Veraplayazul denuncia los vertidos de aguas residuales al mar en la playa de Cuevas del Almanzora
Detalle de la 'costra' que forman los vertidos de aguas residuales en la desembocadura del río Almanzora |
Javier Irigaray / 27·08·2015
La asociación de vecinos Veraplayazul señala al mal funcionamiento de la depuradora de Palomares como causante de los vertidos de “aguas malolientes” que producen “charcas” y “mosquitos” en la desembocadura del río Almanzora, así como a las administraciones por una desidia que comparan con las maneras del franquismo.
La asociación de vecinos Veraplayazul señala al mal funcionamiento de la depuradora de Palomares como causante de los vertidos de “aguas malolientes” que producen “charcas” y “mosquitos” en la desembocadura del río Almanzora, así como a las administraciones por una desidia que comparan con las maneras del franquismo.
“En
todo lo concerniente a la limpieza del río Almanzora –lamentaba Manuel Pérez,
miembro de Veraplayazul-, la administración procede como lo hizo el franquismo
en 1966 con el asunto de las bombas de Palomares: falta de acción, de
información y de transparencia”.
Veraplayazul, asociación
de vecinos de la costa de Vera, denunciaba en un comunicado “la suciedad, el
agua en mal estado y la falta de limpieza del río” que desemboca en la costa de
Cuevas del Almanzora.
Manuel Pérez es taxativo:
“el medioambiente y las personas sufrimos el deficiente funcionamiento de la
Estación Depuradora de Palomares. Lo venimos denunciando desde hace años. Como
consecuencia de esto, se vierten al tramo final del cauce, junto a la
desembocadura, aguas malolientes formando charcas y balsas que son criaderos de
mosquitos y de verdín, provocando una gran extensión de algas secas de varios
centímetros de grosor”.
A la
vista queda “un lecho del río más que saturado –abundaba Pérez- y en la
desembocadura se ha formado una capa importante formada por ovas que, cuando el
oleaje alcanza la laguna, saca esas ovas y las deposita en la playa tiñendo el
agua de un color verde que resulta muy desagradable, por no hablar de la
cantidad de las bacterias que se supone que lleva. Con viento de Levante, los
vecinos tenemos que soportar en toda esta parte de la costa, afectando a Vera,
el color verde del agua, algas, espumas y malos olores”.
“Un
problema adicional –añadía el representante Veraplayazul- es que el lecho del
río está absorbiendo esa agua residual que llega hasta los acuíferos con que se
riegan los campos en los últimos cinco kilómetros de la cuenca del río
Almanzora. Hace ya seis o siete años que venimos advirtiendo esta situación”.
Para
que nos hiciéramos una idea de la toxicidad de los vertidos, Pérez explicaba
que “la barandilla de madera de la vía verde está teñida de negro por efecto
del gas metano que desprenden las aguas residuales, coincidiendo con el espacio
que habilitaron para que acamparan los asistentes al Dreambeach. Me parece una
barbaridad que ninguna administración tome cartas en el asunto”.
Las de Villaricos,
Palomares y Vera, como recordará el lector, fueron las tres playas afectadas
por el caso de las microalgas tóxicas que, “según todos los estudios, pueden
aparecer no sólo por causas naturales sino como consecuencia de la
contaminación”, afirmaban desde Veraplayazul.
Pero la asociación de
vecinos veratense no sólo se quejan por los vertidos, pues afirmaban que “al
hedor y lamentable espectáculo del agua estancada hay que unir la ausencia de limpieza
del cauce, con matas que tapan el puente de acceso a Villaricos, lo que supone
un riesgo evidente de riada”.
Evocaban “unas
inundaciones cuyas consecuencias ya conoce la zona porque las sufrió, al igual
que Vera con un río Antas que vuelve a estar amenazante, en septiembre de 2012
y que puede recordar porque aún es posible ver cañas pegadas a los pilares del
puente” procedentes de los arrastres de la rambla de Canalejas, que viene a
desembocar justo en este mismo lugar junto a la desembocadura.
“Llama la atención
–señalan desde la asociación- la dejadez del Ayuntamiento de Cuevas del
Almanzora en limpiar ese recuerdo de la riada y, lo que es más importante, en poner
los medios para que no vuelva a ocurrir, con las huellas de los destrozos aún a
la vista”.
