Heredia y Viúdez, además, “solicitaron que se les devolviera 60.000 euros a cada uno, y de igual modo a un familiar y a otro amigo de éstos, para anular los contratos de compra” [de apartamentos en Coto de Vera]
Heredia y Viúdez. FOTOMONTAJE |
Miguel Ángel Sánchez / 22·09·2015
José Luis Heredia y Bartolomé Viúdez, director y subdirector de Cajamar, respectivamente, convencieron al administrador de Madrid Gestión SA para que se subrogase el crédito de Coto de Vera concedido a Gruinver 6, una de las sociedades de Diego Rodríguez Valero. Heredia y Viúdez, socios de Valero en otras mercantiles, prometieron a Madrid Gestión rescatarla a los dos años si las ventas iban mal. El administrador denunció en un burofax enviado a miembros de la más alta dirección de la entidad, que Heredia y Viúdez no cumplieron lo acordado y le abocaron a la ruina.
No andan las filas muy prietas en la alta dirección de Cajamar. La información que hoy les traemos lo acredita. Una fuente de toda solvencia de la entidad, ha hecho llegar a esta redacción un burofax enviado en 2012 por el empresario Alberto Garrido Gersol a, entre otros, a los por entonces presidente de Cajamar, a su segundo en el escalafón y al director territorial.
Entre los que recibieron esa carta, hubo alguien que la mostró a un miembro del Consejo Rector, entregándole una copia junto a otros documentos relacionados con la misma. Esas copias obran ahora en manos de ACTUALIDAD ALMANZORA.
Fechado el burofax el 16 de noviembre de 2012, el Administrador de Madrid Gestión SL, Alberto Garrido, narra que su sociedad entró en una operación subrogándose un crédito de Gruinver 6 SL, una de las múltiples sociedades del ‘Grupo DRV’ participada por el antense Diego Rodríguez Valero, quien unos años antes había tenido estrechas relaciones comerciales con José Luis Heredia, director General de Cajamar; Bartolomé Viúdez, subdirector General; y Francisco Alonso Guerrero, el jefe de zona de Cajamar. De hecho los cuatro fueron socios en varias mercantiles.
Esas relaciones entre Gruinver 6 y los directivos de la entidad financiera se sustanciaban en sociedades, todas relacionadas con el ladrillo, como Huertos del Castillo SL y Nieva Golf Inmobiliaria SL. Heredia, Viúdez y Alonso fueron, siempre a título particular, fundadores de estas dos empresas a través de Dopucasa SL, la mercantil que ellos tres habían creado para especular en el mundo inmobiliario. El extraño resultado de todo esto es que apenas transcurridos 6 u 8 semanas, los de Cajamar vendían sus acciones de Huertos del Castillo SL y Nieva Golf Inmobiliaria SL a una Gruinver 6 siempre dispuesta a comprar. La disponibilidad de Gruinver a adquirir lo que parecían decisiones caprichosas de José Luis Heredia, Bartolomé Viúdez y Francisco Alonso tenía mucho que ver con la figura de Diego Rodríguez Valero. Valero era a su vez socio a nivel particular de los tres, al tiempo que tenía participaciones de Gruinver 6 y co-dirigía, sin ser el accionista mayoritario, el conglomerado empresarial que rodeaba a lo que hemos denominado ‘Grupo DRV’; que reunía 27 sociedades inmobiliarias, casi todas con sede en las oficinas centrales de DRV en Vera de la calle del Mar número 3. Y entre ellas Gruinver 6.
Gruinver 6 desarrolló numerosas inversiones en la comarca. Poco antes de suspender pagos, entre finales de 2009 y principios de 2010, la sociedad contaba con un patrimonio neto y pasivo, quizá tasado en base a las valoraciones de la época dorada del ladrillo, de 44.412.475,28 euros.
La totalidad de la deuda bancaria de Gruinver y sus sociedades filiales –Nieva Golf Inmobiliaria SL, Promociones Real de Nieva SL y Gruinver Fuente Abad SL, era de 62 millones de euros con diversas entidades financieras. Con Cajamar, los préstamos hipotecarios ascendían a 20.918.445,14 euros. El resto, correspondiente a Promociones Real de Nieva SL y Gruinver Fuente Abad, con 25 millones y 15 millones, respectivamente, se debía a diversas entidades de crédito. Los dicha cifra de 62 millones es probable que sea superior si le sumamos las obligaciones contraídas por las otras muchas sociedades del ‘Grupo DRV’.
La relación estrecha de los citados directivos de Cajamar, metidos a empresarios inmobiliarios, con Rodríguez Valero, les proporcionaba una información de primera mano sobre la cada vez más penosa situación de Gruinver 6, de tal forma que un año antes de que la sociedad acudiera al juzgado de lo Mercantil número 7 de Almería solicitando la declaración de Concurso de Acreedores, ‘la Caja’ emprendió negociaciones para cobrarse en terrenos y viviendas, dejando los restos para las demás entidades financieras, que a día de hoy aún no han podido saldar cuentas.
