Los Quinientos de Actualidad Almanzora

CLEMENTE FLORES

Cabecera original de ACTUALIDAD ALMANZORA. El ejemplar corresponde a 1997, cuando la publicación ya contaba con más de cuatro años de vida.

27·10·2015

EL DÍA DEL Pilar estaba yo en pleno Gozo cuando el director, Miguel Ángel Sánchez, me llamó para decirme si podría preparar con toda la urgencia posible, un artículo para el número quinientos de ACTUALIDAD ALMANZORA, que saldría en un par de días. 

La llamada inevitablemente me hace recapacitar porque a pesar de llevar casi siete años colaborando con el periódico no era consciente del dato. ¡Qué mayores! 

Editar quinientos números de un periódico, quincena tras quincena, en una tierra donde se tiene fama de ser tan inconstante en el trabajo, donde la envidia es como una piedra que vuela tan bajo que si no te agachas siempre te pega en la cabeza, donde las inquietudes culturales se poseen en razón inversa al dinero que se tiene y donde se ha puesto de moda demostrar a toda costa quién es el que manda, es una tarea de titanes. 

Desde fuera es difícil valorar por qué es prácticamente gratuito el regalo que supone encontrarte cada quince días con decenas y decenas de páginas de periódico con ideas noticias y comentarios de tu comarca. Doy fe de que en ellas tienen cabida ideas de muy distinto signo sin más censura que la que cada autor se imponga. Vayamos por partes. 

Antes de seguir, necesito hacer dos aclaraciones. La primera de ellas, que Miguel Ángel nunca me ha pedido un favor así, porque nunca ha mediatizado mis artículos ni en los temas ni en los contenidos, y la segunda, aclarar, por si alguien no lo sabe, que Gozo es la segunda isla (67 kilómetros cuadrados) de las tres que componen Malta, que es un país donde se habla inglés y se conduce por la izquierda, que son dos cosas que no sé hacer. 

En esas condiciones, si ACTUALIDAD me pagase los artículos, yo hubiese declinado la “invitación” y no hubiese escrito el artículo, pero cuando trabajas en equipo debes aparcar desacuerdos y ayudar a quien lo dirige antes de cuestionarte cómo lo hace. Tratándose de ACTUALIDAD y de Miguel Ángel, es imposible no hacerlo, lo que dice mucho de la conexión entre los que escribimos, al menos en mi caso, el periódico y su director. Del Gozo al pozo. Hablaré de mí mismo a sabiendas de que cualquiera de mis compañeros tiene los mismos o más méritos que yo, pero al fin y al cabo soy, de todos, al que conozco desde hace más tiempo. 

¿Por qué escribo en Actualidad? 

Personalmente estoy y estaré siempre en deuda con ACTUALIDAD ALMANZORA porque me permite hacer un trabajo que considero interesante y creo que socialmente útil. 

Hace algunos años, con motivo de mi jubilación, me planteé volver a mi “patria chica” para vivir. Finalmente decidí no volver, pero la experiencia me valió para descubrir, o al menos profundizar, en el concepto de patria chica que tan de moda y tan torticeramente están poniendo de moda los nacionalistas. ¡Qué Dios les ampare! 

Lo de tener patria chica es un sentimiento que para mí es fácil de entender y difícil de explicar. Dicen que la patria chica de cada uno está en el lugar donde pasó los primeros años de su vida, pero que no es un determinado espacio o lugar físico, aunque como tal se identifique, sino un conjunto de vínculos afectivos culturales e históricos que han ayudado a conformar tu personalidad y a través de ellos te identificas para siempre con el territorio, porque el mundo de las creencias y de las ideas está grabado sobre el mismo archivo y no tenemos muy claro como lo lee nuestro cerebro. 

Cada persona tiene un concepto distinto de su patria chica, porque cada persona se ha identificado con ella de forma distinta. He leído que muchos no tienen patria chica y que hay otros que se sienten ciudadanos del mundo. También he leído que otras personas han perdido su patria chica pero creo que, en este caso, lo que ocurre es que nunca la han tenido. Sé que he perdido, o se las ha llevado el viento, muchas cosas de mi patria chica, pero siempre he pensado que mi patria chica, mi comarca, ha carecido del sentido generoso que emana de la responsabilidad colectiva y que esa carencia tenía su origen y justificación en la escasez de medios económicos y el mal reparto histórico de la riqueza. Tengo claro que el mejor medio y casi el único que me permite expresar esos pensamientos y sentimientos sobre mi patria, sobre la comarca es ‘LA ACTUALIDAD’. Escribo en ACTUALIDAD, en primer lugar porque quiero a esta tierra a pesar de sus macas endogámicas y no hay, para mí, lugar más propio para hacerlo. 

Tengo en el periódico un lugar y un tamaño de artículo que no son fáciles para el lector, pero a mí me cuesta mucho escribir y quiero que al lector también le cueste leerlo. Es el precio que tiene que pagar por leerme. En ACTUALIDAD el que te lee puede conocer cómo piensas e incluso identificarte cuando paseas por cualquier calle, pero el que escribe no tiene ni la más mínima idea de cuáles son las preferencias de la persona que te lee ni los temas que le interesan. Sólo puedes juzgar de la bondad de tu trabajo por el hecho de que el Director te sigue guardando el sitio y ves que tu artículo se sigue publicando. 

El contenido de mis escritos casi únicamente se circunscribe a temas que, a mi juicio, tienen algún interés para la comarca y prácticamente estoy siempre trabajándolos, cosa que, vista desde fuera, puede resultar difícil de entender porque sería difícil encontrar el dinero para contratarme. ¿De qué trabajo estoy hablando? 

