Representantes del sector temen que el comienzo de las obras estará supeditado a la aprobación de modificaciones del presupuesto por parte de la administración
Javier Irigaray / 27·07·2015
El
Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha adoptado ya la
decisión de adjudicar las obras de ejecución del tramo de la Línea de Alta
Velocidad Murcia-Almería comprendido entre las localidades de Cuevas del
Almanzora y Pulpí a la empresa constructora Sacyr.
La noticia, que
será publicada próxima y preceptivamente en el Boletín Oficial del Estado,
tiene su cara inquietante, y es que el precio de adjudicación cuenta con una
baja del 53,75% sobre el fijado en la licitación.
Si se hubiera
aplicado la anterior Ley de Contratos del Estado, la oferta de Sacyr no hubiera
sido ni tan siquiera tenida en cuenta y habría sido desechada por incurrir en
‘baja temeraria’, pero la actual legislación no sólo permite estos casos, sino
que, además, se está convirtiendo en norma la adjudicación a ofertas de estas
características que, después, se ven incrementadas a base de ‘modificados’.
La última
adjudicación de ADIF publicada en el BOE lo fue el pasado 23 de julio y
corresponde a la estación de AVE de Medina del Campo, en Valladolid. El precio
de licitación era de 6,2 millones de euros y fue adjudicada a Ferrovial por
3,5, un 42,78% menos.
Según Jerónimo Parra, presidente de AESOM, la asociación que aglutina a los empresarios subcontratistas de obras públicas, y miembro de las directivas de ASEMPAL y la Cámara de Comercio de Almería, "esto nos hace temer que la empresa adjudicataria no comenzará las obras hasta que ADIF no firme una serie de 'modificados' que habrán previsto".
"Es una vergüenza -añadió Parra- y una estafa a los ciudadanos que se adjudiquen obras de esta manera. ¿Tan ineptos son los ingenieros de ADIF a la hora de presupuestar una obra que alguien es capaz de ejecutar lo que establece el pliego de condiciones por menos de la mitad de lo que ellos han calculado?"
Según Jerónimo Parra, presidente de AESOM, la asociación que aglutina a los empresarios subcontratistas de obras públicas, y miembro de las directivas de ASEMPAL y la Cámara de Comercio de Almería, "esto nos hace temer que la empresa adjudicataria no comenzará las obras hasta que ADIF no firme una serie de 'modificados' que habrán previsto".
"Es una vergüenza -añadió Parra- y una estafa a los ciudadanos que se adjudiquen obras de esta manera. ¿Tan ineptos son los ingenieros de ADIF a la hora de presupuestar una obra que alguien es capaz de ejecutar lo que establece el pliego de condiciones por menos de la mitad de lo que ellos han calculado?"
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