Repasamos con Antonio Martínez, delegado de Medio Ambiente en Almería, los asuntos más candentes que su departamento mantiene abiertos en el Levante: Algarrobico, depuradoras y río Antas
Antonio Martínez, delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Almería |
Miguel Ángel Sánchez / 29·03·2016
Refiriéndose al polémico hotel, el joven delegado,
purchenero de nacimiento, prefiere mirar al futuro. Asegura que quienes le
antecedieron en el cargo intentaron hacerlo “lo mejor posible”. Para el
responsable de la Consejería en Almería, es momento de “dar solución a los
problemas”, y la de El Algarrobico se llama demolición. La de las depuradoras
en la comarca consistiría en “salvar los obstáculos administrativos” y la de
los desbordamientos del río Antas la pone en el tejado del Gobierno Central. Su
nombre es laminación, una obra de interés general.
- ¿Qué tal la coherencia en los pronunciamientos de la
Junta respecto al hotel de El Algarrobico?
- Creo que siempre ha sido coherente. Recientemente hemos
conocido la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que ha dado la razón a las
tesis defendidas por la Junta y se ha actuado con rapidez. El pasado 29 de
febrero se celebró una reunión con la ministra y el 7 de marzo se juntó por
primera vez la comisión mixta de las dos administraciones creada para resolver
la demolición del hotel y la restauración de la zona.
- Le pregunto lo de la coherencia por la actitud que
mantuvo la Junta en un principio, participando accionarialmente en las empresas
que estuvieron en la génesis del hotel, o por la orden dada en 2010 por la
Consejería Ordenación del Territorio al Ayuntamiento de Carboneras, exigiéndole
durante la tramitación el Plan General de Ordenación Urbana la inclusión como
urbano consolidado del suelo de El Algarrobico.
- Esos datos vienen de muy atrás y a mí se me escapan. Sería
imprudente manifestarme acerca de ellos. Los jueces han hablado y hasta donde
yo sé la postura de la Junta ha sido siempre la misma, es decir, declarar esos
terrenos como de especial protección y no urbanizables. Ahora, el momento en el
que nos encontramos es el de restaurar la zona y devolverla a la situación en
que estaban.
- ¿No le llama la atención esto que pasó cuando usted,
que nació en los 80, era aún un niño?
- Claro que sí y procuraré informarme. Ahora tenemos una
importante vorágine de trabajo, pero profundizaré en todo esto.
- ¿Puede darse algún otro uso a ese edificio que impida
su demolición?
- Las opiniones son todas válidas, pero lo que tenemos
claro, y así lo ha repetido en más de una ocasión el consejero, es que la
decisión de derribar El Algarrobico es irrevocable. Estamos en la cuenta atrás
de la demolición y la restauración de la zona.
- Los ecologistas dicen que hay que proceder a una
demolición sostenible que posibilite la reutilización del máximo posible de los
materiales empleados y la creación de puestos de trabajo ¿cree viable esa
opción?
- Nosotros respetamos su propuesta, pero ahora no estamos en
ese momento. Hemos empezado a analizar en profundidad la sentencia para dar
todos los pasos con las debidas garantías jurídicas que aseguren que todo se
haga en orden. Después estudiaremos propuestas, contaremos con todos los
colectivos afectados e interesados, recabaremos sus opiniones y las valoraremos
debidamente para finalmente decidir qué actuación entendemos más adecuada para
la zona. No tenemos prisa. Lo prioritario es ir hacia el objetivo de la
demolición con seguridad jurídica y en la próxima reunión, que tendrá lugar en
la segunda quincena de abril, tendremos ya los primeros datos de un informe hecho
por expertos.
- ¿Quiénes forman la comisión mixta?
- Tres personas por parte del ministerio y otros tantos de
la Junta, asesorados por personal de ambas administraciones. Yo estoy también como
miembro no permanente.
- ¿Se han puesto una fecha límite para acometer el
derribo y la restauración?
- No, en absoluto. Sería imprudente y no tendría sentido.
Todos somos conscientes de la complejidad que supone una actuación de este
tipo. Sin embargo vamos a buen ritmo. Diez días después de la sentencia se
reunió el consejero con la ministra en Madrid y, una semana después, se
constituyó la comisión mixta que dirigirá los trabajos.
