Jesúa Caicedo |
Inmaculada G. Mellado / 28·07·2015
“Lo que
ocurre es que en uno de los bufetes que contrató el Ayuntamiento trabaja mi cuñado y se ha querido
relacionar como si hubiese algún tema extraño. ¡Y no, bajo ningún concepto!”,
sentencia el exregidor, que insiste en que no actuó sin el beneplácito del
secretario al tiempo que justifica la contratación de abogados: “La
Junta inició una persecución total. Teníamos que defendernos”.
- ¿Está preocupado por la iniciativa de la Fiscalía?
- En absoluto. No me preocupa porque, evidentemente, tenemos y hemos
tenido funcionarios en el área de asesoramiento jurídico totalmente capaces que
saben lo que hacen, eso me da tranquilidad absoluta. Pienso que el asunto
entrará en fase de diligencias previas y se irá diluyendo. El secretario-interventor
es una persona honesta, honrada y muy preparada. Yo espero que los informes que
ya elevó a pleno sobre la validez de las contrataciones de abogados sirvan a la
Fiscalía para aclararlo todo.
- Aunque el gasto se hizo a lo largo de más de diez años, es una
cantidad importante -1 millón de euros-, y lo que se investiga es si se efectuó
sin concurso público.
- Nosotros no teníamos más remedio que actuar contra los ataques
continuos de la Junta en materia urbanística, teníamos que defendernos, no
había otra opción. Buscamos al mejor abogado urbanista. Estaba en Águilas y lo contratamos
porque entendíamos que teníamos que defender los intereses de nuestro
municipio.
- ¿Incurrió usted en algún tipo de incompatibilidad? Se dice que
alguien cercano a usted trabaja en uno de los bufetes de abogados que contrató
el Ayuntamiento.
- Aquí lo que ocurre es que en ese bufete de abogados trabaja mi
cuñado y se ha querido relacionar como si hubiese algún tema extraño. ¡Bajo
ningún concepto! ¡Bajo ningún concepto! Él no ha intervenido en ningún asunto
del Ayuntamiento, pero si mi cuñado hubiese sido el mejor en derecho
urbanístico y la ley lo hubiese permitido, lo habría contratado. Sin embargo,
el mejor en cuestiones urbanísticas era otra persona, y fue a ésa a la que
contratamos.
- Sin embargo todo el esfuerzo económico que realizaron en
asesoramiento jurídico no dio resultados. Al final, la Junta llevaba razón…
- Bueno, eso lo dice usted. Hay muchos pleitos que hemos ganado a la
Junta. Yo diría más bien que fue al contrario, gracias a la defensa que tuvo el
Ayuntamiento no hubo más perjuicios. Además de ganar juicios nos han ahorrado
muchas minutas que se cobraban y que, además, eran caras. Cuando se nos
condenaba a costas, nos reclamaban hasta 40.000 euros, pero acabábamos pagando
3.000. Lo que se hizo era lo correcto.
- Pero el Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano, que era el
fondo del asunto de todos los contenciosos presentados por la Junta y que ponía
en juego la validez de unas mil licencias de obras, no salió adelante.
- No salió, no. Nosotros, con la Delimitación, intentamos que nuestro
pueblo saliera adelante, intentamos mejorar nuestro municipio, que hubiera más
vida, pero la Junta inició una persecución total y absoluta hacia nosotros.
Teníamos que defendernos. Si no nos hubiésemos
defendido, habría sido mucho peor.
- Pero la Junta…
- Aquí el tema es que mi cuñado trabaja en ese despacho de abogados.
No hay más.
- ¿Usted cree que es eso lo que ha motivado todo?
- No hay otro tema, eso es lo que hay y creo que no van a poder
encontrar nada. Yo soy como mi padre me enseñó que debía ser una persona:
honrada y honesta. He podido cometer errores, me he podido equivocar; hasta al
intentar ayudar a la gente he podido errar, pero en lo demás, ¡cero! Aquí nadie
se ha aprovechado de nada, en absoluto. Elegimos al mejor abogado y como la ley
lo permitía, lo volvería a hacer.
