El alcalde de Turre, Martín Morales, fue el único apoyo que consiguieron los populares para aprobar la subida de precios y los estatutos de Galasa. Lo hizo por “coherencia” y porque la gestión del agua en la comarca “tiene que seguir siendo pública y eso sólo lo garantiza Galasa”
Martín Morales, alcalde de Turre |
Es el único apoyo que consiguieron los populares para aprobar la subida de los precios y los estatutos. Afirma que lo hizo por “coherencia”, porque está convencido de que la gestión del agua en la comarca “tiene que seguir siendo pública y eso, hoy, sólo lo garantiza Galasa”. No consultó su decisión con los socios de gobierno socialistas. “Sé que no están contentos –reconoce- pero ya está hecho”.
Martín Morales dice que votó a favor de la actualización de las tarifas del agua y los nuevos estatutos porque, desde su punto de vista, “era lo más conveniente para Turre. Además, el pasado 1 de febrero delegamos en la sociedad provincial la prestación del servicio integral del agua y la potestad para establecer los precios. No sería coherente, tan sólo cinco meses después, votar contra lo firmado”. “Además –añade-, nosotros queremos que la gestión del agua en nuestra comarca siga siendo pública y eso, hoy, únicamente lo garantiza Galasa”.
Es la razón fundamental por la que insiste Morales en que a los turreros les interesa que la compañía “siga existiendo y, para asegurarlo, hemos de hacer el esfuerzo necesario para salvar a una empresa que está en bancarrota, porque de lo contrario se verá abocada a que entre dinero privado en ella y ya sabemos todos lo que pasa cuando eso ocurre, que sube mucho más el precio que tienen que pagar los vecinos”.
Pero el primer edil aclara que la medida de incrementar los precios “no es la solución definitiva, sino un parche que no hay más remedio que aplicar con urgencia”. La prisa por aprobar la subida la justifica Morales en que “según el abogado de Galasa, si a 31 de diciembre no existe el equilibrio en las cuentas que exige la ley o un plan de viabilidad creíble, habrá que cerrarla”.
“Al mismo tiempo –explica Morales-, tenemos que conseguir que la gestión sea más eficiente y bajar los costes del servicio para reducir los precios en un futuro. De todos modos, tras el incremento, el precio estará al nivel de lo que cobra Codeur en Vera y muy por debajo de lo que se está exigiendo a los vecinos de Níjar o de Albox. No es una subida desproporcionada, sino perfectamente asumible”, defiende.
Por otra parte, el alcalde de Turre lamenta que se esté usando a Galasa como campo de batalla entre los grandes partidos. “No existe unanimidad por intereses políticos. Las posturas defendidas podrían ser exactamente al revés si fuera otra la proporción de representantes en el Consejo de Administración”. “De hecho –recuerda-, quienes ahora se oponen ya subieron los precios con anterioridad pero no han presentado ninguna alternativa ¿cuál es su modelo, más déficit?”.
Es preciso recordar que Martín Morales, alcalde de Turre que consiguió dos actas encabezando una coalición liderada por Izquierda Unida, ostenta la vara de mando gracias al apoyo de los cuatro ediles del PSOE, sin embargo confiesa que sus compañeros de gobierno “no han participado en su decisión de apoyar la propuesta de subir los recibos. La he tomado yo en el ejercicio de mi competencia. Hay otros asuntos en los que yo no intervengo. Soy consciente de que es un tema de calado, pero no les consulté. Sé que no están contentos y que preferían cualquier otra opción, como la abstención o no haber asistido a la Junta de Accionistas, pero ya está hecho. Opté por expresar mi acuerdo votando a favor, a pesar de que mi apoyo no era determinante dada la mayoría absoluta que tiene el PP, por pura coherencia”. Además, insiste, “vuelvo a reiterar que Turre ya había delegado el 31 de enero en la Diputación la facultad para establecer las tarifas, con el voto a favor de mis compañeros de gobierno socialistas, no sería razonable votar ahora lo contrario”.
“La abstención o no haber asistido habría sido una actitud hipócrita. En un estado democrático, expresar abiertamente lo que uno piensa y obrar en consecuencia no es un acto de valentía, sólo de la coherencia que se debe exigir a un representante político”.
Reconoce Morales que tras delegar la gestión del agua a Galasa “en Turre hemos mejorado infinitamente el servicio. La gente lo nota. Por cierto –recuerda-, el PP de mi pueblo votó en contra de la cesión del servicio”.
A este alcalde se lo ha llevado al huerto el letrado de Galasa. Le ha dicho que a 31 de diciembre las cuentas tienen que estar equilibradas y que no hay tiempo para hacer cambios. Pero el letrado le oculta que él, y también la Diputación, tienen conocimiento de la obligación de ese equilibrio financiero desde hace !MÁS DE 3 AÑOS!
ResponderEliminarY no han hecho nada.Ni nada van ha hacer.