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“Están ahogando en orines a la gallina de los huevos de oro”

Una red de depuradoras obsoletas o inexistentes merma paulatinamente la calidad de las aguas de nuestras playas poniendo en serio peligro al sector turístico. Mientras tanto, la administración competente para solucionar el entuerto, la autonómica, se maneja como pollo sin cabeza



En la imagen se puede apreciar el estado insalubre de las aguas que llegan al mar a la altura de Palomares.
Javier Irigaray / 05·09·2016

Una de las más graves asignaturas pendientes en el Levante almeriense es el de los vertidos de nuestros pueblos. Una red de depuradoras obsoletas, cuando no inexistentes, merma paulatinamente y cada vez más rápido la calidad de las aguas que bañan las playas y los ríos y barrancos que surcan este rincón del mundo poniendo en serio peligro al sector turístico, uno de los pilares fundamentales de la economía de la comarca y sustento de muchos de sus habitantes. Mientras tanto, la administración competente para solucionar el entuerto, la autonómica, se maneja como un pollo sin cabeza, sin ponerse manos a la obra y, lo que es peor, sin tener fijado aún un plan definitivo de actuación. La última opción que estudia, conectar a seis pueblos con la depuradora de Vera, ha levantado la oposición de la mayor parte de los responsables políticos locales. Esta alternativa fue valorada y desechada por la propia Junta hace 10 años. 
La comarca del Levante almeriense sobrevive a la crisis que produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria erguida, como dice el presidente de la Mancomunidad, Domingo Fernández (PP), “sobre dos pilares: la agricultura y el turismo. Y los incumplimientos y falta de inversiones en materia de depuración de aguas residuales están contaminando nuestras costas a una velocidad galopante y poniendo en serio peligro el buen momento que vive el sector turístico y, por tanto, el trabajo de miles de vecinos”.
El portavoz popular en el Ayuntamiento de Vera, Juan de la Cruz Belmonte, lo explica de una manera muy gráfica y fácil de entender: “Lo que tiene que hacer la Junta es usar de una vez el dinero del canon que está cobrando a todos los andaluces, dos euros en cada recibo del agua desde 2010, para solucionar los problemas que ocasionan los vertidos. Ya lo hicimos los veratenses con los nuestros sin su ayuda y a pesar de ella,
sin embargo, paradojas de la vida, nuestras playas, nuestros vecinos y visitantes sufren hoy las consecuencias de la desidia del PSOE y de la administración autonómica que no resuelven los problemas de pueblos vecinos que acaban ensuciando nuestras playas con sus residuos. La indolencia, la incompetencia y la ineficacia de la Junta están ahogando en orines a los turistas, que son la gallina de los huevos de oro de Vera y la comarca entera”.
Lo más reciente que ha trascendido sobre los propósitos de la Junta para resolver un problema que ya dura demasiado y cada vez es mayor, es que está estudiando la viabilidad de conectar a la EDAR que gestiona Codeur en Vera las aguas residuales de Bédar, Los Gallardos, Turre, Mojácar y Garrucha, más las de Antas, que está sin depuradora desde que el 28 de septiembre una riada hiciera desaparecer la que los técnicos de la Administración autonómica decidieron situar en el cauce del río.
Esta última posibilidad ha encontrado, de momento, una reacción airada en la mayor parte de los responsables políticos de la comarca, no tanto por la solución en sí como por el tiempo que la Junta lleva sin resolver un problema medioambiental tan grave para la salud y, lo que es peor, sin un plan para hacerlo.
En Vera, cuya depuradora procesaría las aguas residuales de otros seis pueblos de la comarca, en el caso de que Medio Ambiente se decidiera por esta opción, la posibilidad ha sido recibida con cierto escepticismo por parte del equipo de gobierno. Así, su portavoz, el andalucista Francisco Vázquez, asegura que ha escuchado “tantas promesas e intenciones a la Junta de Andalucía en materia de depuración que no han llegado a nada, que no voy a perder el tiempo en pensar sobre lo que ni siquiera nos han dicho formalmente. Quiero refrescar la memoria, por si alguien no lo recuerda, y decir que el pueblo de Vera tuvo que solucionar su problema porque únicamente recibía palabras, pero hechos ninguno. De todas formas, todo lo que sea bueno para la comarca siempre lo veremos bien, aunque no me voy a pronunciar sobre algo que desconozco. Tengo que ver el cómo y el cuánto para poder hacerlo”.
En cuanto a la posibilidad de conectar a través de colectores Bédar, Los Gallardos, Turre, Mojácar, Garrucha y Antas con la depuradora de Vera, al portavoz popular en Vera, Juan de la Cruz Belmonte, le “parece una ironía que la Junta se plantee ahora algo que ya le propuso hacer José Carmelo Jorge Blanco hace casi cuatro años para solucionar el problema de los vertidos de Antas al río tras la desaparición de su depuradora por culpa de la riada y de la propia Junta de Andalucía, que decidió situarla dentro del cauce. Esto demuestra que el único inconveniente de esa conexión era que tanto Vera como Antas tenían entonces gobiernos del Partido Popular”.

