El exalcalde de Zurgena y principal encausado en el 'Caso Costurero', Cándido Trabalón, denuncia "irregularidades" cometidas durante la operación
Miguel Ángel Sánchez / 08·06·2016
El ‘Caso Costurero’, con 25 encausados, viene a ser un
compendio de las decenas de denuncias que se ventilan en los tribunales de
justicia a instancias de la Junta de Andalucía y la Fiscalía, por la política
urbanística que se aplicó en Zurgena durante los años 2005-2007.
La legalidad de las licencias otorgadas esos años se
viene aclarando en los juzgados de los contencioso administrativo y de los
penal, resultando, hasta ahora, absueltos tanto el alcalde, Cándido Trabalón,
como el resto de la Corporación que votó a favor de las mismas. En el
‘Costurero’, bautizado así por la Guardia Civil en base al apellido Tijeras del
primer teniente, se ventila si técnicos, empresarios y políticos se conjuraron
para conceder permisos de construcción a cambio de prebendas.
- Cuando concertamos la entrevista no sabía usted sobre
qué juicio le íbamos a preguntar. Y es que son tantos que unos y otros se
solapan.
- Es que el día 10 mayo comenzó el ‘Costurero’, pero el 23
empezó otro por unas licencias en El Cucador, hace un mes otro por unas
viviendas en El Almajacio y un poco antes un nuevo juicio por las licencias en
Los Cabreras... ¡es que no paramos!
- Y respecto al ‘Costurero’, ¿qué pasó el día 10?
- En este proceso han englobado prácticamente la totalidad
de licencias que se han otorgado en Zurgena y, además, un montón de historias
que se han inventado, como corrupción, falsedad documental, negociaciones
prohibidas... todo invenciones basadas en conjeturas, sin nada que las
sustente. La sesión del día 10 se dedicó íntegramente a las diligencias
previas.
- Usted tiene mucha experiencia en los juzgados, pero
haga el favor de explicar a los que no estamos tan duchos qué son las
diligencias previas, porque mucho me temo que no tienen nada que ver con el
transporte de viajeros que asaltaban los forajidos en el Oeste.
- El ‘Caso Costurero’ es una historia mediática que se
inventaron determinados individuos de la Junta de Andalucía y, por eso, toda la
instrucción realizada durante la investigación está tergiversada y mal hecha,
porque no hay nada más que conjeturas y suposiciones que no son hechos
constatados ni reales. Por eso los abogados de cada uno de los 25 encausados
han pedido la nulidad de muchas de las actuaciones. Las escuchas telefónicas de
la Guardia Civil, por ejemplo, se ha pedido que no se tengan en cuenta. Y no es
por lo que se oye en las cintas, sino por la trascripción que los agentes han
hecho. Lo que han plasmado no tiene nada que ver con lo que realmente se dijo
en esas conversaciones. Eso ocurre en la mayor parte de las escuchas, por no
decir que en todas. Ése es el motivo por el que solicitamos que se anulen como
prueba. A mí me gustaría que se pudieran oír las cintas porque no contienen
nada que yo quiera ocultar. Otra curiosidad es que el caso se basa en las decisiones
urbanísticas que tomamos entre los años 2005 y 2007, sin embargo la Fiscalía ha
incluido un montón de acusaciones por asuntos del año 2003. No es que yo tenga
ningún problema en declarar sobre esos temas, pero es que, al no formar parte
del procedimiento, no hemos preparado la documentación pertinente para
rebatirlos y poder defendernos. Ahora estamos a la espera de que los
magistrados de la Audiencia digan qué admiten, qué desechan y pongan fecha al
juicio oral. Otra de las incidencias es que el registro que la Guardia Civil
realizó el 2 de abril de 2008 en el Ayuntamiento, que fue cuando el tema salió a
la luz pública, no estaba autorizado por el juez. Actuaron sin orden judicial.
Irregularidades como ésa hay muchísimas durante toda la intervención.
- Pero entonces, ¿se puede usar como prueba la
documentación incautada durante la actuación?
