Matías Gómez lleva dieciocho años al frente de un centenar y medio de socios que han visto cómo, durante ese periodo de tiempo, su acción se ha revalorizado de los 120 euros del año 1997, a los 45.000 actuales
La consejera del ramo visitó en abril de 2014 las instalaciones hidropónicas de producción intensiva de la SAT |
Javier Irigaray / 17·08·2015
Su secreto
es la constante evolución, la permanente investigación y actualización de las
técnicas agrícolas, la diversificación de los cultivos, la introducción y
producción de nuevas frutas y verduras siempre atentos a las exigencias de los
mercados. Y trabajo. Sin trabajo y unas buenas dosis de cariño a lo que se hace
es difícil alcanzar los ambiciosos objetivos que se marca y alcanza la SAT Los
Guiraos.
- ¿Cuándo comenzó la andadura de la SAT Los Guiraos?
- La SAT nació como Grupo Sindical de Colonización en 1962.
En aquel año se hicieron una serie de pozos a partir de un plan de
reestructuración de la agricultura en la zona mediterránea, entre otros los dos
de Los Guiraos, de los que hoy funciona sólo uno porque, posteriormente, se
comprobó que ambos manaban del mismo venero de agua. La ley del 82 lo clasificó
para su inscripción como ‘aguas privadas’.
- ¿Y cuándo tomó usted las riendas?
- Yo entré al frente en abril del 97, cuando aún se regaba a
manta, por canalillas. Confederación había puesto en el 95 las primeras
tuberías, que eran de fibrocemento, de uralita. Ahora las estamos cambiando,
porque tienen su fecha de caducidad, por otras de 400 mm de diámetro a 12,5
atmósferas. El dinero invertido entonces fue fundamental para la SAT, pues hizo
posible traer el agua del trasvase Tajo-Segura.
La financiación de las primeras conducciones vino de la
Finca del Malagón, que está por encima de Los Guiraos y no tenía agua, pues su
manantial se había secado. El secretario de la SAT y yo estuvimos en Cartagena
negociando con el dueño de la finca para que nos adelantara el dinero con que
realizar las obras necesarias para poder darles agua y conseguimos, en el año
97, 23 millones de pesetas -138.233 euros-, a cuenta de derechos y agua futura.
Y desde entonces no hemos parado. Pusimos la red de riego en toda la zona,
ahora abastecemos unas 2.500 Has de regadío. Cuando empezamos era sólo 500 Has.
Pero la revolución vino con el agua del Negratín, no sólo para la SAT Los
Guiraos, sino para toda la comarca, porque, además de agua, ha traído
estabilidad en el suministro, cosa que no ocurría con el pantano de Entrepeñas
(en la cabecera del río Tajo), mucho más sensible, con años de sequía como
éste, que no nos puede aportar ni un solo Hm3. Para paliar esta
carencia tendremos que recurrir a las desaladoras de Águilas y Carboneras, pues
la del Almanzora –en Palomares- está inoperante desde que se inundó durante la
riada de 2012. Tenía que proporcionar 15 Hm3 anuales para riego,
pero al estar construida en zona inundable, no podemos esperar ni un litro de
ella. Esas cosas pasan por no preguntar a la gente del lugar, que le habrían
contado a los ingenieros las veces que han visto correr el agua por el espacio
en el que la construyeron.
- ¿Cuál es el principal problema al que se enfrentan
ahora?
- Sin lugar a dudas, el principal problema que tenemos por
resolver es el de los derechos del agua. Es cierto que contamos con los 50 Hm3
del Negratín, pero esa cantidad de agua no es aún suficiente para
satisfacer nuestras necesidades, y la desalada es cara para la agricultura, lo
que nos impediría ser competitivos. Una solución es que, como ocurre con los
pantanos, la administración asuma la amortización de las desaladoras. Ya es
demasiado cara su explotación como para, además, tener que añadir los costes de
amortización.
- ¿Cómo han evolucionado las cuentas de la SAT durante
estos años?
- Nuestra cuentas son públicas, están en el Registro
Mercantil y cualquiera puede consultarlas. Este año hemos pagado a Hacienda
unos 60.000 euros en impuestos, la facturación ha alcanzado los 4 millones y
unos 400.000 han sido beneficios.
Cuando llegué, en el 97, la facturación alcanzó los 57
millones de pesetas, unos 340.000 euros. En el 98 obtuvimos un beneficio de 18
millones de pesetas, 108.000 euros, con unos ingresos de 73 millones de
pesetas, 440.000 euros.
En 1997, por una acción de la SAT se pagaban 20.000 pesetas,
120 euros, hoy, su valor es 45.000 euros.
- ¿Qué hacen ustedes con los beneficios?
- Los beneficios de la SAT se invierten y convierten en
patrimonio. Fundamentalmente en tierras. Tener patrimonio es tener dinero y
solvencia.
- ¿Cuántos socios conforman la SAT?
- Ahora mismo somos 149. Llegamos a ser 168, pero la gente
ha ido abandonando la agricultura, vendiendo sus tierras, las acciones...
- ¿Y cuántos puestos de trabajo han creado?
