El presidente de la Asociación de Empresas Subcontratistas de Obras y Maquinaria y miembro de la directiva de la organización de empresarios de Almería, describe el hartazgo de los empresarios de la comarca
Jerónimo Parra |
El presidente de la Asociación de Empresas
Subcontratistas de Obras y Maquinaria y miembro de la directiva de la
organización de empresarios de Almería, describe el hartazgo de los empresarios
de la comarca por los agravios que soporta nuestra zona por la ausencia de
obras públicas y recrimina a los políticos por consentirlos. Parra aprovecha para
profundizar sobre los problemas de un sector importante de nuestra economía.
“Seguimos con la lucha por las obras del AVE –afirma Parra
con rotundidad-. Nos estamos planteando emprender nuevas movilizaciones para
que nadie olvide que el Levante almeriense existe”.
“Todo el mundo sabe –abunda- que se están elaborando los
presupuestos del Estado para 2016 y alguien bien informado nos ha filtrado que
no hay intención por parte del Gobierno de España de invertir ni un euro en las
obras de la línea Murcia-Almería. Somos conscientes de que no se pueden aportar
grandes partidas, pero hemos de recordar que hay una obra en proceso de
adjudicación, el tramo Pulpí-Cuevas, así como la promesa de licitación del
Cuevas-Vera, que se comprometieron a resolver antes de final de año, pero si se
adjudica y no existe la oportuna partida presupuestaria no sirve para nada”.
“En cuanto a la Autovía del Almanzora, se ha abierto ya la
Variante de Albox, que es un avance, pero hay otro tramo adjudicado desde
febrero de 2010, que la Junta anunció que iba a comenzar este año, la empresa
montó una oficina justo un mes antes de las elecciones andaluzas y, tras los comicios,
se volvió a paralizar el comienzo de las obras. Es el tramo entre El Cucador y
La Concepción, cuya puesta en marcha obliga a la ejecución del siguiente, que
ha de conectar esa barriada de Zurgena con la autovía a la altura de La
Ballabona, pues de lo contrario no podría abrirse al tráfico”.
El representante de los empresarios lamenta el trato
recibido por nuestra comarca. “El desdoblamiento de la carretera Vera-Garrucha
está abandonado y sin esperanzas de que se reanude. Nadie habla de esa obra que
se empezó en su día y en la que hay enterrada una inversión que se está
degradando día a día. La gente del Almanzora y la del Poniente ha presionado
muchísimo a todos los niveles, incluido el político, para que se invierta en
sus infraestructuras y yo me cabreo muchísimo cuando tengo que recordar a todo
el mundo que el Levante también existe, que existe una obra muy avanzada, como
es esta carretera de Vera a Garrucha, muy necesaria para el turismo, que está
en un estado tercermundista, peor ahora que antes que empezarla, y me pregunto
dónde están y qué hacen los políticos de esta comarca. Yo no quiero que se
niegue nada a ninguna otra comarca, pero no puedo admitir que no se cumpla con
la nuestra. No se puede mantener parada una obra adjudicada, con más del 50%
ejecutado con un dinero de todos metido ahí y que parece no importarle a nadie,
ni al gobierno de la Junta ni a la oposición”.
Sobre las empresas subcontratistas de obras, explica que
“como no hay movimiento en el sector no nos puede ir peor. Una buena parte del
sector ya ha desaparecido. Es cierto que ha mejorado mucho la cuestión del pago
por parte de la mayoría de los ayuntamientos, pero aún quedan algunos que
continúan con la práctica de dilatarlos hasta límites inaguantables y que,
además, se permiten el lujo de coaccionar y amenazar a las empresas con no
contratarlas. Yo transmito en todas las reuniones de la asociación la necesidad
de seguir las instrucciones del ministro Montoro y denunciar esas situaciones
para poder cobrar directamente del Ministerio de Hacienda. Es preferible no
trabajar a hacerlo en esas condiciones, aguantando sin cobrar”.
“La competencia desleal –otro de los caballos de batalla que
apuntaba Parra- es bestial. Es insólito que un grupo de ciudadanos, como somos
los empresarios del sector de subcontratistas de obras y maquinaria, tengamos
que luchar por que se cumpla una ley, la de contratos del Estado, que es muy
clara en cuanto a la subcontratación: no se puede subcontratar más del 60% que
estipula la ley y las grandes empresas están usando subterfugios y engaños de
manera consentida por las distintas administraciones para hacerlo. Muchas de
esas empresas llamadas grandes que contratan con la administración están vacías
y presentan listados de maquinaria obsoleta o directamente falsos mientras la
administración mira para oro lado. Yo no digo que no trabajen, pero que compren
maquinaria, contraten personal y hagan lo que hacemos todos. Los
subcontratistas no queremos acabar con los contratistas ni con nadie,
únicamente queremos que cada uno trabaje según la capacidad que tenga para
hacerlo dentro de los márgenes que impone la ley”.
“Lo que no puede ser –acusa Parra- es que cuando hablas con
las administraciones, les expones este grave problema de incumplimiento
consentido de la ley y le pides que pongan los medios para que no pase más, te
dicen que denuncies. Pues que no les quepa la menor duda que lo vamos a
hacer”.
“Es cierto –asegura- que ha mejorado mucho el asunto de los
pagos por parte de la administración, pero seguimos teniendo dificultades con
algunos ayuntamientos, a lo que hay que añadir el grave problema de la
competencia desleal propiciada por gran cantidad de empresas que no cumplen
ninguno de los requisitos que exige la ley, a las que la administración no
persigue y que suponen un grave perjuicio a quienes sí observamos
escrupulosamente la normativa vigente e invertimos importantes cantidades de
dinero para ello”.
Parra advierte sobre un nuevo aspecto al que se enfrentan
las empresas de maquinaria, como es el de las exigencias medioambientales, “no
por el respeto en sí hacia el medio ambiente, sino por la burocracia que ha
generado que entorpece y ralentiza enormemente los trabajos a realizar. Nuestro
refugio ahora es la agricultura y, no es ya que se rechacen muchos proyectos en
zonas agrícolas en las que no hay nada, sino que el procedimiento para expedir
la resolución de un cambio de uso suele ser larguísimo y penoso, hasta el punto
de aburrir a más de un propietario emprendedor”.
“Países menos responsables son mucho más serios”
“Yo puedo hablar de mi experiencia en Sudamérica y en
Marruecos, países en teoría menos responsables que el nuestro pero que, en la
práctica, a mí me han demostrado que son mucho más serios a la hora de pagar
las certificaciones en los plazos que marca la ley y, en cuanto a la
subcontratación, allí no la permiten. Tú puedes contratar una máquina que no
tienes sólo para un trabajo puntual. La empresa que se queda con un contrato de
la administración ha de remitir la documentación que identifica la maquinaria a
emplear y que certifica que la empresa es su propietaria, esa documentación es
comprobada por los funcionarios, que se aseguran que no incluyes en una oferta
una máquina que ya tienes trabajando en otra parte. En Salto del Guairá, una
ciudad de Paraguay con algo más de cien mil habitantes cerca de la frontera con
Brasil, una empresa que estaba haciendo una carretera con medios propios tuvo
que recurrir a subcontratar a otra y las autoridades la obligaron a cederle la
parte del contrato correspondiente a los trabajos que hacía esa maquinaria a
los precios contratados con la administración. Es su forma de luchar contra la
especulación. Una mentalidad muy diferente a la de aquí”.
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