Los vecinos consideraban
que “es muy relevante para el turismo la limpieza del entorno, pues son sus
playas y sus recursos naturales las que mayor riqueza generan, siendo la
desembocadura del Almanzora una postal muy negativa de los destrozos que ocasiona
la depuradora en mal estado. Una postal que tampoco se preocupa en mejorar el
Ayuntamiento de Vera, pues su playa también padece el perjuicio medio
ambiental”.
Advertían, además, que
los “vertidos no sólo dañan el turismo sino también la agricultura, pues son
múltiples los pozos que pinchan o extraen el agua junto al cauce, cuya suciedad
es notoria a su alrededor”.
Veraplayazul exigía “que
parte de los ingresos generados por el Dreambeach se destinen a ampliar la
potencia de la depuradora de Palomares, limpiar el cauce y recuperar la zona
medio ambientalmente, acabando con la contaminación y los episodios que ponen
en peligro la seguridad y salud de las personas”.
“Además
–explicaba Manuel Pérez-, el daño que se está haciendo al turismo es incalculable.
Buena prueba de ello es que la playa naturista de Vera, que es un reclamo
fabuloso a nivel internacional desde hace muchos años, así como las de
Villaricos y Palomares, han estado 15 días cerradas por la proliferación de
unas microalgas, con 90 personas afectadas con problemas respiratorios”.
Sobre
la actitud de las corporaciones locales, el representante vecinal declaraba que
“al Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora le hemos enviado informes y, hasta la
fecha, no se ha manifestado en ningún sentido. Con el de Vera hemos mantenido
dos reuniones, la última el 7 de agosto con los delegados de Urbaser sobre la
calidad de limpieza de la arena, pero mi opinión personal, cuando me he reunido
con ellos, se puede resumir en que he salido con la cabeza caliente y los pies
fríos”.
“Nos veremos obligados a
denunciar a Galasa”
“Quien gestiona y cobra por el ciclo integral del agua en
Villaricos es Galasa –recordaba Francisco Vázquez, portavoz andalucista del
equipo de gobierno de Vera- y, por tanto, es Galasa junto a la Diputación
Provincial la responsable de esos vertidos, a quienes hay que añadir a la
Junta, que cobra un canon en el recibo del agua en concepto de infraestructuras
de depuración. Nosotros seguiremos exigiéndoles a todos ellos que tomen las
medidas necesarias para evitar la influencia que sobre nuestras playas tiene el
funcionamiento deficiente de la depuradora de Palomares. Que cada cual haga lo
que tenga que hacer para que no repercutan en los veratenses los efectos de sus
aguas residuales, las de Palomares y las de Antas, que cuando diga de salir el
río infectará de residuos la arena de nuestras playas”.
Advertía Vázquez que si el problema de los vertidos no se
soluciona “nos veremos obligados a denunciar a Galasa ante los tribunales. Y
que nadie me malinterprete. Nosotros no vamos contra nadie, pero sí en favor de
los intereses de Vera. Ya cuando estábamos en la oposición, el Grupo
Andalucista planteó en el pleno una moción para recurrir a la justicia, pero el
resto de los concejales votó en contra. Al pueblo de Vera le costó mucho
sacrificio y trabajo cumplir con sus obligaciones en materia de depuración de
aguas, pero el pueblo de Vera, además de obligaciones, tiene derechos que, si
no son respetados por otras instancias, los hará valer donde haga falta,
incluidos los juzgados”.
“Las
depuradoras están desbordadas”
El
alcalde de Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández Liria, declaraba en los
micrófonos de RADIO ACTUALIDAD, que los vecinos de la playa de Vera no habían
contactado aún con él.
Según
el regidor, la depuradora de Palomares estaría funcionando “bien, dentro de los
parámetros normales, aunque en nuestra comarca, no sólo en Cuevas, tenemos
desde hace tiempo un serio problema con la depuración. Las estaciones
depuradoras están funcionando, pero son obsoletas y están desbordadas, no tienen
capacidad suficiente para procesar el caudal de aguas residuales que les
llega”.
“Los
políticos –reconocía Fernández Liria- tenemos que ser muy pesados, llamar a las
puertas adecuadas, hacer un trabajo en común, hacer fuerza ante la
administración competente y, sobre todo, ser muy insistentes”.
“Aquí
tenemos un problema –admitía el alcalde- y no podemos ser un referente
turístico si no somos capaces de tener nuestras playas en condiciones y que los
vertidos que lleguen hasta el mar estén en las condiciones más idóneas de
depuración”.
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