VERA VS. JUNTA

El alcalde de Turre, Martín Morales (IU), al igual que Vázquez, se acuerda del contencioso que enfrentó a Vera con la Junta y señala que la solución que ahora se estudia supone, por parte de la Administración Regional, “el reconocimiento explícito de un fracaso. Todos recordamos la guerra que abrió hace una década con Vera por la construcción de una depuradora que, finalmente, levantó el municipio mientras que aún estamos esperando la que la Junta iba a modernizar en Mojácar. Yo aplaudo la gestión que en materia de Medio Ambiente realizó Félix López, que le mojó la oreja a la manifiestamente mejorable gestión de la Administración autonómica”.
“Personalmente –agrega-, soy partidario de la conexión con la EDAR de Codeur, y me parece difícil entender que, existiendo una depuradora con capacidad suficiente para dar servicio a toda la comarca, se gaste un dinero en otra con la de infraestructuras que faltan en la zona y que no se hacen por falta de presupuesto”.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, el popular Arturo Grima coincide prácticamente con Morales. Para Grima “esta ocurrencia es una prueba más de que la Junta no sabe dónde está. No puede venir ahora, después del montón de años que lleva sin hacer nada para resolver un problema tan grave como el de los vertidos de las aguas residuales, a sacarse un conejo de la chistera que acabarán comiéndoselo los de siempre. ¿Qué pasa ahora con el dinero que nos hemos gastado los turreros y todos los ciudadanos de los pueblos afectados para comprar los terrenos en que se iba a construir la nueva depuradora? Es la manera de actuar del PSOE. Obrar sin orden ni concierto, según la última ocurrencia del último en llegar. ¿Y qué le dirán ahora a Félix López después de la guerra que le declararon hace diez años? ¿Que tenía razón? El tiempo se la ha dado, porque el único pueblo de la comarca que depura el agua en condiciones es Vera y, ahora, quienes le crucificaron quieren que les saque las castañas del fuego”.
En cambio, en el PSOE, además del beneplácito expresado por el antense Antonio Pérez, o bien prefieren declinar cualquier pronunciamiento al respecto, o bien lo hacen de una manera más diplomática.
Así, el alcalde de Bédar, Ángel Collado, asegura no tener noticia alguna sobre ese nuevo proyecto. “Aquí únicamente conocemos el que firmamos para adherirnos a la EDAR que se construirá en Mojácar. No me puedo pronunciar sobre algo que desconozco por completo”.
Sin embargo, la regidora de Los Gallardos, María González, tras manifestar que “oficialmente no tengo constancia de esa alternativa porque el delegado de Medio Ambiente nunca me ha hablado acerca de ella”, admite que sí ha oído “extraoficialmente” esa posibilidad.
“De momento –explica- es sólo una hipótesis a barajar para solucionar un problema. Ahora, nuestra urgencia es resolver el que tenemos en Alfaix. Existe un proyecto aprobado por la Junta y presupuestado varias veces desde 2010 para conectar las aguas residuales de esa barriada y las de Los Gallardos con la nueva depuradora que quieren construir en Mojácar. A mí me da igual en qué depuradora acaben desembocando, pero a partir del 1 de septiembre volveré a ‘dar la vara’ en la Delegación para que solucionen de una vez por todas algo que ya tenía que estar resuelto hace tiempo”.
No obstante, a la portavoz del PP en Los Gallardos, Carmen Martínez, la opción de la conexión con la EDAR de Vera le “suena a parche y a tomadura de pelo por parte de la Junta. En el PSOE son maestros en hablar y no hacer nada. Tras seis años con el colector de Alfaix aprobado, y dicen que presupuestado, aunque sin haber dado ni una palada todavía, ahora nos vienen con una cosa que suena más a obra de emergencia que a solución de nada y, mientras tanto, una barriada populosa vertiendo a la rambla y Los Gallardos con una depuradora que no da abasto. Las medidas de urgencia se adoptan en el minuto 1, no seis años después. Lo que tiene que hacer la Junta es dejarse de gaitas y de engañar al pueblo y cumplir con lo prometido a los gallarderos”.
  