- ¿No hubo reparos del secretario?
- Si a mí el secretario me dice que eso no se puede hacer, no lo hago.
Bajo ningún concepto. El secretario es un profesional como la copa de un pino.
Aquí se han abierto unas diligencias, estoy convencido de que se demostrará que
no hay nada y ya está. Hablamos de una cuestión de tipo administrativo que se
tendrá que ir resolviendo. Y si no, aquí estamos para asumir las consecuencias.
Yo no voy a huir de Cuevas ni nada por el estilo. Aquí estoy.
- No hay riesgo de fuga.
- Aquí vivo, este es mi pueblo, aquí está la gente que quiero y no me
voy a ir.
- Pero no es sólo una cuestión administrativa, el fiscal habla de
presunta prevaricación y eso entra en el ámbito penal.
- Si hay prevaricación y se demuestra, asumiremos las consecuencias. Y
ya está. Pero, insisto, aquí no hay nada, nadie se ha lucrado con nada. Sólo
hemos intentado defender los intereses del Ayuntamiento por encima del todo.
- Es cierto que aquí no se está hablando de cohecho ni tráfico de
influencias, sino de prevaricación, esto es, tomar una decisión a sabiendas de
que es incorrecta.
- No hay nada. Si el secretario dice que algo no se puede hacer, no se
hace, pero es que desde la Junta nos venía una [denuncia] detrás de otra.
Teníamos que buscar al mejor abogado para defender al Ayuntamiento.
- Dice Félix Rico, del PSOE, que llegó un momento en el que el
secretario dejó de ratificar sus Resoluciones de Alcaldía que autorizaban las
contrataciones.
- Yo felicito al señor Rico por estar tan preparado en materia de
Derecho, yo no lo estoy tanto. Insisto en que el secretario es un gran
profesional que sabe lo que hace. Y si hay consecuencias, aquí estamos para
asumirlas.
- Afirman también los socialistas que ustedes despidieron al
arquitecto municipal porque se negaba a firmar el Proyecto de Delimitación de
Suelo Urbano (PSDU).
- Se fue a la Junta a trabajar y nosotros contratamos a dos arquitectos.
Queríamos que nuestro pueblo creciera, que fuera el mejor de España. Quizá
pudiera parecer que el PSDU incorporaba demasiado terreno, pero se trataba de
que nuestro pueblo creciera, que se desarrollara. No tuvimos suerte. La Junta
detrás de nosotros continuamente dificulta las cosas. Intentamos arreglar el
problema muchas veces y no pudimos nunca. Les convenía más darnos palos que
trabajar para sacar adelante el pueblo.
- Bueno, entonces no está inquieto.
- Pero es un asunto muy desagradable. Es muy desagradable porque hay
gente que puede creer que nos hemos metido donde no debíamos. Si los
socialistas quieren tergiversar, seguro que lo intentan con más asuntos. Yo
creo que ellos pretendían que esto saliera para las elecciones, pero ha llegado
después.
- ¿Usted cree que le van a sacar ‘cosas’?
- Que las saquen. Yo tengo mi conciencia muy tranquila. Yo y mis
concejales. Lo que hemos hecho es trabajar día y noche por nuestro municipio.
¿Que nos hemos equivocado en algo? Seguro. El que hace cosas se equivoca.
- ¿Usted ve una actitud hostil en el nuevo equipo de Gobierno?
- Cuando entré en 1999 a la Alcaldía y vi que había un problema, llamé
al exalcalde y me dijo que no sabía nada. El secretario tampoco. Faltaban 22
millones de pesetas e hice lo que tenía que hacer. Pero yo no me he dedicado a
buscar porquería, como se dice. Si había algo que no se había hecho bien, yo
entendí que todo el mundo se equivoca. No he ido con maldad a ningún sitio.
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