“Alguien me preguntó por el tema de los consorcios. Yo no quiero saber nada de eso”. Así se despachaba la nueva consejera de Educación, durante su primera comparecencia ante el Parlamento Andaluz y la indignación desbordó la paciencia de los trabajadores de los 14 Consorcios de Andalucía
Imagen de trabajadores de la Escuela del Mármol de Fines en la manifestación ante la Consejería de Educación celebrada el pasado jueves 16 de julio |
“Alguien me preguntó por el tema de los consorcios. Yo no
quiero saber nada de eso”. Así se despachaba Adelaida de la Calle, la nueva
consejera de Educación, durante su primera comparecencia ante el Parlamento
Andaluz y, como era de esperar, la indignación desbordó la paciencia de los
trabajadores de los 14 Consorcios de Andalucía, entre ellos, los de la Escuela
del Mármol de Fines, a los que la Junta de Andalucía les adeuda 12 nóminas.
El director del Centro, Miguel Morillas, sereno,
contenido y prudente durante tres años, estalla.
- ¿Qué le parecen las declaraciones de la nueva consejera
de Educación?
- Es lamentable que menosprecie tan taxativamente la
formación que se imparte en los Consorcios Escuela, entre otras cosas, porque
esta señora no tiene ninguna alternativa a las enseñanzas que ofrecen.
Que explique a qué centros pueden dirigirse los alumnos que
quieran optar a una formación reglada para trabajar en el sector de la piedra
natural. Que diga en qué universidad o instituto de Andalucía se imparten las
enseñanzas que ofrece la Escuela del Mármol.
La consejera ha menospreciado la formación que aquí se
proporciona, al centro y a los profesionales que la imparten, así como el
reconocimiento curricular de todos y cada uno de los miembros de la Escuela y a
los alumnos que acuden a ella para obtener una certificación oficial reconocida
en todo el territorio de la Unión Europea para acceder a determinados puestos
de trabajo. Y todo esto en una comunidad en la que hay más de un millón de
andaluces demandando un empleo.
Las enseñanzas que nosotros impartimos se enmarcan dentro de
las políticas activas que procuran que, mediante la formación, esas personas se
inserten laboralmente y se les reconozca una cualificación profesional.
Esta señora ha demostrado desconocimiento.
- Además, el centro que usted dirige está catalogado como
una referencia en todo el país.
- Las competencias de la Escuela del Mármol de Andalucía,
con sede en Fines, son únicas en toda España. En 2008, el Ministerio de
Trabajo, tras una rigurosa evaluación, la reconoció como única responsable de
la formación para el empleo en el sector de la piedra natural en todo el
territorio nacional. Este centro no sólo imparte una formación, sino que,
además, actualiza los contenidos de los diferentes certificados oficiales de
profesionalidad para España y la Unión Europea, y diseña su programación, que
es fruto de la investigación y la dinámica de un sector que incorpora
constantemente nuevas tecnologías y necesita una formación adecuada a su
continua innovación tecnológica. Ésas son nuestras competencias y una consejera
no puede permitirse el lujo de ignorarlas ni hablar de ellas con tanta ligereza.
Mire, detrás de estas declaraciones hay una agresión hacia
un sector productivo que requiere y demanda esta formación, hacia unos alumnos
que la necesitan y les cuesta su dinero, pues han de desplazarse hasta Fines
para recibir una educación que no pueden obtener en ningún otro lugar de
España. También hay una agresión a todos los profesionales que, además de tener
una licenciatura universitaria, han adquirido una experiencia previa que les
permite impartir estas enseñanzas. Son los técnicos que solicita el Ministerio
de Trabajo para diseñar la formación reglada para este sector profesional. Es
decir, la programación que se imparte en los institutos de enseñanza secundaria
de toda España en lo relativo a estas materias se diseña en la Escuela del
Mármol de Fines, la misma que no le interesa nada a la consejera, la misma que
menosprecia hablando de ella de manera peyorativa e hiriendo a todos los
estudian y trabajamos aquí. Allá ella y su ignorancia.