- La SAT tiene en nómina a 22 trabajadores, pero en las
tierras y almacenes que hay en nuestra zona de riego trabajan unas 3.000
personas que no estarían haciéndolo si no existiera la SAT. Son familias y
empresas de la zona que generan un gran movimiento económico a su alrededor. Ya
se me escapa calcular hasta dónde llega su influencia en la economía de la
comarca.
- La SAT Los Guiraos es conocida por estar a la
vanguardia de la tecnología agrícola.
- Nosotros siempre hemos apostado por la innovación y por
abrir las puertas a la agricultura del futuro, por eso renovamos y ampliamos
continuamente incorporando los sistemas más novedosos a nuestros cultivos.
Como en el resto de los sectores productivos, el futuro del
nuestro va de la mano de la investigación y pertenece a las empresas que estén
al día en tecnología, que cultiven productos innovadores que se abren camino en
los mercados, porque aquéllas que se limitan a lo fácil, a producir lo de
siempre, tienen los años contados. Los grandes distribuidores saben qué
producción hay en cada momento y fijan los precios, pues la demanda es
limitada. El agricultor, cuando comienza una campaña, sólo sabe qué cuesta
producir lo que va a plantar, pero no pone el precio a lo que produce, el
precio lo fija el distribuidor que lo compra y comercializa. La agricultura es
diferente a los demás sectores y el agricultor es el único productor que no
fija a cuánto quiere vender el fruto de su trabajo.
- ¿Qué producen ustedes?
- Nosotros, como SAT –independientemente de lo que decidan
las empresas a las que suministramos agua-, cultivamos ahora pak choi y baby
leaf. Son productos que tienen bastante aceptación en el mercado, no está muy
extendida su producción, existe una demanda importante, y ahora mismo tenemos
garantizada la venta y el precio. Son verduras destinadas a ‘cuarta gama’, esas
bolsas de ensalada que se venden listas para servir.
Otra modalidad de negocio que vamos a poner en marcha es la
vinculada al turismo. En diciembre entraremos a formar parte de la oferta de
uno de los operadores turísticos más importantes, junto a otras 16
explotaciones agrícolas que hemos sido seleccionadas de entre más de 150
aspirantes tras pasar una serie de exámenes bastante exigentes. Les llamó mucho
la atención nuestra forma de producir, unos cultivos sin tierra.
En definitiva, lo que tratamos siempre en la SAT Los Guiraos
es diversificar nuestra oferta y contar con el máximo de alternativas de
ingresos posible.
- ¿Y el proyecto de balneario?
- Lo tenemos aparcado, pero no olvidado. Ahora mismo está
parado hasta la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Cuevas,
pero cuando obtenga el visto bueno de todas las administraciones lo pondremos
en marcha. El proyecto de PGOU contiene la clasificación de 40.000 m2
para uso residencial destinados a la construcción de un balneario y un hotel en
un área en la que contamos con unas aguas que están calificadas como
mineromedicinales y son de carácter termal.
Tenemos que aprovechar esa oportunidad. Estamos situados en
un punto estratégico, cerca de la playa, con un hospital a diez minutos y
estamos convencidos de que ese turismo de salud puede ser una buena idea a
desarrollar una vez contemos con el PGOU aprobado. Tenemos los terrenos, el
agua y la inversión supondrá unos 6 millones de euros aproximadamente, que
redundarían en una veintena de puestos de trabajo directos. Además, hemos
ofrecido al Ayuntamiento la cesión de 10.000 m2 para la construcción
de una residencia de mayores, que supondrá más puestos de trabajo en la zona de
Los Guiraos.
Setas y tilapias del Nilo ‘made in’ en Los Guiraos
A primeros de año la SAT Los Guiraos iniciará dos nuevos
proyectos: el cultivo de setas y la producción en invernadero de tilapia; un
pez de agua dulce procedente del Nilo.
“La variedad que vamos a criar aquí es la tilapia roja, que
es parecida al salmonete”, cuenta Matías Gómez. En España existe una demanda
aún incipiente, que va creciendo constantemente, pero en África, en el resto de
Europa y, especialmente, en el Reino Unido, existe un importante mercado de
este pescado.
“Ahora mismo se importa congelado, fundamentalmente desde
China y Thailandia. En los países consumidores forma parte de la dieta que se
ofrece en hospitales, residencias de mayores, comedores infantiles y
establecimientos en los que se cuida mucho el aspecto saludable de la
alimentación”. Y es que la tilapia tiene muy poca grasa, un alto contenido en
nutrientes y no es caro, aspectos todos que contribuyen a que la demanda esté
creciendo. En América, su consumo es generalizado y se produce en todos los
países salvo en Chile y Estados Unidos, que sin embargo, son grandes
consumidores. Pero en Europa no se produce, a pesar de que el consumo se está
incrementando año tras año. La SAT ve en ello una oportunidad de negocio, una
posibilidad de crecimiento, una opción interesante de diversificar sus
ingresos, de no poner todos los huevos en el mismo cesto, por si acaso.
No hay comentarios :
Publicar un comentario