, no ya como delegado, sino como ciudadano. El proyecto
debería estar ahí y con presupuesto. Yo no voy a quitar responsabilidad a la
Junta, pero el Gobierno central… No sé, la cuestión no es sentarnos a hablar,
porque ya lo hemos hecho, sino pasar a la acción. Hay que hacer una actuación
definitiva. El Gobierno central no recoge nada en sus presupuestos y yo creo
que las dos administraciones tenemos responsabilidad. Hay que agilizar este
asunto. Es un problema y cada vez que llega septiembre vemos cómo ha pasado
otro año más. Es una situación compleja, difícil de entender por el ciudadano,
pero la Administración no deja de trabajar. No valen excusas, hay que hacer
actuaciones de defensa y yo no voy a desistir. Tenemos que hacerlo las tres
administraciones, incluso el Ayuntamiento debería darnos empujones cuando nos
demoremos.
- Pues sensibilice sobre el peligro a quien haga falta en
‘Sevilla’.
- O en Madrid. En los dos sitios.
“Con la protección del litoral vendrá turismo y trabajo”
- La Junta ha aprobado recientemente el Plan de Protección del
Litoral, ¿en qué lo vamos a notar?
- A veces, cuando hablamos de planes de protección, hay quien se queja
porque piensa que la Administración viene a poner más pegas al desarrollo. Pero
el proyecto que hemos aprobado está muy consensuado con los trece ayuntamientos
afectados en la provincia de Almería. Son trece pueblos con una superficie de
11.5000 hectáreas y donde se concentra gran parte de la población, unos 500.000
habitantes. Hay que tener en cuenta que en los años 80 y 90 había unas
previsiones de crecimiento tremendas y, de hecho, ya se encuentra ocupado casi
el 40% de los 500 primeros metros de costa que se pretenden proteger. Lo que
pretendemos es salvaguardar los espacios no urbanizados y evitar el deterioro
de nuestros paisajes. Tenemos zonas, como Cabo de Gata, que atraen muchísimo
turismo nacional e internacional. Eso genera riqueza y empleo.
Yo quiero dar tranquilidad, porque el plan se ha ido consensuando. De
las 160 alegaciones presentadas por los ayuntamientos se han estimado 40.
También hemos tenido en cuenta a asociaciones, empresarios y otros colectivos.
- Los ayuntamientos de la comarca se mostraron muy preocupados
porque el Plan echaba para atrás convenios urbanísticos sin tener en cuenta que
los promotores ya habían realizado las correspondientes cesiones.
- Los ayuntamientos han estado muy pendientes de la elaboración del
plan y se han respetado los convenios ya aprobados para evitar problemas. De lo
contrario, la Administración tendría que haber asumido los costes. Se han
respetado en Pulpí, en Cuevas... en todos los sitios.
- ¿Hay que desclasificar mucho suelo?
- No, no, lo que se ha querido es actuar en las zonas donde no había
convenios ni ningún proyecto aprobado. De todas formas, no es proteger por
proteger, se preservan aquellos lugares que tienen algún valor natural,
paisajístico o incluso cultural.
- ¿Se protegen por igual los primeros 500 metros de costa?
- Los primeros 200 metros se clasifican como suelos no urbanizables de
especial protección, aunque pueden destinarse a espacios libres. En la
siguiente franja, de 200 a 500 metros, tienen cabida infraestructuras, incluso
hoteles.
Lo que buscamos es impedir una densidad de viviendas que acabe con
nuestra costa. La protección de nuestro magnífico litoral se verá recompensada
con turismo y trabajo.
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