El colmo de la incongruencia
  
El balance de la riada de 2012 dejó a Antas sin una depuradora que los técnicos de la Junta de Andalucía habían ubicado en el lecho del río. Desde ese día, las aguas residuales de la localidad no se regeneran y Sevilla exigió al municipio la acometida de unas obras de urgencia para atenuar el efecto sobre el medio ambiente que costaron 180.000 euros a los antusos, así como la disposición de unos terrenos para ubicar una nueva, cuya expropiación ha supuesto otros 30.000 que, junto a otra serie de gastos, elevan a 230.000 los euros que han salido de las arcas municipales por estos conceptos.
Poco después de las inundaciones, la alcaldesa, Isabel Belmonte (PP), propuso a Medio Ambiente conectar su colector con la depuradora de Vera, una solución más rápida y barata, cuyo importe, en función de la alternativa aceptada, oscilaría entre 700.000 euros y 1,5 millones, muy lejos de los 3,5 que costaría una nueva depuradora. La alternativa de la conexión fue rechazada tajantemente por la Consejería, representada entonces en Almería por José Manuel Ortiz, porque la tubería transcurriría por espacios protegidos. ¡Qué absurdo! El cauce del río era intocable pero se permitía el vertido de aguas negras de más de 3.000 personas del municipio.
Por eso no es extraño que a la regidora de Antas le parezca “muy fuerte” que Medio Ambiente le venga ahora, casi cuatro años después, con la ‘novedosa’ proposición de depurar sus aguas residuales en la EDAR de Vera, y así se lo dijo al actual delegado en Almería, Antonio Martínez, “como también le dije que si el entonces alcalde de Vera, José Carmelo Jorge Blanco, no hubiera sido del PP cuando le propuse esa misma solución a su antecesor en el cargo hace tres años, la conexión con la depuradora de Codeur estaría hecha ya. Quisiera que siguiera en el puesto José Manuel Ortiz, el delegado que nos dijo que eso era imposible. Me hubiera gustado ver con qué cara me decía ahora, después de sacarle 230.000 euros a los ciudadanos de Antas entre obras provisionales y expropiaciones, que conectar con ‘Codeur’ es lo mejor que se puede hacer”.
En lo del trasfondo político coincide con Belmonte el portavoz del Grupo Andalucista antuso, Diego Castaño, para quien la actitud de la Junta “supone una prueba más de cómo los partidos utilizan las instituciones buscando su propio beneficio en lugar de para resolver de manera eficiente los problemas de los ciudadanos. Yo estoy seguro de que si los Ayuntamientos de Antas y Vera hubieran estado gobernados por el PSOE hace cuatro años, estaríamos conectados ya con la depuradora de Codeur, pero la lucha con el PP pudo más. Parece que a algunos políticos les gusta que haya problemas sin solucionar para podérselos tirar al contrario a la cabeza. Que vengan ahora, después de los años perdidos y un montón de dinero gastado, a decir que conectar las aguas residuales de Antas con la depuradora de Vera es bueno porque es más barato, es reírse de la gente”.
Sin embargo, Antonio Pérez, el líder de los socialistas en la localidad, ve con buenos ojos la nueva alternativa de la Junta: “todo lo que sea ahorrar en el bolsillo de los andaluces a la hora de resolver sus problemas y necesidades, bienvenido sea”. Además, quita hierro al rechazo de la Administración autonómica a adoptar esa misma solución para el municipio de Antas tras la riada de 2012, lo que ha comportado al Ayuntamiento antuso un gasto en unas obras provisionales más el realizado para expropiar los terrenos de la nueva depuradora del pueblo. “Rectificar es de sabios si se corrige para bien. El dinero invertido hasta ahora había de hacerse igualmente, pues la obra realizada era necesaria para colectar todas las aguas residuales de Antas, El Real y Aljáriz y los terrenos expropiados están en el trayecto de la hipotética conexión con la EDAR de Vera y habrían de ser comprados de una manera o de otra”.
  