- Es mucho peor. Según cuenta la Guardia Civil, el almacén
en el que se custodiaban muchos documentos del pueblo de Zurgena se anegó
destruyendo el material incautado. Ahí debe haber alguna responsabilidad, digo
yo. Yo repito que nosotros hicimos lo que se había hecho siempre en Zurgena,
otorgar licencias para edificar siguiendo el mismo procedimiento que se había
contemplado hasta entonces. Todo empezó porque una señora de la Delegación
Provincial de Ordenación del Territorio elaboró un informe en el que señalaba
que sólo tenía carácter de urbano el núcleo de Zurgena pueblo, y todo lo demás
era ilegal. A partir de ahí, la Policía Autonómica empezó a denunciar a tajo
parejo todo lo que se construyó en La Alfoquía, Los Carasoles, El Cucador y
demás barriadas. Y venga juicios… Nos toca esperar. Llevamos ya diez años a
vueltas con esto, pero algún día terminará.
- Sin embargo, para algunos medios no hay ningún caso de
corrupción en Almería comparable a lo que ocurrió en Zurgena.
- Lo que fue una sorpresa grande para mí es que el mismo 10
de mayo pasado, el día en que comenzó la vista del ‘Caso Costurero’, Telecinco
y la Cuatro dijeran que la Púnica, Malaya, los EREs y demás casos de corrupción
de los que oímos hablar en las noticias eran nada comparado con lo que ocurrió
en Zurgena. No sé de dónde sacan la información esta gente. Si el Caso
Costurero es una recopilación de las decenas de denuncias que nos presentó la
Junta, yo lo que digo es que buena parte de esos casos ya han sido juzgados y
se nos ha declarado inocentes. ¿Entonces en qué quedamos?
- ¿Cómo va el marcador ahora mismo en ese ‘partido’ que
la Junta de Andalucía juega contra ustedes?
- Creo que ya he perdido la cuenta. Terminados, con
sentencia firme, no sé si van seis o siete juicios. Los hemos ganado todos. Prácticamente
todos tienen el mismo fundamento acusatorio y el mismo fundamento para
absolvernos. Son como repeticiones donde sólo cambian el nombre de la barriada
y el del promotor. Excepto el ‘Caso Costurero’, que en realidad es uno más,
pero que comprende un montón de procesos juntos y lo hicieron mucho más
mediático, puesto que llegó rodeado por un enorme despliegue policial entrando
en el Ayuntamiento, buscándonos en nuestras casas, registrando oficinas y
deteniéndonos a seis personas. Aquello fue una pesadilla para nosotros. A nadie
le gusta ir a los juzgados, pero de momento todo va saliendo bien y espero que
las demás acusaciones que quedan por juzgarse acaben como viene siendo hasta
ahora.
- ¿No hubo errores en la concesión de licencias?
- Los jueces están fallando a nuestro favor, caso a caso. En
Zurgena, al carecer de Normas Urbanísticas propias aplicamos las provinciales,
que es lo que dice la ley. Esas licencias se concedieron porque era de justicia
hacerlo. Los promotores desarrollaron el suelo que legalmente podían
desarrollar, lo dotaron de todos los servicios y ahí están las urbanizaciones
para verlas. Otra cosas es que políticamente molestaba que unos vecinos de
Zurgena ganaran una tras otra las elecciones municipales bajo las siglas del
Partido Andalucista. Algunos entendieron que había que acabar con ello, de ahí
todo lo que nos ha venido encima con peticiones de centenares de años de cárcel
e inhabilitación para los que estamos encausados.
- Es cierto que leyendo las fuertes penas que la Fiscalía
pide para ustedes, uno parece encontrarse ante un juicio por terrorismo.
- Eso mismo pienso yo, pero ya ve. Somos gente normal, nadie
se ha enriquecido y Zurgena logró tiempos de prosperidad, como muchos otros
pueblos de la comarca. Me pregunto por qué Zurgena era tan importante para
nuestros adversarios políticos y otros municipios gobernados por compañeros de
esos mismos adversarios nuestros, donde se ha practicado un urbanismo salvaje y sin
dotación de servicios, no han resultado investigados. Ni tan siquiera la Junta
ha presentado un simple contencioso administrativo contra sus gobernantes. Es
curioso.
Esa imagen es de Huércal-Overa y de hace ya unos cuantos años. Si os la han pasado os han engañado. Y si es que no tenéis fotos del momento y habéis tirado de archivo pues lo decís y listo, no pasa nada. Carlos Artero
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