Como he empezado explicando, Gozo es una pequeña isla donde viven unas 30.000 personas y cuya ciudad más importante es Victoria, la antigua Rabat. Tiene una ciudadela fortificada impresionante a la que se accede a través de la Plaza de San George. Al cruzar por ella hemos encontrado un grupo de “tunos” de los cuales el menor de ellos hace lo menos diez años que no ha pisado la universidad. Una de mis nietas, que pese a su edad ya apunta maneras sarcásticas, me dice –“‘Abu’, estos habrán pasado todos de primero”- y cuando les miro veo que lucen un indalo entre sus colgantes y me confiesan que han visitado Mojácar y participado en ese magno festival de tunas que organizan en mi pueblo. Viéndoles el pelaje y oyendo el repertorio no tengo más remedio que hacer una valoración de las manifestaciones culturales de mi pueblo, donde a pesar de estar perseguido cantar de noche, se gastan un buen dinero en hacer un concurso con semejante tipo de “tunas estudiantiles”. 

Es inevitable “seguir trabajando” para ACTUALIDAD y para la tierra cuando uno ve la calidad, la limpieza y el celo con que se conservan y ajardinan los recintos fortificados de Malta, y uno piensa en el recinto amurallado de Almería, que pese a su grandiosidad parece un estercolero, o cuando compruebas que puedes beber el agua de cualquier grifo y sabes que toda es de desaladora y recuerdas el agua de Galasa, que trae tanta tierra que tienes que limpiar todos los filtros de los grifos después de cada corte de agua y que nunca puedes saber de dónde viene. Ver sus puertos, sus costas acantiladas y el empleo moderno con técnicas actualizadas de su eterno material de construcción, la arenisca caliza, te hace pensar en otras posibilidades perdidas o malogradas de esta tierra y allí estás tú, corresponsal andante de ACTUALIDAD, para meditar sobre sus curiosos pozos construidos para intentar atrapar el poco agua que indefectiblemente se filtra y se saliniza. Detrás de casi todo el que escribe hay un reformador en potencia y las comparaciones fluyen con espontaneidad. Todo lo tienes que recopilar, cribar y ordenar para tratar de exponerlo sin ofender al interesado, generalmente el político de turno, que es el único que parece conocer las necesidades de su pueblo y la forma de satisfacerlas. 

Ésa es mi pequeña y más intima parte de ACTUALIDAD, y mientras no llegue el otoño de la vida, es la penúltima hoja. 

ACTUALIDAD ALMANZORA es un periódico popular, pero no es una publicación folklórica ni un libelo panfletario. No es fácil mantener los límites. Desde este periódico no se ahorran críticas porque se piensa que el derecho a saber está por encima del hábito de ocultar, pero no se olvida tampoco el derecho de los demás a tener visiones variadas y contrapuestas y se está abierto al derecho de réplica y a que la información no se haga en una sola dirección. 

Nadie debe olvidar que el derecho a opinar libremente incluye no ser molestado por culpa de esas opiniones, pero nadie está a salvo y mucho menos ACTUALIDAD de que los que son o se creen poderosos pongan piedras en la rueda del carro, e incluso a veces arrojen cascotes a los que van en él. ACTUALIDAD tiene veintidós años de experiencias y creo que, como si de un gladiador del circo romano se tratase, nunca se ha dejado atrapar de esa tupida red de restricciones y obligaciones con que la maquinaria administrativa ha intentado siempre atraparle. Nunca estará libre de ellos. 

Hay controles legales sibilinos, como licencias y censuras y controles económicos, como la publicidad o la distribución, sobre todo en un medio que se mantiene gracias a ella. 

En ámbitos reducidos, como es la comarca, no faltan presiones personales, entredichos y comentarios maliciosos a lo publicado, sobre todo de los políticos y de sus entornos más criticados, que con su obsesión persecutoria logran que leer ACTUALIDAD sea en ciertos ámbitos municipales tan peligroso como era leer el Mundo Obrero en pleno franquismo. 

Ser libre “de algo” no es lo mismo que ser libre “para algo” y por eso el auténtico progreso social de esta comarca sólo se conseguirá cuando los políticos, predispuestos ahora a entender cualquier crítica como persecución, consigan que la comarca disponga de una prensa propia, políticamente y económicamente libre. Es una grandeza que no está al alcance de sus valores y ACTUALIDAD es una oportunidad que como otras muchas están desaprovechando. 

Los políticos en general desconocen el poder y la influencia que ejerce la prensa, pues piensan erróneamente que la prensa cambia opiniones que sólo puede reforzar y en general ejerce influencia solamente sobre aquéllos que han perdido la fe en determinados supuestos. Por eso la prensa adquiere un valor impagable cuando los políticos están realmente dispuestos a que la sociedad cambie. Hemos acabado el artículo sin hablar de sobornos al periódico, lo cual parece un milagro increíble, después de todo lo que se ha oído y escrito en la comarca en estos últimos veinte años. 

Sería injusto acabar sin hacer una referencia a Miguel Ángel Sánchez. Él es el artífice principal de esta publicación, que es como una flor que tras veintidós años –me refiero al periódico, no a él- sigue conservando su frescura en una tierra tan árida. Pretendiéndolo o no, ha hecho historia en la comarca y ha conseguido ser el más criticado –a veces odiado-, el más querido y el más temido de todos los que participamos en ACTUALIDAD. Hasta donde pueda contarás conmigo porque tu proyecto se lo merece. Yo también he sido Director de Proyectos y ahora estoy en Gozo, donde se habla inglés y se conduce por la izquierda.