Seis años cobrando sin hacer nada

Recordará el lector que, hace ya una década, el Ayuntamiento de Vera decidió acometer las obras de una nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que lleva más de un lustro dando servicio a la ciudad. En aquel tiempo, la Junta de Andalucía emprendió un pulso con el Consistorio presidido por el andalucista Félix López, así como una competición para resolver un problema que, diez años después, continúa sin solventar, aún cuando gravita la amenaza de una sanción de la Unión Europea por los vertidos sin depurar que los pueblos de nuestra comarca siguen echando a los cauces que lo cruzan, cuando no lo hacen directamente al mar.
Desde 2010, la Administración autonómica recauda con el recibo del agua un canon que, bajo el pomposo nombre de ‘infraestructuras hidráulicas’, debe destinarse a solucionar ese problema. Son dos euros cada dos meses en todos y cada uno de los recibos, pero el hecho es que, al menos en esta comarca, no ha hecho nada y, lo que es peor, aún no tiene nada claro qué es lo que va hacer.
Lo primero en proponer fue una gran depuradora que, desde Vera, había de dar servicio a toda la comarca. El Ayuntamiento cedió los terrenos, pero acabó por erigirla él mismo tras demasiados años esperando la acción, que nunca llegó, del gobierno regional.
Después fue el proyecto de EDAR para resolver los problemas de Bédar, Los Gallardos, Turre, Garrucha y Mojácar, que habría (o habrá) de instalarse en terrenos de esta última localidad. Los responsables de todos estos municipios firmaron el acuerdo y aportaron su parte proporcional del dinero para la expropiación de los terrenos donde se había de levantar la planta.
Ahora se ha desvelado que la Junta está estudiando la posibilidad de conectar a todos esos pueblos con la depuradora que gestiona Codeur en Vera, además de a Antas, cuyo Ayuntamiento puso encima de la mesa esa posibilidad, cuya ejecución sería más rápida y costaría la tercera parte de lo que importaría la construcción para una nueva EDAR en el pueblo. Esta opción fue desechada inmediatamente por la Junta, que alegaba toda una serie de inconvenientes, como sortear el trazado actual de la autovía, que, al parecer, ahora son irrelevantes.


Cuando Vera se desentendió de la Junta
  
Miguel Ángel Sánchez

Hace ahora diez años que el entonces gobierno de Vera, dirigido por el actual alcalde Félix López, decidió desentenderse del proyecto comarcal de depuración auspiciado por la Junta, y construir su propia planta ocupando los terrenos que había cedido a Medio Ambiente para hacer la ‘gran obra’.
No le faltaba razón a los veratenses para ‘agarrar el camino de enmedio’. En 2006, el proyecto de EDAR comarcal para media docena de municipios ya cumplía casi seis años de retraso y los mandatarios de Vera, hartos de viajes a Sevilla y promesas, sufrían las consecuencias del monumental cabreo que pillaban cada verano los residentes de las urbanizaciones de la costa. Manifestaciones por las calles, descalificaciones personales… Mosquitos, aguas malolientes y sucias justificaban el enojo. La desembocadura del río Antas llevaba camino de convertirse en una cloaca.
La Unión Europea había advertido al Reino de España con sanciones extraordinariamente onerosas si no se solucionaba el problema. El turismo peligraba. Y la salud de las gentes también.
El regidor López rescató los terrenos municipales y, a través de Codeur, se lanzó a una inversión de 9 millones de euros. El resultado: Vera dispone de la mejor depuradora de la comarca –junto a la del Pilar de Jaravía, en Pulpí-, capaz de purificar las aguas haciéndolas reutilizables para riego.
La noticia de que Vera se descolgaba del proyecto comarcal metió prisas a la Junta, que de inmediato anunció el inminente inicio de las obras. Nadie le creyó. Aquello sonaba a nueva maniobra dilatoria. Durante unos meses, Junta y Vera proclamaron sus derechos de propiedad sobre los terrenos. Ganó Vera –es un decir-, perdió el resto de pueblos costeros de la comarca que siguen con depuradoras obsoletas y contaminantes, prueba más que evidente de que la Junta iba de farol con Vera.
Félix López no sólo dio la vuelta al triste pesimismo ambiental que generaba la vieja depuradora, sino que consiguió de la Junta que el Ayuntamiento administrara el canon de depuración -dos euros por recibo-, con los cuales se está pagando la moderna EDAR.
¿Pero de qué sirve todo esto si a un lado y a otro de la playas veratenses se vierte porquería sin contención?

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