Una de las promociones que fueron negociadas como dación de pago fue Coto de Vera, en la zona del cruce de Puerto Rey (Vera). Cajamar había entregado a Gruinver-6 no menos de 18 millones de euros para edificar un conjunto de 112 viviendas con plazas de garaje y trasteros, “de las que quedaban por vender 20 apartamentos y por escriturar 19 vendidas en contratos privados”. Así lo narra el Administrador de Madrid Gestión SA, Alberto Garrido, a los superiores de Heredia y Viúdez en el ya mencionado burofax.
Garrido cuenta en su misiva que “el 28 de noviembre de 2008, y ante la inminente declaración de insolvencia de las sociedades Gruinver 6 SL y Promociones Real de Nieva SL, Cajamar se adjudicó una serie de terrenos rústicos y urbanos en dación en pago por la deuda de 10.341.895,00 euros y 4.699.548,00 euros, respectivamente, más el IVA correspondiente”. A su vez, Gruinver 6 tenía, además, otro préstamo promotor con Cajamar por importe de 6.750.590,75, “del que se habían utilizado 5.877.002,14”, que “llevaba varios meses sin pagar las cuotas de intereses”. Es decir, Gruinver añadía a sus deberes con Cajamar casi 5,9 millones más. Total, los ya reflejados 20.918.445,14 euros.
El mismo día 28 de noviembre de 2008 en el que Cajamar se cobra en terrenos sitos en Vera parte de la deuda de Gruinver, se firma escritura de compraventa con número de protocolo 2.432 en una notaría de Vera mediante la cual, Madrid Gestión SA –que era socia de Gruinver pero que un conjunto de desavenencias enturbiaban las relaciones entre los accionistas- “adquiere para sí la rama de actividad de Gruinver 6” ligada a Coto de Vera. De esta forma, Madrid Gestión SA se subroga el crédito de Gruinver con Cajamar ascendente a 5.877.002 euros.
En la negociación de la operación, llevada directamente por José Luis Heredia, director General de Cajamar, y Bartolomé Viudez, su segundo, se le “promete” al administrador de Madrid Gestión, Alberto Garrido, “que esta promoción sería comprada por Cajamar a Madrid Gestión SA antes del 30 de junio de 2009, fecha en que vencía la carencia del préstamo, si para esa fecha no se habían vendido las viviendas, y corriendo Cajamar con los gastos que debidamente justificados se hubieran producido durante ese tiempo”. Garrido expresa en su carta que la compra “le fue impuesta” por Heredia y Viúdez, si bien no aclara con qué medios de presión, si es que los hubieron.
Comienzan los problemas
Los problemas llegaron cuando alcanzada la fecha fijada, ‘si te he visto no me acuerdo’. Así se desprende de la carta de Alberto Garrido a la más alta cúpula de Cajamar en su burofax, quejándose de la situación que se le ha creado.
Garrido narra una serie de encuentros con José Luis Heredia y Bartolomé Viúdez en los que les reclama el cumplimiento del compromiso y haciéndoles saber que la carga adquirida con el préstamo subrogado y las viviendas –“de las que no se vendió ni una”- le está ocasionando graves dificultades a su empresa. Dicho de otra manera, los apuros financieros que como inmobiliaria sufría en 2010 Madrid Gestión no pudieron ser aliviados con préstamos de otras entidades, porque saltaban las alarmas que, por impago de la deuda a Cajamar, aparecían en los ordenadores bancarios conectados a los archivos de datos de morosidad.
Así, cita acuerdo tras acuerdo –en torno a la decena- de renegociación de deuda y aceptación de la dación en pago de las viviendas concertados con Cajamar, y los subsiguientes incumplimientos de ésta, dado que la recompra o rescate pactado de Coto de Vera no era más que un concierto verbal. Las escusas por parte de la Caja eran de muy diversa naturaleza, pero en síntesis, los obstáculos aparecían por trámites y permisos que los propios servicios y órganos de la Caja, ajenos quizá a las susodichas obligaciones verbales adquiridas por Heredia y Viúdez con Madrid Gestión y su administrador Alberto Garrido, no concluían al entender inviable la operación.
En una ocasión, se cuenta en el burofax, para el cierre del ‘convenio’ y la toma en dación de pago de los apartamentos, la empresa madrileña “apodera a una persona en Vera para que pueda firmar […] pero una vez más se incumple la promesa pasando el tiempo sin que se arbitre ninguna solución” más allá de nuevos préstamos que renovaban los cumplidos, nuevas hipotecas, etc.
Mientras tanto, la valoración de estos activos se devalúa por la crisis –según una tasación de Tinsa, un 40%-; los pagos de IBI y otros impuestos (58.656,64 euros) se hacen insoportables para las arcas de una empresa que, además, tiene que hacer frente a los gastos de comunidad (79.281,88 euros), y a “los defectos” que van surgiendo en la construcción.