- Un menosprecio que hay que añadir al de no pagarles las
nóminas.
- Lo que voy a decir ahora lo he dicho en la Consejería.
Esto se llama esclavitud. El ‘massa’ de turno, léase consejero, léase
viceconsejero, decide que un colectivo de trabajadores acudan a su trabajo cada
día, le impone unas tareas y a la hora de corresponder con la remuneración por
el trabajo realizado, se niega a pagársela, pero al día siguiente le exige que
esté en su puesto para seguir desarrollando las tareas que le imponga. Esto se
arrastra desde hace más de tres años y, ahora mismo, acumulamos 12 nóminas sin
cobrar. Los de la Escuela del Mármol son trabajadores responsables que tienen
sus familias, igual que la consejera, la viceconsejera y los directores
generales que sí llevan su sueldo a casa, como corresponde a su trabajo. A
nosotros no sólo se nos niega el salario, es que además se nos menosprecia.
- ¿Cuando cobraron por última vez?
- En marzo acumulábamos 16 nóminas sin cobrar, nos hicieron
un ingreso de 8, justo antes de las elecciones autonómicas, y nos dejaron a
deber otras tantas. Ya vamos otra vez por 12. Dicen que nos entienden
totalmente. Estas cosas, no es que sean intolerables, es que rayan con la
esclavitud. Sólo recibimos excusas y pretextos. Es lo que estamos soportando.
Una poca vergüenza.
- ¿Qué excusas les ponen?
- El anterior consejero, Luciano Alonso, nos llamó con
desdén diciendo cosas como ‘todos estos, colocados a dedo’. Yo le contesté que
en la Escuela del Mármol la gente que ha entrado desde el año 2005, que estoy
al frente, hasta hoy, y creo que desde el principio, lo ha hecho en oferta
pública a través del Servicio Andaluz de Empleo, porque es muy difícil
encontrar profesionales que reúnan las condiciones que exigen los certificados
de profesionalidad. Le dije al Sr. Consejero que el único que hay colocado a
dedo en este consorcio soy yo “porque soy una persona de confianza de usted, y
usted ha decidido que yo dirija este Centro de acuerdo con las indicaciones que
me traslada puntualmente. Al resto del colectivo no tiene por qué manchar su
imagen”.
La plantilla de la Escuela se está desmontando. Ahora mismo,
de 24 profesores, 8 han causado baja porque han pedido una excedencia o han
obtenido una sentencia favorable de rescisión del puesto de trabajo. Para
formar parte del profesorado se exige titulación académica de ingeniería,
arquitectura o licenciatura universitaria, experiencia en el sector de la
piedra natural reflejada en su vida laboral, y, además, experiencia contrastada
y reconocida en formación durante, al menos, tres años. ¿Cuántos ingenieros,
arquitectos y licenciados están trabajando en la piedra natural y tienen
reconocida oficialmente esa experiencia en la enseñanza? Hay muy pocos, pero el
señor Luciano Alonso se permitió menospreciar a este colectivo cuando se le
pedía que pagara las nóminas pendientes. Yo le deseo que le vaya bien. Igual él
llegó a ser consejero por oposición.
- ¿En qué situación se encuentran ahora mismo ustedes?
- En la Escuela del Mármol hay mucho dolor y pena. Hay gente
muy buena trabajando que tiene problemas grandísimos y se ve abocada a no
cumplir con sus compromisos porque la Junta de Andalucía, que no tiene ninguna
sensibilidad, les está fastidiando y no pueden pagar la luz, el agua, los
impuestos...
Yo no les deseo a los hijos, a los nacidos y a los que
tienen que nacer, de todas y cada una de las personas que tienen alguna
responsabilidad con lo que nos está pasando en la Escuela del Mármol, yo no les
deseo, repito, el sufrimiento que ellos están trasladando a nuestros hijos.
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