Vecinos de Huércal Overa se movilizan contra una macrogranja de cerdos junto a sus casas

El Ayuntamiento ha confirmado la existencia de una solicitud para ampliar una explotación hasta una capacidad de 2.500 cerdos, cuyo expediente aún no está cerrado, y que la licencia no será nunca una decisión política, sino que dependerá de si se ajusta o no a la ley. 

Terrenos sobre los que se quiere ampliar el cebadero en el paraje de La Morena

Javier Irigaray / 18·05·2016

Residentes del diseminado huercalense de La Morena, en el que existen alrededor de 30 viviendas, han recogido más de 700 firmas que han presentado junto a sus alegaciones al expediente de ampliación de una granja de cerdos que ha solicitado licencia para albergar a 2.500 cochinos. 

Actualmente, la explotación tiene permiso para el engorde de 484 lechones de cebo y los vecinos se han opuesto activamente a su ampliación, para lo que presentaron el pasado viernes 29 de abril, fecha en que expiraba el plazo para hacerlo, los argumentos que sustentan su actitud. 

Así, en el pliego entregado tanto en el Ayuntamiento como en la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, los vecinos alegan que la explotación no cumple con la normativa ambiental ni con “las distancias mínimas exigidas desde viviendas, carreteras y zonas de paso”, mencionando expresamente “la vereda del camino viejo y vía verde”. También aluden a los “perjuicios de tipo económico, estético, malos olores y plagas” que habrían de soportar. 

Representantes de los habitantes de La Morena alertaban a ACTUALIDAD ALMANZORA del peligro añadido que supone la existencia de dos ramblas en las inmediaciones de la granja, que está situada en un paraje “que ya se inundó durante la pasada riada de septiembre de 2012 y que, de hacerlo con las instalaciones en plena producción, llevaría los purines de las balsas hasta el mar”. Y concluían los vecinos preguntándose “si en los 318 Km2 que tiene el término de Huércal Overa no hay otro sitio donde situar la granja sin molestar a nadie”. 

Esa misma reflexión se hacía el alcalde, Domingo Fernández, quien se preguntaba, además, por qué los lugares despoblados del municipio están calificados por la Ley de Ordenación Urbana de Andalucía (LOUA) como zonas de especial protección, razón por la cual no pueden acoger explotaciones de este tipo. 

Admitía el regidor que se trata de un asunto complicado, pues “estamos hablando de un sector importante, el ganadero, y de un modelo económico para la zona”. Recordaba Fernández que Huércal Overa y Pulpí engordan el 25% de la cabaña porcina de Andalucía. 

“He hablado con los vecinos –explicaba el alcalde- y les he transmitido que no se trata de una decisión política, sino pura y exclusivamente administrativa. La licencia no está otorgada, el expediente permanece aún abierto y concluirá con el dictamen de los técnicos. Existe una ley que marca los derechos de todo el mundo. Si la explotación que nos ocupa no cumple con la normativa, no obtendrá la licencia, pero si reúne los requisitos, nadie puede conculcar el derecho de sus promotores”. 

El alcalde, como gato escaldado, ponía el ejemplo reciente de la condena a que tiene que hacer frente el Ayuntamiento por el caso de los edificios de las Monjas y de las Cuatro Torres. “No respetar el derecho de un vecino empresario le va a costar dos millones de euros a todos los huercalenses y yo, como alcalde y como ciudadano, en casos como el que nos ocupa cumpliré y haré cumplir escrupulosamente la ley”.