- ¿Qué opinión tiene de quienes le antecedieron e
hicieron posible todo este embrollo que ha acabado en una sentencia de derribo?
- No va conmigo incidir en el pasado. Yo respeto el trabajo
de todas las personas que me han precedido en el cargo, y estoy seguro que han
intentado desempeñarlo de la mejor manera posible. Prefiero pensar en positivo
y mirar hacia adelante, ver que la perspectiva es clara y dar solución, poner
punto y final a un problema que lleva demasiado tiempo enquistado, devolviendo
los terrenos a la situación en que estaban antes de todo esto.
- Si hubiera dependido de usted ¿se habría hecho el hotel?
- En ningún momento.
- Hablemos de otros asuntos. Al exdelegado de Medio
Ambiente Clemente García, en complicidad con un funcionario, se le exige
responsabilidad por haber usado 180.000 euros para asuntos que no estaban
destinados, entre ellos en un “contrato verbal” de publicidad no acreditada
¿qué opinión le merece este caso denominado ‘cheques’?
- Total respeto a las decisiones de los tribunales. En este
caso, el de Cuentas ha estimado exigir responsabilidad al exdelegado y no hay
más que decir.
- ¿Cree que en el caso Algarrobico también habría que
exigir responsabilidad económica por el dinero que va a costar su demolición?
- Eso tendrán que dirimirlo los tribunales, no es materia de
opinión del delegado de Medio Ambiente. Sería demasiado atrevido por mi parte
entrar a valorarlo.
- Pero para que los tribunales se pronuncien alguien
tiene que actuar. Los ecologistas han decidido hacerlo contra el alcalde que
concedió la licencia, el socialista Cristóbal Fernández, y su equipo de
gobierno, sin perjuicio de lo que puedan hacer contra los responsables de la
administración autonómica que han contribuido a que hoy exista el edificio. ¿Lo
va a hacer también la Junta?
- Yo no puedo pronunciarme. Esa opción debería ser conclusión
de un análisis jurídico de los servicios técnicos de la Consejería. Además,
estaría condicionado al desenlace de un recurso sobre el que tiene que
pronunciarse el Tribunal de Estrasburgo sobre la validez de la licencia. Cuando
lo haga, veremos qué tenemos que hacer.
- Pues menudo lío si Estrasburgo dice que licencia es
legal cuando el Supremo señala que el terreno no es apto para urbanizar y la
Comisión Mixta, maza en mano, le pille derribando el hotel. Pero en fin. Dígame
algo sobre los desbordamientos del río Antas, ¿hasta dónde tiene que hacer la
Junta y qué corresponde al Estado?
- La solución definitiva pasa por una obra que está
declarada de interés general y, por tanto, es competencia del Estado. Es la
laminación en cabecera que permita que las aguas bajen a menor velocidad y los
tiempos de concentración de aguas sean menores. La Junta de Andalucía acometió
el año pasado una limpieza de la maleza en la desembocadura.
- En cuanto a las depuradoras, en la comarca hay algunas
desbordadas por tener que dar servicio a más población de la que pueden
abastecer y otras, desde la riada de 2012, ni tan siquiera existen ¿por qué no
se han solucionado aún estos problemas?
- En primer lugar, he de decir que las competencias de
depuración la tienen los municipios.
- Pero los municipios no se quedan con los dos euros que
cobra la Junta para ese fin en los recibos del agua.
- Insisto en que la competencia es de los ayuntamientos,
aunque es verdad que la Junta, desde el decreto de 2010, acudió en su rescate
para poner en marcha estas instalaciones. Estamos trabajando. Ya han salido a
licitación las de Níjar y Huércal Overa. El resto está en diferentes punto de
tramitación, en muchos casos en el capítulo de puesta a disposición de los
terrenos por parte de los municipios, en otros pendientes de la elaboración de
informes de tipo ambiental para dar garantías y seguridad jurídica a estas
instalaciones. Es una problemática fuerte en la que estamos trabajando duro
para solventarla en el menor tiempo posible, pero con las dificultades de
tramitación que conllevan estas actuaciones.
- Y los vecinos y el medio ambiente esperando…
- Sé que todo esto resulta largo. Desde que accedí al cargo,
en agosto, la depuración de las aguas residuales es uno de mis temas
prioritarios. Estamos trabajando, la voluntad es decidida, pero comporta una
enorme carga de obstáculos administrativos.
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