“Algunos funcionarios boicotearon el mandato del Partido Popular en Vera”

Aunque no facilitó nombres, Belén Carnicer, concejal de Obras y Servicios en el gobierno de José Carmelo Jorge Blanco -2011/2015-, señaló a “los dos funcionarios más importantes” del Ayuntamiento como una “quinta columna” contra la gestión del regidor popular

Belén Carnicer

Javier Irigaray / 28·04·2016

La concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Vera Belén Carnicer, responsable de Obras y Servicios durante el mandato de José Carmelo Jorge Blanco, sostiene que el equipo de gobierno popular tuvo que enfrentarse durante cuatro años -2011/2015-, no sólo a la oposición política que ejercía el Partido Andalucista de Félix López, sino también a una “quinta columna” formada por algunos funcionarios. 

“Son pocos –aclaraba la edil- pero eran los más importantes y todo el mundo en Vera sabe de quiénes hablo. Personalmente, creo que algunos de esos funcionarios boicotearon el mandato del Partido Popular para hacerle perder las elecciones”. 

Carnicer explicó la forma de proceder a ese “boicot” de los empleados públicos que, aún sin llegar a mencionar explícitamente sus nombres, sí que señaló de manera implícita al referirse a ellos como “los dos más importantes”. 

Razonaba la edil, ahora en la oposición, que “los políticos tenemos que adoptar decisiones y dar las órdenes oportunas para desarrollar la gestión de los intereses de los ciudadanos según nuestro parecer, y los funcionarios han de llevar a cabo y poner en práctica esas decisiones”. Sin embargo, añadía, “durante el periodo de nuestro mandato nos encontramos con que algunos trabajadores boicoteaban nuestra acción de gobierno dilatando los tiempos administrativos hasta el extremo de dejar que nuestras órdenes murieran sobre la mesa”. 

“Me cabreaba bastante esa actitud –confesaba Belén Carnicer-, sobre todo cuando venía algún vecino a quejarse por algún problema que no llegaba a solucionarse por la manera de proceder de esos funcionarios y yo me veía en la obligación de contarle la verdad”. 

Desvelaba la que fuera responsable de Obras y Servicios que ella misma se ocupaba de llevar a cabo directamente “las cosas pequeñas”, pero contratos como el de la limpieza, que importaban “1,6 millones de euros al año de un presupuesto municipal de 13, necesitaban de los informes y participación necesaria de altos funcionarios municipales como el secretario y el interventor”. 

Precisamente una ampliación del contrato que presta Urbaser en la ciudad de Vera sirvió al actual equipo de gobierno para que su edil de Servicios, Francisca García (PA), reprochara al exgobierno popular que dejara sin limpieza a una amplia zona de la playa, concretamente una amplia franja de la playa que incluye desde la Media Legua hasta las Salinas. 

La concejal andalucista explicaba en nota de prensa que “el asunto se remonta al año 2013, momento en el que Urbaser, empresa encargada del mantenimiento de jardinería, limpieza y viales, además de mobiliario urbano, parques infantiles y adecuación del paraje, según convenio con las empresas promotoras, comunicó al Ayuntamiento que la zona ya no se hallaba bajo su responsabilidad al haber sido recepcionada por el Consistorio” con posterioridad al contrato o la concesión. Señalaba Francisca García que “el anterior gobierno del PP no mostró ningún interés en solucionar el asunto, sino que abandonó el mantenimiento del paraje porque Urbaser exigió ampliar el contrato”. 

La demanda de la empresa concesionaria de la limpieza del municipio resultaba inviable, según reconocía la propia concejal García, “al tropezar con un complejo laberinto jurídico administrativo”. 

“No obstante -manifestó-, nosotros nos hemos puesto de acuerdo con Urbaser para que se encarguen del mantenimiento de la zona”. Fruto de este compromiso, alcanzado poco antes de Semana Santa, habría sido, según Francisca García, la ampliación tanto de la plantilla como de la maquinaria por parte de la concesionaria, “por lo que actualmente trabajan diariamente en la zona aproximadamente siete personas, sin que por ello se abandonen otras zonas del municipio”. 

Sin embargo, su antecesora, Belén Carnicer, quiso recordar que, si bien es cierto que Urbaser, que es la misma que tiene adjudicado el servicio de limpieza viaria en el casco urbano de Vera, dejó de prestar esa función entre la Media Legua y Las Salinas, “nosotros nos pusimos en marcha para intentar ampliar el contrato” que, “desde que se firmó en 2003, ya se había ampliado en tres ocasiones debido al fuerte crecimiento experimentado por la ciudad, ampliaciones a las que hay que sumar una cuarta modificación acordada en 2010 para resolver el pago de los 4 millones de deuda contraída por el equipo de Félix López con la empresa”. 

“Tuvimos que negociar y aceptar ampliar en 10 años el periodo contractual, que expiraría en 2021, y destinar 100.000 euros mensuales para hacer frente a los costes del servicio, y otros 40.000 para amortizar la deuda que nos habían dejado los andalucistas”. 

“Nosotros –añadió la edil popular- comprendíamos que Urbaser no podía prestar el servicio a una zona tan amplia de la playa por el mismo importe que venía cobrando, y el secretario nos advirtió que si aumentábamos el coste del contrato en más del 20%, habría que hacer una nueva adjudicación sólo y exclusivamente para esa parte del playa. Ya ve usted. Sin embargo el equipo de Félix López no ha hecho ningún nuevo contrato ni licitación y dicen que Urbaser cubre la limpieza de todo el municipio. Por lo visto el nuevo alcalde no ha encontrado las mismas pegas que nosotros o administrativamente algunos funcionarios han sido más razonables”. 

En este sentido, Carnicer volvía a lamentar la diferencia de trato sufrida cuando gobernaban los populares en Vera: “Nunca entenderé por qué durante nuestro mandato las cosas no se resolvían tan rápido como cuando gobiernan los andalucistas. Yo luché durante dos años para que se pudiera llegar a un acuerdo como el que se ha firmado ahora con Urbaser y no lo conseguí”. 

“Tampoco entenderé jamás –insistía la edil- el interés que mostraron algunos funcionarios en que las cosas no funcionaran con José Carmelo. Sólo se me ocurre que su propósito fuera que perdiera las elecciones el mejor alcalde de Vera”. 

Concluyó afirmando que su percepción de “boicot” era compartida por el resto de miembros del anterior gobierno: “cuando hablábamos coincidíamos en que determinados asuntos de interés para Vera no contaban con la participación de quienes tenían la obligación de darle forma legal a nuestras decisiones”. No obstante, matizó, “todo lo que he dicho aquí lo hago a título personal”.