Paralelamente, la propia Caja “dispone de 669.000,00 euros de un nuevo préstamo dado al promotor, que se han destinado por decisión unilateral de Cajamar al pago de sus propios intereses (497.571,13 euros), escrituras de novación”, etc.
Para más Inri, al inconveniente de la falta de compradores, los señores citados [José Luis Heredia y Bartolomé Viúdez, que según se deduce de lo que sigue habían adquirido varios apartamentos en Coto de Vera] solicitaron al poco de la compra que se les devolviera la cantidad de 60.000 euros a cada uno, y de igual modo a un familiar y a otro amigo de éstos, para anular los contratos de compra que tenían suscritos con Gruinver 6 SL”, cantidad que Madrid Gestión SA “se vio obligada a liberar de su propia tesorería”.
Para Madrid Gestión SA –así se hizo saber a la más alta dirección de la Caja- “los incumplimientos” de quienes representaron a Cajamar en la negociación son “responsables principales” de la situación; “situación puesta en conocimiento de Cajamar hace muchos meses, a través de diferentes comunicaciones enviadas a D. José Luis Heredia y D. Bartolomé Viudez”.
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Creo que se debería insistir en la dimisión y despido disciplinario de los dos pájaros (Sr. Bartolomé Viudez y el Sr. Heredia “Chichones”.).
ResponderEliminarComo bien se comenta se cree que han BLINDADO bien, para en caso de despido
Ni La Presidencia de la Caja ni el Consejo (máximo Organismo), han dado la cara al respecto, a los empleados y a los clientes asociados a la Entidad “Aportaciones obligatorias y Voluntarias”, deberían enviar, escrito personal a cada socio.
Si sobran empleados dos menos y sus supersueldos que no serán de currante normal
En la última reunión de directores, (Murcia) les comento DIEGO GONZALEZ y JESUS LOPEZ (director territorial), que no hiciesen caso a las habladurias y a la mala prensa, que no es verdad, que se trata de un cliente amargado por las deudas, al que la Caja no quiere ayudarle y de ahí la venganza.
LOS CONSEJEROS, DEBERIAN ESTÁR ACOJONADOS. Esperemos que algún cliente con las “ideas Claras” denuncie ante el BANCO DE ESPAÑA EL CASO y este tome medidas al respecto, por las perdidas-quebranto que se la ha producido a la Entidad.
Me gustaría, ver, estudiar y comprobar:
--El informe de la oficina que solicito el crédito, para su concesión.
--El Informe del Director de Zona o territorial hacia la dirección General
--El Informe de estudio elaborado para el Consejo.
--El informe del Consejo de Administración en base a que concedió el crédito y posteriores.
--Si lo concedieron sin avalistas y la viabilidad del mismo.
--Sabiendo que dos Ejecutivos de la Entidad estaban en la sociedad (se obvio esa información), al Consejo.
--Otros créditos de menor cuantía (digamos 2,5 millones de euros), con mayor viabilidad que estos, han sido desestimados y los autorizados han solicitado avalistas y la bendición.
--No todas las promociones han sido aceptadas en dación de pago, una en mejores condiciones de terminación, menos quebranto, denegada.
--INSISTO AL BANCO DE ESPAÑA Y CON UN PAR……….
PARTE DE UN TEXTO ENVIADO POR EL SINDICATO “ERE”
Ayer, la actual Dirección de la Entidad nos ha cuantificado "SU" excedente de personal en 295 personas (por estrictos motivos de confidencialidades no podemos desglosar más datos), compañeros y compañeras con sus familias, amigos, con sus vidas a cuestas, que ahora son señalados para pagar un “pato” que no es el suyo y que nunca lo fue, pero que pretenden que lo sea. Mientras todos los actuales responsables de la Entidad se mantienen en "SUS poltronas” sin, parece ser, intención alguna de asumir "SUS" responsabilidades y dimitir por "SU" fracasada gestión.
Nunca hay bastante, siempre hay excedente de personal. Debemos de estar ante el primer excedente infinito y más allá. O simplemente, puede que sobren malos Directivos. Estos sí deben de estar brotando desde alguna zona húmeda que aún desconocemos pero que como el musgo, se aferran a "SUS" rocas. Ahora vuelven con criterios que entendíamos que ya habrían decidido abandonar. Criterios como:¡¡¡blindar lo puestos directivos!!! o la capacidad o la competencia comercial. Sin Comentarios O mejor Con Comentarios. Estamos hartos de tanto discurso vacío y obsceno.
Entendemos que anteponer un criterio de negocio por encima de la conciliación es un insulto a la plantilla. En “román paladino”, que pretenden que trabajemos mañana, tarde y noche para arreglar "SUS" despropósitos directivos por el mismo precio y, además, que 295 compañeros tengan que aceptar sí o sí ser desterrados por culpa de "SU" necedad gestora.
UN CLIENTE.
seguro que los pájaros directivos cajamar tiene a su vez padrinos en estancias superiores, si no , no se entiende que estén en la cárcel o despedidos o apartados de sueldo y despachos hasta se aclare el asunto.
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